/ lunes 22 de abril de 2024

El Día del Niño y el día de unos niños, derechos y realidad

La felicidad no es de un día, como muchas otras celebraciones, al menos no la de los infantes quienes en su total dependencia son y serán el resultado de lo que sus padres, si los tienen, hayan planeado para él o ellos; porque tener un hijo es todos los días de nuestra existencia.

Carlos tiene cinco años y está cursando el último grado de preescolar, vive a las faldas de la “Malinche” y su preocupación matinal es que su mamá, su abuela o su tío lo lleven temprano a clases, justo antes de las nueve, si llega tarde no lo dejarán entrar y para él será lamentable, puesto que en varias ocasiones a mencionado su gusto por la escuela, esa escuela que le brinda cierta tranquilidad.

El orden público, desde siempre, se ha preocupado por lograr que todos los niños tengan un buen inicio en su desarrollo académico, implementando a la par programas de apoyo económico, alimenticio, etc., que en el interés del mismo Estado ha ido cambiando, para muchos no tan favorable, pero la educación no se puede abandonar y menos en la infancia; los derechos de los niños no solo reconocidos a nivel nacional sino internacional y en estricto apego a ellos y los derechos humanos se procura su bienestar.

Carlos llegó al colegio con su uniforme ya un tanto maltratado, de momento deberá esperar porque además ya pronto egresará y no tendría caso realizar ese gasto; ingresa a su salón “el salón naranja”, acomoda su mochila y va a su lugar, esperará que se toque formalmente la campana para iniciar el día, sus compañeros ya están casi completos, algunas madres y padres de familia corren para que no les cierren la puerta, casi 150 niños.

Las instituciones de gobierno directas e indirectas con el cuidado del menor y la familia realmente tiene alcances limitados para poder instruir a los padres de familia con todo el profesionalismo que implica; muchas familias no cuentan con las condiciones mínimas necesarias de vida, refiriéndome a viviendas dignas, alimentación, salud y servicios básicos para lograr un desarrollo mejor del menor; cierto es que debemos partir de las condiciones en que un niño viene al mundo: ¿fue planeado?

La maestra del “salón naranja” se ha preocupado por Carlos, cuando se trabajan las actividades algunas veces se queda dormido, esto lo ha comentado con su mamá, al parecer el niño viene sin dejar desayunado, a la hora del recreo lo que le llegan a mandar no es suficiente, unas galletas saladas y un jugo pequeño de cartón, la maestra les dice sobre la necesidad de considerar alimentos nutritivos, la madre de familia le comenta que la situación económica no les favorece tanto para ello, se da lo que se tiene.

Actualmente las familias tienden a desintegrarse más pronto; las razones son bastantes partiendo de la misma inmadurez de la pareja, la infidelidad, la economía, etc. (en cualquier estatus social), pero sin tomar en cuenta que en ese torbellino de desavenencias creado por la misma pareja, los verdaderos perdedores son los hijos, quienes al estar viviendo esos momentos su estado anímico empieza a ser confuso, triste, peor aún si los escenarios de la pareja son violentos, luego entonces ¿qué ejemplo tiene el menor?, está aprendiendo a imponerse, someterse o ser sumiso (a); el ejemplo es una de las máximas de la enseñanza.

En algún momento del recreo, la maestra observa que José le pegó a Sandy, inmediatamente le llama la atención al niño, al preguntarle la razón de su conducta José contesta que así es en su casa, que así obedece su mamá a su papá. ¿Qué vendrá después? Es confuso y progresivamente indiferente para el menor, la maestra le recuerda la necesidad de respetarse, el menor se disculpa, la maestra sanciona y lo habrá de comentar con las mamás de ambos niños.

Las instituciones de educación básica, en sus programas académicos contemplan el ejercicio ordinario de los valores, principalmente la no violencia, la no discriminación, etc., que supone el complemento fundamental de la convivencia familiar, social y de los derechos de los niños, vinculado a ello, la participación de los padres en la enseñanza y aprendizaje. Cuando se inicia algún tema relacionado con valores, comúnmente el niño expresa su experiencia en casa, en algunas de ellas resalta cierta continuidad de la cultura machista y de sometimiento en las mujeres; cuando se obtiene un resultado así, es claro que requerirá de más trabajo para lograr erradicar esa mentalidad y comportamiento, obviamente partiendo de los padres de familia o tutores, de otra forma no podrá ser posible.

Un par de niños del salón están al cuidado de los abuelos, lamentablemente, al ser gente mayor, ya no cuentan con la vitalidad para saber guiar con disciplina y cierta energía a los niños; los parientes salen al cuidado pero pocas veces lo hacen como si fueran sus hijos, ello trae la desatención que lleva al menor con dirección a la ociosidad. Está la presencia del pariente, pero no el compromiso y afecto que pueden dar los padres. La pequeña Sonia comentó a la maestra que en días pasados se quedó con su abuela, la razón es que su hermana, la de secundaria, al parecer tendrá un hijo y su mamá se la llevó no sabe a dónde, pero su mamá se enojó bastante y hasta le dio una cachetada.

La orientación familiar no es responsabilidad exclusiva de la labor docente, los casos de inestabilidad familiar son demasiados, los efectos en el desarrollo de los niños serán preocupantes.


