En el tercer día de protestas de sindicalizados, la tensión escaló debido a nuevos bloqueos viales por parte de trabajadores al servicio de los Poderes, integrantes del magisterio, pensionados y jubilados.
Integrantes del denominado Frente Unido de Trabajadores en Defensa de los Derechos Laborales fueron replegados con gas lacrimógeno en la ribereña del Río Zahuapan, en la capital tlaxcalteca, por elementos policiacos con equipo antimotines.
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Derivado de esta situación, agremiados del Sindicato de los Trabajadores al Servicio de los Poderes, Municipios y Organismos Descentralizados del Estado “7 de Mayo”, bloquearon el bulevar Guillermo Valle, la avenida Benito Juárez y la calle Alonso Escalona y rodearon la sede de la Secretaría de Cultura, durante el concierto Orquesta Sinfónica Infantil de México.
En el interior del inmueble se encontraba la titular del Ejecutivo, Lorena Cuéllar Cisneros, acompañada de la titular de la Secretaría de Cultura del Gobierno Federal, Alejandra Frausto Guerrero, así como decenas de familias que presenciaban el evento público.
No obstante, los inconformes se apostaron al exterior del Palacio de Cultura para gritar una serie de consignas e insistir álgidamente una audiencia pública con la mandataria, para echar atrás el nuevo esquema de atención médica.
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Como medida de contención, elementos del Grupo de Operaciones Especiales (Gopes) se apostaron sobre la avenida Juárez, con el objetivo de evitar confrontaciones y para permitir que la gobernadora pudiera retirarse del inmueble sin hechos violentos.
En tanto, los integrantes del Frente Unido de Trabajadores en Defensa de los Derechos Laborales optaron por evitar más confrontación y ante la presencia de granaderos decidieron replegarse, después de un promedio de 50 minutos de bloquear la circulación vial.
Mientras que sobre la avenida Juárez permaneció un cerco de elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) para evitar el avance del contingente con dirección a Palacio de Gobierno.
Armados con escudos, cascos y algunos botes de gas lacrimógeno, los policías estatales esperaron el arribo de los protestantes (sin accionar), mientras que los manifestantes tomaron vías alternas para evitar la confrontación.
De manera simultánea, un contingente del magisterio procedió a cerrar de forma momentánea la Central Camionera, situación que provocó inconformidad entre los conductores de transporte público y privado.
Para este jueves tres de agosto se prevé que las marchas de burócratas y maestros sindicalizados continúen en algunos puntos de la capital tlaxcalteca, con la misma consigna de que el servicio médico al que tienen derecho no sea sustituido por el nuevo modelo implementado por el Gobierno del Estado.
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Los integrantes del Frente Unido optaron por evitar más confrontación y ante la presencia de granaderos decidieron replegarse, después de un promedio de 50 minutos de bloquear la circulación vial.
*Con información de Moisés Morales