/ martes 26 de marzo de 2019

¿Qué resulta rescatable?

Gobernación Federal se propone una limpia general ya que absoluta es la inmundicia que encontró en sus oficinas de migración, anuncia una sustitución total de lo pernicioso.

En los últimos años esa dependencia federal sirvió para todo, menos para atender humanamente a los migrantes. Sus estaciones de control se convirtieron en verdaderas mazmorras, donde se les privó de la libertad por razones administrativas. Ahí se ha violado, torturado y negociado con la libertad de los migrantes que cruzan México.

Nunca sabremos cuántos fueron asesinados, desaparecidos, descuartizados, sepultados clandestinamente o entregados a los carteles para su servicio, ni por quien. Ni los mexicanos se han salvado. Los que vienen a navidad, lo deben hacer en caravanas porque los asaltan y secuestran reclamándoles en dólares para su paso y liberación. Si el INM (Instituto Nacional de Migración) fuera sustituido sería mejor, porque degeneró en una instancia represora y que abiertamente colaboró con los propósitos del gobierno vecino del norte. A quienes en los últimos años les ha hecho el trabajo sucio. Todo esto resulta aborrecible y debe desaparecer.

Por supuesto que se requiere una asepsia total. Aunque el INM no es la única entidad gubernamental que necesita limpieza absoluta, estoy cierto de que ello debe aplicarse también al ámbito de la empresa y de la vida ciudadana. Me propongo en dos trabajos abordar este tema y, por de pronto, en esta primera entrega me referiré a la esfera gubernamental y, en la siguiente, a la esfera privada que es también un cochinero.

En la misma Gobernación, habría que limpiar las áreas de espionaje hacia todos los vigilables de la vida pública y privada. Limpiar las intenciones gubernamentales, porque causa temor que anuncien alguna reforma, ya que estas resultan en todo lo contrario. Asear la Dirección de Aduanas, para impedir el ingreso de precursores de drogas sintéticas como el fentanilo. A PEMEX, que de motor de desarrollo con Cárdenas, la pervirtieron entregando parte al extranjero y propiciando el encarecimiento de los energéticos. A la CFE que inició suministrando “electricidad para el desarrollo de México” y terminó revendiendo la energía producida por privados a elevados precios. A los penales de México, que no están en sintonía con la reforma penal instrumentada, que son jugosos negocios privados, universidades del crimen y hasta centros vacacionales, como las Islas Marías que en pleno autogobierno estuvo controlado por los “padrinos”. A la Policía Federal, para terminar con el pago de cuotas a la carga que transita por carreteras y que encarece el costo de la vida. A las Policías Judiciales para que de verdad investiguen y no apadrinen bandas de secuestradores. A las Policías Estatales que hasta cargan enormes conos naranjas para establecer sus “retenes” en donde les conviene y se les pega la gana, en franca violación a la Constitución, redituable “negocio” que ha sido imitado ahora por los municipales. A los municipios que han hecho de la vía pública, estacionamientos pagados no obstante la declaración de inconstitucionalidad que emitió la Corte. A las oficinas de emplacamiento que con el menor pretexto convierten la posibilidad del servicio en negocio. A las oficinas del Registro Civil que trafican con la tarea registral. A los burócratas de las instancias judiciales que mercantilizan servicios y términos. A los altos funcionarios que cobran el “diezmo” por autorizar las obras publicas. A los diputados que hacen lo mismo para autorizar partidas económicas a los municipios. A síndicos y regidores en los ayuntamientos que acostumbran los “moches” para consentir al comercio informal. A tanta corrupción tramitológica que se debe sufrir para instalar un negocio auspiciando el comercio informal en donde de todas maneras pagan cuotas a los líderes y autoridades y son materia de persecución. A los órganos de fiscalización que actúan por consigna y conveniencia y que en el caso de Tlaxcala denuncian con tanta alharaca sin que hasta la fecha esté en la cárcel algún ladrón del presupuesto municipal. A quienes dan el visto bueno para entregar viviendas, fertilizantes, despensas y demás beneficios sociales y que electoralmente comprometían a los beneficiados y les exigían su “moche”. A los funcionarios universitarios que en algunas partes del país han malversado en cantidades millonarias los recursos de esas instituciones. A los de aquella universidad del norte de México que vendió por kilo documentos históricos y de interés para la vida nacional. A los que han hecho del deporte oficial motivo de lucro económico y sexual. A los bomberos del D.F. que compraban carros para su uso privado en lugar de satisfacer las necesidades institucionales. A … A… A…, sería más, muchísimo más lo que hay que limpiar en México, para ejemplificar se necesitaría todo un volumen.

Causa zozobra enterarnos que hace unos días una ballena murió por contener en su estómago cuarenta kilos de plástico. Los ríos y mares contaminados. Las autoridades responsables disfrutando sus canonjías. ¿Dónde están los culpables? Para colmo de males se anuncia para esta primavera un calor infernal. Los asesinatos y desapariciones no cesan, las gasolinas siguen en aumento y el costo de la vida se eleva. Dicen que setecientas ochenta mil personas en todo el mundo se están muriendo por falta de agua potable, pero en México los carteles están apurados robándose la gasolina y cobrando derecho de piso, por decenas de miles de millones.

Cansa, sofoca, entristece y depresiona darnos cuenta de tanta podredumbre. Me gustaría describir un horizonte más optimista, pero esta es la realidad. Todos llevamos a cuestas la tarea del cambio. Hasta parece imposible. Hace falta un relevo de paradigmas y de régimen que por fortuna parece que se está dando.

¡No señora Secretaria de Gobernación!,… No solamente el INM necesita asepsia, la necesitan muchísimas áreas de la vida pública, su tarea es titánica. ¡Cuanto antes se aborde con eficacia será mejor!

