El obispo de Tlaxcala, Julio Cesar Salcedo Aquino, calificó la reapertura de las iglesias como una actividad necesaria para alimentar el espíritu de la grey católica que vive tiempos difíciles por la pandemia de Covid-19.
En entrevista posterior a oficiar misa en la catedral de Tlaxcala, aseveró que “la reapertura es con esperanza, porque la gente necesita la experiencia de comunidad, de recibir la palabra de Dios, alimentarse de la eucaristía, sentirse miembro de la iglesia”.
El jerarca pidió a la feligresía cuidar su vida, al tiempo de procurar el cuidado de la salud de otras las personas, pues dijo que son tiempos de solidaridad, de apoyo mutuo y de empatía.
“La pandemia nos pide cambiar de mentalidad y de hábitos, porque el virus no se va hasta que los científicos nos ayuden a tener una vacuna, mientras, tenemos que saber cuidarnos y ayudar a los demás”, insistió.
SACERDOTES Y FIELES APRENDIERON DE LA PANDEMIA
Por otro lado, aseveró que los presbíteros y fieles aprendieron de la pandemia, pues no estaban preparados para suspender actividades de golpe, aunque eso les sirvió para manejar la crisis sanitaria de la mejor manera.
“Todos aprendimos de la crisis de salud, desde la gente, los sacerdotes, fiscales y mayordomos, ciertamente fueron situaciones dolorosas por suspender actividades, ya que en algunos casos venía la fiesta patronal o eventos religiosos importantes”, sostuvo.
Se dijo agradecido con los sacerdotes porque con valor cerraron los templos religiosos, a pesar de la presión por parte de la comunidad católica, pero posteriormente ambas partes lograron comunión para manejar las dificultades.
SACERDOTES CONTAGIADOS
En cuanto hace a los contagios de sacerdotes, Salcedo Aquino mencionó que no existe un número exacto, porque la instrucción que tenían era aislarse al primer síntoma, con el objetivo de cuidarlos a ellos y a los demás.
“Los sacerdotes somos parte del pueblo, no estamos exentos o inmunes y supieron llevar a cabo su cuidado… De fondo estuvieron dos presbíteros en el hospital, pues además de que se confirmó su contagio de Covid-19, tenían enfermedades crónicas difíciles como diabetes y problemas en el riñón, por lo que finalmente fallecieron”, concluyó.
“Aunque no todos los fieles pueden venir a misa por cuestiones de salud, los que asistan en los templos, serán un signo vivo de la iglesia”.
Julio Cesar Salcedo Aquino, obispo de Tlaxcala.
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