En su primer día de trabajo como guardia de seguridad privada, Marco Antonio N., de 36 años de edad, perdió la vida en el cumplimiento de su deber al tratar de evitar un violento asalto a un establecimiento de telefonía celular.
Pese a ello, la empresa de seguridad privada denominada “Grupo Simose S.A. de C.V.”, ofreció a la familia 10 mil pesos para los gastos funerarios, además de 25 mil como indemnización.
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El violento asalto provocó la indignación social de Tlaxcala no solo por el fallecimiento de un ser humano, sino porque ocurrió en la concurrida plaza comercial Gran Patio, en Apetatitlán, ante cientos de personas que la noche del pasado lunes hacían sus compras.
De acuerdo con empleadas del establecimiento “Mobo”, cuatro hombres y una mujer ingresaron alrededor de las 19:30 horas fingiendo ser clientes, pero de pronto las sometieron y amordazaron.
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Una vez en el interior, cerraron la cortina y aprovecharon para apoderarse de dinero en efectivo, teléfonos celulares y accesorios, los cuales fueron ingresados en bolsas, para posteriormente salir corriendo por una de las puertas principales, abordar un vehículo y huir con rumbo desconocido.
Al percatarse del hecho, elementos de seguridad privada comenzaron a perseguirlos, pero al llegar a la zona de estacionamiento y muy cerca de la salida, uno de los maleantes accionó su arma de fuego en contra de Marco Antonio N.
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El joven guardia de 36 años de edad, originario de la comunidad de Tlatempan, recibió el disparo por la espalda, cuya bala le salió a la altura del cuello, mientras que sus compañeros se replegaron al carecer de armamento para defenderse.
Ese momento fue aprovechado por los delincuentes para abordar un vehículo y huir con rumbo desconocido.
El hecho fue notificado al Servicio de Emergencias 911 y a los pocos minutos paramédicos de la Cruz Roja acudieron para darle atención pre-hospitalaria al herido, pero se percataron carecía de signos vitales.
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El hecho provocó crisis nerviosa entre diversos clientes que de inmediato abordaron sus vehículos para salir lo más pronto posible y ponerse en resguardo, ante la intensa movilización policiaca para perseguir a los maleantes, a quienes no se logró detener.
Peritos de la Procuraduría General de Justicia del Estado acudieron para ejecutar la diligencia de levantamiento del cuerpo de Marco Antonio, quien antes de emplearse como guardia de seguridad se desempeñó durante tres años como “viene viene” y a quien de cariño le decían “Chupón”.
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Por su parte, elementos de la Policía de Investigación adheridos a la Unidad de Delitos de Alto Impacto recabaron entrevistas y pidieron acceso a las cámaras de seguridad para integrarlos a la Carpeta de Investigación que permita dar con la identidad de los maleantes.
NO HAY CONTRATO, REVELA FAMILIA
De acuerdo con la familia de Marco Antonio N., aunque tenía un día como empleado y había entregado sus documentos, no contaba con un contrato firme y eso ha servido a la empresa para negarse a pagar la legal indemnización.
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De hecho, en un primer acercamiento con la familia por parte de un representante de la empresa “Grupo Simose S.A. de C.V.”, identificado como Jorge Gutiérrez, ofreció a la familia 10 mil pesos para los gastos funerarios y 25 mil como indemnización.
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