Llama Obispo a construir y reconstruir la familia y la sociedad

El obispo de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino, llamó a los tlaxcaltecas a traducir la fe en obras y actitudes y no guardarla en la cabeza o el corazón, pues desde los hechos más pequeños que realizamos a favor de los demás, ahí se es testigo de la resurrección de Jesús.

Durante la celebración de la misa de Pascua, en donde bendijo el fuego nuevo, el cirio pascual y el agua bautismal, el jerarca de la Iglesia Católica instó a los presentes a buscar los lados positivos de las personas, la familia y la sociedad, para que desde ahí se pueda comenzar a su construcción y reconstrucción.

Además, pidió a los presentes anunciar la resurrección al encontrar los lados buenos de la familia, pues casi siempre los que se encuentran son los lados oscuros y de debilidad, y eso no permite ver lo positivo, pues a pesar de que Jesús encontró una sociedad difícil y adversa, pero vio lo bueno, su la fe, y se conmovió de la sencillez, de tal manera que lleno de alegría dio gracias a su Padre por revelar los secretos a la gente sencilla, pues cuando se es sencillo se percibe lo bueno

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Asimismo, conminó a los presentes a abrir la mente y el corazón para entender lo que significa la resurrección y recibir constantes bendiciones, así como el don de la paz y del espíritu, pues Jesús no quita los problemas de la vida, sino que da la capacidad de canalizarlos en obras para con los demás.

Durante la celebración de la vigilia de oración, a la cual se dieron cita cientos de personas, el religioso llamó a ser como aquellas mujeres que acudieron al sepulcro de Jesús a buscar su cadáver, pero al llegar se encontraron a Jesús resucitado, pues al buscar muerte encontraron vida.

“Los invito a buscar los signos de vida, los lados luminosos del evangelio, la familia, la iglesia, pues solo buscamos los lados oscuros, donde está el pecado y muerte y se crea una situación adversa”, finalizó.

Para los católicos la Pascua se extenderá por 50 días, pues desde el domingo de Resurrección hasta la venida del Espíritu Santo en Pentecostés, significa el paso de Cristo de la muerte a la vida