Los murales de Palacio de Gobierno son la obra pictórica más representativa del artista Desiderio Hernández Xochitiotzin; sin embargo, la obra del tlaxcalteca integra una gran cantidad de piezas poco conocidas, pero igualmente valiosas. Tal es el caso de “Una lección de Historia”, un mural pintado en el interior del Jardín de Niños “Revolución” en el año 1961.
Al ser un encargo para la institución educativa, el maestro Xochitiotzin plasmó en el mural una línea del tiempo a manera de collage sobre la historia de Tlaxcala, la cual comienza con el periodo de Conquista con la representación de Xicohténcatl Axayacatzin recibiendo la “Carta de Cortés al Senado de Tlaxcala”. A su lado, se observa la imagen de Cuauhtémoc señalando con desprecio la cruz de los frailes franciscanos que simboliza la evangelización en nuestro estado.
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Más adelante, se detalla la imagen de José Miguel Guridi y Alcocer, quien fue un importante negociador entre Agustín de Iturbide y Juan O'Donojú, el último virrey de Nueva España.
A la mitad del mural, se aprecia el proceso de la Independencia de México con los rostros más representativos del periodo como Miguel Hidalgo y José María Morelos. A continuación, se encuentra Benito Juárez como artífice de las bases del liberalismo, así como el tlaxcalteca Miguel Lira y Ortega representando el primer Congreso Constituyente del Estado.
Más adelante, toman protagonismo los personajes históricos que corresponden a la Revolución Mexicana, teniendo en primer plano a Francisco I. Madero con su “Plan de San Luis” y al huamantleco Trinidad Sánchez Santos que fungió como periodista hasta 1914.
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Para este espacio pictórico aparecen como espectadores Lilia Ortega, esposa del maestro Desiderio, y un grupo de niños que toman la “lección de Historia” frente al mural, así como las figuras de Juan Cuamatzi, Antonio Hidalgo Sandoval y algunas instituciones públicas del estado de la época moderna.
Dentro del mural, Hernández Xochitiotzin también ensalzó el nombre de Miguel N. Lira, quien falleció un mes antes de que se culminara la obra. En este homenaje póstumo, aparece un autorretrato del gran muralista con su tradicional overol de mezclilla y gorra de ferrocarrilero sosteniendo el “Corrido a Catarino Maravillas”, escrito por don Miguel N. Lira.
Actualmente, el mural permanece en el salón de cantos del Jardín de Niños “Revolución”, ubicado en la calle 5 de febrero #612, en Apizaco.