El conflicto que desde el 30 de octubre del pasado año se vive en la Contraloría Interna de la Secretaría de Educación Pública del Estado y la Unidad de Servicios Educativos de Tlaxcala (Sepe-Uset) fue originado cuando a los quejosos se les solicitó cumplir con sus responsabilidades laborales.
Tras el reciente cierre de las instalaciones de la dependencia de educación por parte de un grupo de sindicalizados, el titular del órgano de control interno, Edmundo Vázquez José, explicó que cuando él les solicitó a los empleados a su cargo ponerse a trabajar se inconformaron, y entonces emprendieron una protesta con el objetivo de que fuera destituido de ese cargo.
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Indicó que una de las primeras acciones que ejecutaron fue cerrar las oficinas del órgano de control interno, y el pasado jueves las centrales, con el argumento de que actuaba de forma prepotente y déspota, e incluso con acciones de acoso laboral.
Tengo las pruebas de que todo eso es mentira, pues lo único que les pedía es que dieran resultados en lo que les corresponde por su trabajo, expresó.
Vázquez José lamentó la decisión de la delegada sindical de “solapar” las actitudes de falta de compromiso con el trabajo por parte de sus representados, en vez de ofrecer estrategias que permitan impulsar el desarrollo de la educación de la niñez y la juventud tlaxcalteca.
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Informó que desde su llegada al cargo en enero de 2023 se percató de muchas anomalías, sobre todo en el cumplimiento de los resultados de algunos colaboradores quienes, amparados por su delegación sindical, “encontraban pretextos para llegar tarde, dejar su puesto de trabajo en horarios laborales e incluso ausentarse bajo el pretexto de que tenían que hacer cosas personales”.
Asimismo, señaló que durante el proceso de aclaración, y producto de un documento que una porción de colaboradores envió a diversas instancias, fue iniciada una revisión de los señalamientos en su contra que en 26 puntos han sido aclarados puntualmente.
Con esto queda claro que una parte de los inconformes sólo quiere estar en sus puestos de trabajo sin ofrecer a cambio resultados, indicó.
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Lo anterior, al mencionar que en año y medio de trabajo no han atendido un solo expediente y que, por ejemplo, en el caso de las observaciones que las autoridades en materia de fiscalización han hecho a la cuenta pública de la Sepe-Uset se han concluido por prescripción y no por resolución.
El funcionario reiteró que solamente les exigió que se pusieran a trabajar y que dieran resultados, lo que desató la inconformidad, y a eso se sumaron otros temas que aprovecharon para generar presión a la autoridad educativa.
Además, destacó que con el cierre de las oficinas del órgano de control interno quedaron en su interior muchos documentos que no pueden ser motivo de trámites, obstaculizando así el cumplimiento de las funciones de dicha área de contraloría.
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Vázquez José reconoció que no son todos los colaboradores de su área los que se encuentran inconformes por pedirles que se pongan a trabajar, pues dijo que de los miles de empleados de la educación hay muchos que entienden que el servicio público es para mejorar las condiciones de la sociedad, y no para solapar la falta de compromiso con el trabajo que deben hacer.
