El riesgo de muerte materna es un problema de salud pública que debe atenderse desde el primer nivel de atención, dice Justina Sánchez de la Rosa, enfermera destacada por su proyecto estatal “Parto Respetado”, hoy, referente nacional y de otras latitudes del continente americano.
En 2012, con una formación consolidada en enfermería perinatal, Justina se alarmó por la cifra de muertes maternas registradas en ese año en la entidad: 16 mujeres murieron durante y después del parto.
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Bajo este panorama, la oriunda de Ixtacuixtla comenzó un modelo de “parto respetado o humanizado” con la asistencia de enfermeras especialistas perinatales en los centros comunitarios de dos municipios (Ixtacuixtla y Teolocholco), en los cuales por primera vez lograron una atención de calidad y especializada a mujeres embarazadas.
Más tarde, con el apoyo de la Secretaría de Salud del Estado, el modelo fue aplicado a cuatro municipios: Ixtacuixtla, Teolocholco, Hueyotlipan y San Pablo del Monte. Los convenios y asociaciones con diversas instituciones de salud fueron el “parteaguas” para que, cuatro años después de su lanzamiento, se tuviera un grupo de 17 enfermeras especialistas perinatales orientadas hacia la partería tradicional.
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PARTERÍA TRADICIONAL, EJE DEL PROYECTO
Así, el concepto de partería tradicional (profesional) cumplía su tarea de reforzar los vínculos entre la comunidad, a través de un servicio moderno de asistencia sanitaria. Se dio especial atención en el cuidado del bienestar físico y emocional de la mujer para que el alumbramiento se diera en condiciones más naturales. Durante ese lapso se respetaron los derechos sexuales y reproductivos de la mujer.
Se pretendía rescatar las prácticas de las parteras o matronas, tales como permitir que en labor de parto la acompañe el esposo, que él mismo corte el cordón umbilical y decida dónde enterrarlo para devolverle a la Tierra parte de la vida que le estaba regalando, por ejemplo, precisó Sánchez de la Rosa a este Diario.
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Los adecuados servicios de atención prenatal y de maternidad permitirían disminuir, en gran medida, el riesgo de intervenciones quirúrgicas (cesáreas) muchas veces innecesarias, así como el riesgo de muerte por diversas causas relacionadas.
No solo ello, también se lograría abatir la violencia obstétrica ejercida por profesionales de la salud en labor de parto y el puerperio. “El solo hecho de obligarlas a quitarse la ropa o administrarles métodos invasivos sin su consentimiento, desde allí estamos faltando a sus derechos humanos”, recalca la también maestra en Administración de Instituciones de Salud.
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AGONIZA, PARTO RESPETADO EN TLAXCALA
Después de que el proyecto fuese todo un éxito, que incluso posicionó a Tlaxcala como pionero en el mapa nacional, hoy no queda casi nada. El cambio de administraciones, desinterés, falta de conocimientos y de recursos públicos, ha incidido en la desaparición del parto respetado en los centros comunitarios que sirvieron como modelo.
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Actualmente, con el gobierno de Lorena Cuéllar Cisneros, el centro comunitario de Contla atiende de manera personalizada a mujeres embarazadas de bajo riesgo. Este modelo comenzó a operar en el municipio desde el pasado 01 de abril de 2021, en cuyo periodo de casi un año han atendido a poco más de 60 casos.
MUJER EJEMPLAR
Justina Sánchez de la Rosa es una mujer ejemplar. Ha sido condecorada en sus más de 20 años de trayectoria en el sector salud, a la que se suman diplomados, cursos y una maestría en Administración de Instituciones de Salud.
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Su proyecto estrella, junto a otros dos emprendidos sobre salud materna y perinatal, se posicionó como un referente nacional e internacional, por lo que ha representado a Tlaxcala en países como Chile (2016) y Canadá (2017).
En 2020 fue galardonada por el Consejo de Salubridad General (CSG) con la medalla al mérito “Enfermera Isabel Cendala y Gómez”, en reconocimiento a sus aportaciones en salud pública y enfermería comunitaria.
Dicho reconocimiento le fue entregado durante la “mañanera” por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en el marco del Día del Médico, cuyo reconocimiento es otorgado anualmente y dirigido a profesionales de salud con aportaciones valiosas, en favor de la población mexicana.
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- 7 muertes maternas se registraron en la entidad durante 2021.
En 2020 Justina Sánchez fue galardonada con la medalla al mérito “Enfermera Isabel Cendala y Gómez”, en reconocimiento a sus aportaciones en salud pública y enfermería comunitaria.
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