El canal de agua abastecido desde un manantial en el municipio de Tepetitla de Lardizábal, comenzó a reducir su capacidad lo que afectó a decenas de hortaliceros quienes después del corte, lavan su producción en ese afluente y luego la llevaban a la Centra de Abastos de la Ciudad México.
El afluente de unos 60 metros de longitud, ubicado frente al Centro de Investigación de Biotecnología Aplicada del Instituto Politécnico Nacional, cuenta con una compuerta de desagüe que es abierta al rebasar la capacidad, sin embargo, en las últimas semanas se comenzó a secar.
Inclusive, ahí los productores cuentan con una lavadora de hortalizas que fue adquirida en la administración de Alfonso Sánchez Anaya solo que se convirtió “en un elefante blanco y tanto el edificio como el pozo de riego no se utilizan”.
De hecho, los productores de la región que por más de tres décadas lavan cebolla, cilandro, epazote, cilantro y brócoli, construyeron escalones de cemento para descender hasta el fondo del afluente.
Ante esta situación, los productores revelaron que no tienen otra alternativa que lavar sus hortalizas con agua proveniente del río Atoyac a través del canal Rojano en la comunidad de Villalta.
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