Gobernación Federal se propone una limpia general ya que absoluta es la inmundicia que encontró en sus oficinas de migración, anuncia una sustitución total de lo pernicioso.

En los últimos años esa dependencia federal sirvió para todo, menos para atender humanamente a los migrantes. Sus estaciones de control se convirtieron en verdaderas mazmorras, donde se les privó de la libertad por razones administrativas. Ahí se ha violado, torturado y negociado con la libertad de los migrantes que cruzan México.

Nunca sabremos cuántos fueron asesinados, desaparecidos, descuartizados, sepultados clandestinamente o entregados a los carteles para su servicio, ni por quien. Ni los mexicanos se han salvado. Los que vienen a navidad, lo deben hacer en caravanas porque los asaltan y secuestran reclamándoles en dólares para su paso y liberación. Si el INM (Instituto Nacional de Migración) fuera sustituido sería mejor, porque degeneró en una instancia represora y que abiertamente colaboró con los propósitos del gobierno vecino del norte. A quienes en los últimos años les ha hecho el trabajo sucio. Todo esto resulta aborrecible y debe desaparecer.

Por supuesto que se requiere una asepsia total. Aunque el INM no es la única entidad gubernamental que necesita limpieza absoluta, estoy cierto de que ello debe aplicarse también al ámbito de la empresa y de la vida ciudadana. Me propongo en dos trabajos abordar este tema y, por de pronto, en esta primera entrega me referiré a la esfera gubernamental y, en la siguiente, a la esfera privada que es también un cochinero.

En la misma Gobernación, habría que limpiar las áreas de espionaje hacia todos los vigilables de la vida pública y privada. Limpiar las intenciones gubernamentales, porque causa temor que anuncien alguna reforma, ya que estas resultan en todo lo contrario. Asear la Dirección de Aduanas, para impedir el ingreso de precursores de drogas sintéticas como el fentanilo. A PEMEX, que de motor de desarrollo con Cárdenas, la pervirtieron entregando parte al extranjero y propiciando el encarecimiento de los energéticos. A la CFE que inició suministrando “electricidad para el desarrollo de México” y terminó revendiendo la energía producida por privados a elevados precios. A los penales de México, que no están en sintonía con la reforma penal instrumentada, que son jugosos negocios privados, universidades del crimen y hasta centros vacacionales, como las Islas Marías que en pleno autogobierno estuvo controlado por los “padrinos”. A la Policía Federal, para terminar con el pago de cuotas a la carga que transita por carreteras y que encarece el costo de la vida. A las Policías Judiciales para que de verdad investiguen y no apadrinen bandas de secuestradores. A las Policías Estatales que hasta cargan enormes conos naranjas para establecer sus “retenes” en donde les conviene y se les pega la gana, en franca violación a la Constitución, redituable “negocio” que ha sido imitado ahora por los municipales. A los municipios que han hecho de la vía pública, estacionamientos pagados no obstante la declaración de inconstitucionalidad que emitió la Corte. A las oficinas de emplacamiento que con el menor pretexto convierten la posibilidad del servicio en negocio. A las oficinas del Registro Civil que trafican con la tarea registral. A los burócratas de las instancias judiciales que mercantilizan servicios y términos. A los altos funcionarios que cobran el “diezmo” por autorizar las obras publicas. A los diputados que hacen lo mismo para autorizar partidas económicas a los municipios. A síndicos y regidores en los ayuntamientos que acostumbran los “moches” para consentir al comercio informal. A tanta corrupción tramitológica que se debe sufrir para instalar un negocio auspiciando el comercio informal en donde de todas maneras pagan cuotas a los líderes y autoridades y son materia de persecución. A los órganos de fiscalización que actúan por consigna y conveniencia y que en el caso de Tlaxcala denuncian con tanta alharaca sin que hasta la fecha esté en la cárcel algún ladrón del presupuesto municipal. A quienes dan el visto bueno para entregar viviendas, fertilizantes, despensas y demás beneficios sociales y que electoralmente comprometían a los beneficiados y les exigían su “moche”. A los funcionarios universitarios que en algunas partes del país han malversado en cantidades millonarias los recursos de esas instituciones. A los de aquella universidad del norte de México que vendió por kilo documentos históricos y de interés para la vida nacional. A los que han hecho del deporte oficial motivo de lucro económico y sexual. A los bomberos del D.F. que compraban carros para su uso privado en lugar de satisfacer las necesidades institucionales. A … A… A…, sería más, muchísimo más lo que hay que limpiar en México, para ejemplificar se necesitaría todo un volumen.

Causa zozobra enterarnos que hace unos días una ballena murió por contener en su estómago cuarenta kilos de plástico. Los ríos y mares contaminados. Las autoridades responsables disfrutando sus canonjías. ¿Dónde están los culpables? Para colmo de males se anuncia para esta primavera un calor infernal. Los asesinatos y desapariciones no cesan, las gasolinas siguen en aumento y el costo de la vida se eleva. Dicen que setecientas ochenta mil personas en todo el mundo se están muriendo por falta de agua potable, pero en México los carteles están apurados robándose la gasolina y cobrando derecho de piso, por decenas de miles de millones.

Cansa, sofoca, entristece y depresiona darnos cuenta de tanta podredumbre. Me gustaría describir un horizonte más optimista, pero esta es la realidad. Todos llevamos a cuestas la tarea del cambio. Hasta parece imposible. Hace falta un relevo de paradigmas y de régimen que por fortuna parece que se está dando.

¡No señora Secretaria de Gobernación!,… No solamente el INM necesita asepsia, la necesitan muchísimas áreas de la vida pública, su tarea es titánica. ¡Cuanto antes se aborde con eficacia será mejor!

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