Reconstruir los daños en Ixtenco provocados por pobladores que se enfrentaron a policías municipales y estatales costará más de cuatro millones de pesos.
El pasado miércoles, un fallido operativo para recuperar la alcaldía tomada desde hace dos meses por un grupo antagónico al gobierno de Miguel Ángel Caballero Yonca, terminó en un brutal enfrentamiento entre pobladores y policías que dejó al menos 20 personas lesionadas y varias unidades automotoras dañadas.
El Sol de Tlaxcala constató ayer que nueve patrullas y tres motopatrullas –dos unidades de Puebla y 10 de Tlaxcala- fueron técnicamente destrozadas, amén de que en el interior de la alcaldía hubo daños a portones, ventanas, sillas, oficinas y cristalería.
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Así, a 24 horas de registrados los hechos violentos priva una tensa calma en la comuna.
La población otomí se reincorporó a las actividades agrícolas de cara al nuevo ciclo del temporal, mientras que un grupo de vecinos mantiene en su poder el edificio de la alcaldía.
Este jueves se cumplieron 60 días de que el inmueble de la presidencia municipal permanece cerrado al público, por lo que la gente se quejó de que no hay servicios.
Lo anterior, porque la población está en desacuerdo en la forma de gobernar de Miguel Ángel Caballero Yonca a quien acusaron de incurrir en irregularidades financieras y nepotismo.
En la calle principal recientemente pavimentan por el gobierno estatal están acordonadas nueve patrullas de seguridad pública.
Y sobre el atrio de la parroquia de San Juan y en la plaza principal, permanecen intactas las huellas de la batalla campal.
Eso sí, los vecinos están organizados en guardias para evitar que la gente de Caballero Yonca intente nuevamente apoderarse del inmueble.
Fuentes de información confirmaron a este Diario que las unidades equipadas –volteadas y apedreadas- tienen un costo de tres millones de pesos y los daños al edificio podrían superar el millón de pesos
- EXIGE LÍDER DE LOS QUEJOSOS DISCULPA PÚBLICA
Hugo Mexicano Salvador, líder moral de Ixtenco, advirtió que tanto el gobierno estatal como los alcaldes que participaron al enviar sus elementos, deben ofrecer una disculpa pública.
Advirtió que solo mediante esta acción podrán retirar las patrullas averiadas y que se encuentran abandonadas.
Mencionó que la población otomí jamás fue a generar violencia a los municipios de Tlaxcala y Puebla para que ahora actúen así, con actos vandálicos de las fuerzas policiales.
Confirmó que las patrullas dañadas corresponden a las fuerzas policiacas de Terrenate, Lázaro Cárdenas, Panotla, Contla, Cuapiaxtla en Tlaxcala y de San José Chiapa y Grajales del estado de Puebla
- En San Juan Ixtenco la policía estatal vigila las calles, aunque la población pide el apoyo de la Gendarmería y que se regularicen los servicio.
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