“Gracias a las autoridades cambiaré mi comalito de gas viejito por uno nuevo con el que podré hacer quesadillas y tlatloyitos en mi casa para venderlos, pues por la contingencia están cerrados todos los tianguis”, expresó doña Rosalía Zamora Flores, después de recibir el beneficio por su puntualidad en el pago de sus contribuciones en Nopalucan.
En la segunda entrega de comales efectuada en el auditorio municipal, los hombres y mujeres se dieron cita para recibir el premio por su puntualidad, pues aceptaron que no es obligación del municipio premiar a sus contribuciones y aun así los incentivan.
Doña Chalía, como le dicen de cariño, declaró que toda su vida se ha dedicado a la venta de quesadillas y, de hecho, así “sacó” adelante a sus hijos, pero nunca había padecido una situación similar de confinamiento obligado.
“Me dedico a vender quesadillas, pero ahorita como no están abiertos los tianguis, decidí poner un negocito en mi casa, ahí ofrezco gorditas, quesadillas de flor de calabaza, chicharrón o tinga y más o menos vamos sobrellevando la crisis económica”, dijo.
La beneficiaria del barrio de Buenos Aires, aseveró que “es bueno pagar en tiempo y forma los servicios porque, además de ser un beneficio para nosotros mismos, ahora el presidente Jaime Herrera Vara nos está ayudando de esta manera”.
-¿Haría una invitación a la ciudadanía para que también se ponga al corriente con sus pagos?
- ”Claro que sí, porque como le digo, es nuestra obligación y nos da algo el presidente, es un beneficio extra que nunca nos había dado el municipio, es una buena idea y un buen apoyo para todos”.
-¿Ahora tendrá dos comales?
- ”Pues sí, pero el que tengo ya está muy viejito, lo compré desde hace muchos años, ahora gracias al señor presidente me estoy ahorrando un centavo para tener uno nuevo y podré seguir adelante con mi negocito, la ventaja es que vivo por el bulevar nuevo y ahí puedo ofrecer comida a la gente”.
-¿Que tan difícil es la situación de pandemia para usted?
- ”Mucho muy difícil, pues además de que la gente ya casi no compra nos cerraron los tianguis y ya no pudimos ir a vender a ningún lado, pero gracias a Dios nos vamos acomodando”.
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