/ jueves 30 de julio de 2020

Espacio ITE | Consideraciones sobre la reforma electoral en Tlaxcala

  • Denisse Hernández Blas

Hace algunos días fuimos testigos de las mesas de trabajo que la Comisión de Asuntos Electorales coordinó para una propuesta de reforma electoral para la entidad. En dichas mesas hubo autoridades electorales, académicos y actores políticos, quienes desde su propia óptica emitieron sus puntos de vista al respecto.

Se expuso, entre otros temas, la paridad de género, el porcentaje de votación, la representación indígena y la cuota de jóvenes; sin duda, todos estos temas de vital importancia para el cumplimiento de las reglas constitucionales y el avance en garantizar el efectivo ejercicio de los derechos político electorales de la ciudadanía.

Al respecto, es importante hacer algunas consideraciones. En mi opinión, las reglas electorales están divididas en dos rubros, de acuerdo a las etapas del proceso: las que tienen relación con la preparación de la elección y las que se aplican una vez terminada la jornada electoral.

En la primera etapa es fundamental para los comicios en el estado de Tlaxcala la instalación de dos tipos de órganos: los consejos distritales y los consejos municipales. Cada uno de estos colegiados se integra por 6 personas y la representación de los partidos políticos con registro y/o acreditación ante el instituto y tienen la responsabilidad de computar los votos de las casillas que, de acuerdo con su delimitación geográfica, reciben una vez terminada la votación. Omitir la instalación de alguno de estos órganos sin un estudio y un minucioso análisis, es por decir lo menos, aventurado y más aún si el único argumento para ello es el económico.

Debemos ser claros, precisos y contundentes, no es verdad que omitir la instalación de alguno de estos órganos implique un ahorro. Quitar no siempre es ahorrar, pues, en el caso, retirar atribuciones a un órgano para dotarlas a otro implica utilizar el mismo gasto y demuestra un desconocimiento del funcionamiento del ITE. Las atribuciones de 75 consejos, con esa propuesta, ahora tendrían que ser cumplidas solo por 15 consejos, pero esto implica un aumento de personal y equipo tanto tecnológico como de infraestructura. Como mero ejemplo, en apariencia tendríamos que buscar únicamente 15 inmuebles para la instalación de estos consejos, sí, pero de mayores dimensiones, en zonas donde las rentas son más caras y con la necesidad de acondicionarlos para un número mayor de paquetes electorales, PREP y personal. No nos dejemos llevar por el canto de las sirenas.

Otro tema del que se ha hablado es el voto electrónico; sin embargo, es preciso comentar que una cosa es votar en una urna electrónica y otra es votar desde un dispositivo electrónico desde nuestro hogar. Estos mecanismos permiten sustituir la boleta electoral por una urna electrónica, pero, de cualquier forma, la ciudadanía tendría que salir de su domicilio para ir a sufragar. Votar desde un dispositivo móvil o computadora desde su casa, tiene otras implicaciones de conectividad, de acceso a internet de la ciudadanía y, por supuesto, de confianza.

Por otro lado, la representación indígena en Tlaxcala requiere un estudio previo antropológico y de escuchar a personas con un real y verdadero conocimiento de la historia de Tlaxcala, usos y costumbres y, particularmente, el origen de las presidencias de comunidad. No podemos tasar el tema con las mismas reglas en todas las entidades del país, sería un contrasentido hacia lo que se busca respetar: la multiculturalidad de los pueblos originarios.

Todos los procesos electorales nos dejan experiencias y mejoras que, de ser necesario, pueden ser implementadas por el poder legislativo y a partir del análisis se elaboren leyes que den certeza a todos los actores políticos, pero sobre todo a la ciudadanía, que es a quienes se deben.

No todo en la legislación electoral del estado debe cambiarse porque, en muchos aspectos, sigue siendo funcional. No corramos antes de caminar, perfeccionemos los procedimientos establecidos en la presente legislación y adecuémoslos a la actual realidad del estado; entender bien dichos procedimientos hará posible una adecuada reforma electoral.

