/ sábado 17 de febrero de 2024

Retahíla para cinéfilos | “Con todos menos contigo”, la comedia romántica de febrero

No se trata del clásico de Timbiriche “Con todos menos conmigo”, sino de la nueva película de Will Gluck, una comedia romántica que se impuso en la cartelera de febrero para recordarnos que en este género la finalidad es entretener, sin dar mucho que pensar.

La historia sigue a Bea (Sydney Sweeney) y Ben (Glen Powell), que parecen ser la pareja perfecta cuando se conocen en una cafetería y pasan la noche juntos. A la mañana siguiente, un malentendido los convierte en rivales y no es hasta seis años después que se reencuentran en una boda.

Por motivos personales, quienes ahora se odian deberán fingir una relación romántica y enfrentarse a sus viejos amores para descubrir qué hay detrás de la noche que se conocieron.

Envueltos entre las opiniones de los amigos, la búsqueda de la identidad y la aprobación de la familia, Bea y Ben tejen un largometraje que contagia de buen humor desde los primeros hasta los últimos minutos, pues sacan a flote toda clase de clichés que envuelven al género y los hacen partícipes de la acción.

“Anyone But You”, su título original, replica la fórmula que había estado abandonada en Hollywood desde hace décadas y cumplió su función. Es sencilla, divertida y ridículamente cursi, pero lejos de ser un placer culpable, esta cinta es refrescante y honesta.

Cabe resaltar que una de las bondades en la construcción de la historia fue la asertividad del trabajo con la comunidad LGBT, que lejos de sentirse forzada o atrevida fue natural y sumó en creces las oportunidades de sostener diálogos entrañables.

Brilla en la producción de la película la espectacular selección que locaciones que van desde las clásicas calles atestadas de Estados Unidos hasta la impresionante postal del Teatro de Ópera en Sídney, Australia. En el inter, se disfrutan los colores elegidos para representar personalidades a través del vestuario.

Si bien no existe complejidad en el guion, lo que destaca de la narración interior de esta película es la química que existe entre los protagonistas y los actores de reparto. Su trabajo es tan auténtico que resulta difícil no quedarse atrapado entre alguno de los pasajes que interpretan y enamorarse del amor construido entre ellos.

“Con todos menos contigo” no reinventa el género, pero sí lo deconstruye para recordarnos que el amor, por más real que sea, evoluciona siempre en función de la sociedad.




No se trata del clásico de Timbiriche “Con todos menos conmigo”, sino de la nueva película de Will Gluck, una comedia romántica que se impuso en la cartelera de febrero para recordarnos que en este género la finalidad es entretener, sin dar mucho que pensar.

La historia sigue a Bea (Sydney Sweeney) y Ben (Glen Powell), que parecen ser la pareja perfecta cuando se conocen en una cafetería y pasan la noche juntos. A la mañana siguiente, un malentendido los convierte en rivales y no es hasta seis años después que se reencuentran en una boda.

Por motivos personales, quienes ahora se odian deberán fingir una relación romántica y enfrentarse a sus viejos amores para descubrir qué hay detrás de la noche que se conocieron.

Envueltos entre las opiniones de los amigos, la búsqueda de la identidad y la aprobación de la familia, Bea y Ben tejen un largometraje que contagia de buen humor desde los primeros hasta los últimos minutos, pues sacan a flote toda clase de clichés que envuelven al género y los hacen partícipes de la acción.

“Anyone But You”, su título original, replica la fórmula que había estado abandonada en Hollywood desde hace décadas y cumplió su función. Es sencilla, divertida y ridículamente cursi, pero lejos de ser un placer culpable, esta cinta es refrescante y honesta.

Cabe resaltar que una de las bondades en la construcción de la historia fue la asertividad del trabajo con la comunidad LGBT, que lejos de sentirse forzada o atrevida fue natural y sumó en creces las oportunidades de sostener diálogos entrañables.

Brilla en la producción de la película la espectacular selección que locaciones que van desde las clásicas calles atestadas de Estados Unidos hasta la impresionante postal del Teatro de Ópera en Sídney, Australia. En el inter, se disfrutan los colores elegidos para representar personalidades a través del vestuario.

Si bien no existe complejidad en el guion, lo que destaca de la narración interior de esta película es la química que existe entre los protagonistas y los actores de reparto. Su trabajo es tan auténtico que resulta difícil no quedarse atrapado entre alguno de los pasajes que interpretan y enamorarse del amor construido entre ellos.

“Con todos menos contigo” no reinventa el género, pero sí lo deconstruye para recordarnos que el amor, por más real que sea, evoluciona siempre en función de la sociedad.