Feliz día para todos los niños.


La felicidad no es de un día, como muchas otras celebraciones, al menos no la de los infantes quienes en su total dependencia son y serán el resultado de lo que sus padres, si los tienen, hayan planeado para él o ellos; porque tener un hijo es todos los días de nuestra existencia.

Carlos tiene cinco años y está cursando el último grado de preescolar, vive a las faldas de la “Malinche” y su preocupación matinal es que su mamá, su abuela o su tío lo lleven temprano a clases, justo antes de las nueve, si llega tarde no lo dejarán entrar y para él será lamentable, puesto que en varias ocasiones a mencionado su gusto por la escuela, esa escuela que le brinda cierta tranquilidad.

El orden público, desde siempre, se ha preocupado por lograr que todos los niños tengan un buen inicio en su desarrollo académico, implementando a la par programas de apoyo económico, alimenticio, etc., que en el interés del mismo Estado ha ido cambiando, para muchos no tan favorable, pero la educación no se puede abandonar y menos en la infancia; los derechos de los niños no solo reconocidos a nivel nacional sino internacional y en estricto apego a ellos y los derechos humanos se procura su bienestar.

Carlos llegó al colegio con su uniforme ya un tanto maltratado, de momento deberá esperar porque además ya pronto egresará y no tendría caso realizar ese gasto; ingresa a su salón “el salón naranja”, acomoda su mochila y va a su lugar, esperará que se toque formalmente la campana para iniciar el día, sus compañeros ya están casi completos, algunas madres y padres de familia corren para que no les cierren la puerta, casi 150 niños.

Las instituciones de gobierno directas e indirectas con el cuidado del menor y la familia realmente tiene alcances limitados para poder instruir a los padres de familia con todo el profesionalismo que implica; muchas familias no cuentan con las condiciones mínimas necesarias de vida, refiriéndome a viviendas dignas, alimentación, salud y servicios básicos para lograr un desarrollo mejor del menor; cierto es que debemos partir de las condiciones en que un niño viene al mundo: ¿fue planeado?

La maestra del “salón naranja” se ha preocupado por Carlos, cuando se trabajan las actividades algunas veces se queda dormido, esto lo ha comentado con su mamá, al parecer el niño viene sin dejar desayunado, a la hora del recreo lo que le llegan a mandar no es suficiente, unas galletas saladas y un jugo pequeño de cartón, la maestra les dice sobre la necesidad de considerar alimentos nutritivos, la madre de familia le comenta que la situación económica no les favorece tanto para ello, se da lo que se tiene.

Actualmente las familias tienden a desintegrarse más pronto; las razones son bastantes partiendo de la misma inmadurez de la pareja, la infidelidad, la economía, etc. (en cualquier estatus social), pero sin tomar en cuenta que en ese torbellino de desavenencias creado por la misma pareja, los verdaderos perdedores son los hijos, quienes al estar viviendo esos momentos su estado anímico empieza a ser confuso, triste, peor aún si los escenarios de la pareja son violentos, luego entonces ¿qué ejemplo tiene el menor?, está aprendiendo a imponerse, someterse o ser sumiso (a); el ejemplo es una de las máximas de la enseñanza.

En algún momento del recreo, la maestra observa que José le pegó a Sandy, inmediatamente le llama la atención al niño, al preguntarle la razón de su conducta José contesta que así es en su casa, que así obedece su mamá a su papá. ¿Qué vendrá después? Es confuso y progresivamente indiferente para el menor, la maestra le recuerda la necesidad de respetarse, el menor se disculpa, la maestra sanciona y lo habrá de comentar con las mamás de ambos niños.

Las instituciones de educación básica, en sus programas académicos contemplan el ejercicio ordinario de los valores, principalmente la no violencia, la no discriminación, etc., que supone el complemento fundamental de la convivencia familiar, social y de los derechos de los niños, vinculado a ello, la participación de los padres en la enseñanza y aprendizaje. Cuando se inicia algún tema relacionado con valores, comúnmente el niño expresa su experiencia en casa, en algunas de ellas resalta cierta continuidad de la cultura machista y de sometimiento en las mujeres; cuando se obtiene un resultado así, es claro que requerirá de más trabajo para lograr erradicar esa mentalidad y comportamiento, obviamente partiendo de los padres de familia o tutores, de otra forma no podrá ser posible.

Un par de niños del salón están al cuidado de los abuelos, lamentablemente, al ser gente mayor, ya no cuentan con la vitalidad para saber guiar con disciplina y cierta energía a los niños; los parientes salen al cuidado pero pocas veces lo hacen como si fueran sus hijos, ello trae la desatención que lleva al menor con dirección a la ociosidad. Está la presencia del pariente, pero no el compromiso y afecto que pueden dar los padres. La pequeña Sonia comentó a la maestra que en días pasados se quedó con su abuela, la razón es que su hermana, la de secundaria, al parecer tendrá un hijo y su mamá se la llevó no sabe a dónde, pero su mamá se enojó bastante y hasta le dio una cachetada.

La orientación familiar no es responsabilidad exclusiva de la labor docente, los casos de inestabilidad familiar son demasiados, los efectos en el desarrollo de los niños serán preocupantes.


Feliz día para todos los niños.