  • *Consejera Electoral del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones.
  • Denisse Hernández Blas

Hace algunos días fuimos testigos de las mesas de trabajo que la Comisión de Asuntos Electorales coordinó para una propuesta de reforma electoral para la entidad. En dichas mesas hubo autoridades electorales, académicos y actores políticos, quienes desde su propia óptica emitieron sus puntos de vista al respecto.

Se expuso, entre otros temas, la paridad de género, el porcentaje de votación, la representación indígena y la cuota de jóvenes; sin duda, todos estos temas de vital importancia para el cumplimiento de las reglas constitucionales y el avance en garantizar el efectivo ejercicio de los derechos político electorales de la ciudadanía.

Al respecto, es importante hacer algunas consideraciones. En mi opinión, las reglas electorales están divididas en dos rubros, de acuerdo a las etapas del proceso: las que tienen relación con la preparación de la elección y las que se aplican una vez terminada la jornada electoral.

En la primera etapa es fundamental para los comicios en el estado de Tlaxcala la instalación de dos tipos de órganos: los consejos distritales y los consejos municipales. Cada uno de estos colegiados se integra por 6 personas y la representación de los partidos políticos con registro y/o acreditación ante el instituto y tienen la responsabilidad de computar los votos de las casillas que, de acuerdo con su delimitación geográfica, reciben una vez terminada la votación. Omitir la instalación de alguno de estos órganos sin un estudio y un minucioso análisis, es por decir lo menos, aventurado y más aún si el único argumento para ello es el económico.

Debemos ser claros, precisos y contundentes, no es verdad que omitir la instalación de alguno de estos órganos implique un ahorro. Quitar no siempre es ahorrar, pues, en el caso, retirar atribuciones a un órgano para dotarlas a otro implica utilizar el mismo gasto y demuestra un desconocimiento del funcionamiento del ITE. Las atribuciones de 75 consejos, con esa propuesta, ahora tendrían que ser cumplidas solo por 15 consejos, pero esto implica un aumento de personal y equipo tanto tecnológico como de infraestructura. Como mero ejemplo, en apariencia tendríamos que buscar únicamente 15 inmuebles para la instalación de estos consejos, sí, pero de mayores dimensiones, en zonas donde las rentas son más caras y con la necesidad de acondicionarlos para un número mayor de paquetes electorales, PREP y personal. No nos dejemos llevar por el canto de las sirenas.

Otro tema del que se ha hablado es el voto electrónico; sin embargo, es preciso comentar que una cosa es votar en una urna electrónica y otra es votar desde un dispositivo electrónico desde nuestro hogar. Estos mecanismos permiten sustituir la boleta electoral por una urna electrónica, pero, de cualquier forma, la ciudadanía tendría que salir de su domicilio para ir a sufragar. Votar desde un dispositivo móvil o computadora desde su casa, tiene otras implicaciones de conectividad, de acceso a internet de la ciudadanía y, por supuesto, de confianza.

Por otro lado, la representación indígena en Tlaxcala requiere un estudio previo antropológico y de escuchar a personas con un real y verdadero conocimiento de la historia de Tlaxcala, usos y costumbres y, particularmente, el origen de las presidencias de comunidad. No podemos tasar el tema con las mismas reglas en todas las entidades del país, sería un contrasentido hacia lo que se busca respetar: la multiculturalidad de los pueblos originarios.

Todos los procesos electorales nos dejan experiencias y mejoras que, de ser necesario, pueden ser implementadas por el poder legislativo y a partir del análisis se elaboren leyes que den certeza a todos los actores políticos, pero sobre todo a la ciudadanía, que es a quienes se deben.

No todo en la legislación electoral del estado debe cambiarse porque, en muchos aspectos, sigue siendo funcional. No corramos antes de caminar, perfeccionemos los procedimientos establecidos en la presente legislación y adecuémoslos a la actual realidad del estado; entender bien dichos procedimientos hará posible una adecuada reforma electoral.

  • *Consejera Electoral del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones.