/ sábado 25 de mayo de 2024

Retahíla para cinéfilos / El planeta de los simios: nuevo reino, nuevas aventuras

“El planeta de los simios: nuevo reino” marca una evolución significativa en la franquicia creada por Wes Ball, al explorar temas de supervivencia, éticos y conflictos entre especies con una profundidad que rara vez se ve en el cine de ciencia ficción.

La narrativa, centrada en la expansión del dominio de los simios y la lucha por coexistir con los humanos y otras especies animales en un mundo semifuturista, ofrece una reflexión poderosa sobre nuestra propia naturaleza y las consecuencias de nuestros actos.

En esta entrega conocemos a una aldea situada varias generaciones en el futuro tras el reinado de César, en el que los simios son la especie dominante que vive en armonía y los humanos han quedado reducidos a vivir en las sombras sin inteligencia ni capacidad de decisión sobre el mundo.

Mientras un nuevo y tiránico líder simio construye su imperio, un joven primate emprende un viaje desgarrador que le llevará a cuestionarse todo lo que sabe sobre el pasado y a tomar decisiones que definirán el futuro de ambas razas cuando se encuentra con Mae, una humana con quien crea un lazo de fraternidad que traspasa el dolor cronológico.

Si bien la historia atiende la necesidad del público de recordar a los viejos protagonistas de esta conmovedora saga, lo verdaderamente loable del filme aparece desplegado en sus créditos finales.

Las actuaciones, en particular la captura de movimiento, se quedan cortos a la imaginación, permitiendo una conexión emocional con personajes simios que se sienten increíblemente realistas y complejos. Los efectos visuales son geniales en todo el sentido de la palabra, al crear un mundo post-apocalíptico que es tanto fascinante como aterrador.

Destaca de la trama la capacidad para mantener a los espectadores al borde de sus asientos durante las escenas bélicas mientras se abordan cuestiones morales y filosóficas profundas. La película no solo es un festín visual, sino también una invitación a reflexionar sobre la naturaleza de la humanidad y la búsqueda de un equilibrio en un mundo cambiante.

La enseñanza de esta obra es que somos apenas un segundo en el reloj de la humanidad, por lo que adentrarse tampoco parece tan complicado. Tal como indica uno de sus personajes: “Caminaría desnudo por el cráter de un volcán activo si con ello pudiera aprender algo que no supiera ningún otro hombre”.

“El planeta de los simios: nuevo reino” es una adición poderosa a la serie y al cine de aventura repleto de mundos paralelos, que no solo entretiene sino también desafía al público a pensar más allá de la superficie y consolida su lugar como un clásico moderno en el género de ciencia ficción.

“El planeta de los simios: nuevo reino” marca una evolución significativa en la franquicia creada por Wes Ball, al explorar temas de supervivencia, éticos y conflictos entre especies con una profundidad que rara vez se ve en el cine de ciencia ficción.

La narrativa, centrada en la expansión del dominio de los simios y la lucha por coexistir con los humanos y otras especies animales en un mundo semifuturista, ofrece una reflexión poderosa sobre nuestra propia naturaleza y las consecuencias de nuestros actos.

En esta entrega conocemos a una aldea situada varias generaciones en el futuro tras el reinado de César, en el que los simios son la especie dominante que vive en armonía y los humanos han quedado reducidos a vivir en las sombras sin inteligencia ni capacidad de decisión sobre el mundo.

Mientras un nuevo y tiránico líder simio construye su imperio, un joven primate emprende un viaje desgarrador que le llevará a cuestionarse todo lo que sabe sobre el pasado y a tomar decisiones que definirán el futuro de ambas razas cuando se encuentra con Mae, una humana con quien crea un lazo de fraternidad que traspasa el dolor cronológico.

Si bien la historia atiende la necesidad del público de recordar a los viejos protagonistas de esta conmovedora saga, lo verdaderamente loable del filme aparece desplegado en sus créditos finales.

Las actuaciones, en particular la captura de movimiento, se quedan cortos a la imaginación, permitiendo una conexión emocional con personajes simios que se sienten increíblemente realistas y complejos. Los efectos visuales son geniales en todo el sentido de la palabra, al crear un mundo post-apocalíptico que es tanto fascinante como aterrador.

Destaca de la trama la capacidad para mantener a los espectadores al borde de sus asientos durante las escenas bélicas mientras se abordan cuestiones morales y filosóficas profundas. La película no solo es un festín visual, sino también una invitación a reflexionar sobre la naturaleza de la humanidad y la búsqueda de un equilibrio en un mundo cambiante.

La enseñanza de esta obra es que somos apenas un segundo en el reloj de la humanidad, por lo que adentrarse tampoco parece tan complicado. Tal como indica uno de sus personajes: “Caminaría desnudo por el cráter de un volcán activo si con ello pudiera aprender algo que no supiera ningún otro hombre”.

“El planeta de los simios: nuevo reino” es una adición poderosa a la serie y al cine de aventura repleto de mundos paralelos, que no solo entretiene sino también desafía al público a pensar más allá de la superficie y consolida su lugar como un clásico moderno en el género de ciencia ficción.