Con pan de muerto, sal, veladoras, figuras con hojas de totomoxtle, flores, copal e incienso, las ofrendas de Tlaxcala deslumbraron a los asistentes del Festival de Tradiciones Vida y Muerte en Xcaret.
Siete altares, elaborados por diversos municipios de nuestro estado fueron colocados en el parque para mostrar la particular celebración de Día de Muertos en México. En nuestro estado, estos están conformados por diversos elementos, cada uno con su propio significado; dos imprescindibles son el petate como retablo de las imágenes y el pulque para, según la creencia, fermentar el alma.
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El asombro de los turistas fue también al encontrarse con ofrendas prehispánicas, constituidas de frutos como tejocote, mandarina, naranja y caña de azúcar.
Cada municipio plasmó su identidad
La ofrenda de Huamantla fue dedicada a los hermanos Rosete Aranda, quienes desde 1835 dejaron huella en el municipio con su Empresa Nacional de Autómatas, ahora único Museo Nacional del Títere. “En agradecimiento, reconocimiento, respeto y tributo, se les dedica esta ofrenda”, versa la leyenda que la acompaña.
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Con tres niveles representando la tierra, el cielo y el inframundo, fue el altar de Ixtenco dedicado a Tlahuicole, el guerrero de origen otomí que destacó por su valor y gran fuerza en las batallas contra los mexicas.
Los artesanos de San Pablo del Monte y Atltzayanca coronaron su obra con maíz de colores y figuras hechas de mazorca. En honor a Juan Cuamatzi, la ofrenda de Contla fue revestido con textiles, mientras que Santa Cruz Tlaxcala llamó la atención por su figura a escala de la icónica cruz de nueve espejos.
- Los altares presentados en Xcaret fueron diseñados por artesanos de 14 municipios.
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