/ sábado 20 de abril de 2024

Retahíla para cinéfilos / “La primera profecía”, obra predilecta del terror religioso

El inicio de lo que parece ser una afortunada saga de terror satánico ya está en las salas de cine y su aventurada versión dirigida por Arkasha Stevenson promete convertirla en una de las mejores de todos los tiempos, pese a los antecedentes que han llevado al género de horror a la ruina. Se trata de “La primera profecía”, precuela de la famosa saga de los setenta que introdujo, junto con “El exorcista”, la fascinación por el terror religioso a más de una generación.

El filme nos embute en un agitado ambiente sobrenatural de la Italia setentera donde Margaret, una novicia estadounidense recién llegada, comienza su servicio religioso dentro de un orfanato de niñas. Sin embargo, su llegada a Roma no es del todo purista, pues un sacerdote e investigador del sitio le advierte que el anticristo se está gestando en el vientre de una mujer muy cercana a ella.

A pesar de los intentos por evitar la llegada de este ser que acabará con el bien de la humanidad, el fatídico destino es más que conocido, de manera que la sorpresa radica más bien en la manera de asumir los roles de nuestros entrañables personajes dentro de la afamada creencia.

Una historia grotesca, pero de buen gusto, llena de engaños y misterio te espera esta semana con la sorpresa de su arte, germinado desde el guion y florecido hasta la edición. Y es que la lúgubre atmósfera que se trazó para el desarrollo de este filme es tan virtuoso que resulta imposible no adentrarse a cada cuadro y dejar el alma en ellos.

La sugerente construcción de escenarios, vestuario y maquillaje apuestan por el buen gusto en las escenas donde se asoman aquellos aspectos grotescos y maquiavélicos que caracterizan este tipo de producciones; mientras que el diseño sonoro compite por un sutil ingreso a inconsciente que termina por traducirse en la piel erizada a lo largo de sus dos horas de duración.

Al final, todo apunta a que pronto podremos ver más de esta sólida entrega, ojalá que al menos sea una trilogía, pues si continúa con la calidad que nos regaló hasta este momento, la sala oscura volverá a llenarse en un género que parecía olvidado.

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El inicio de lo que parece ser una afortunada saga de terror satánico ya está en las salas de cine y su aventurada versión dirigida por Arkasha Stevenson promete convertirla en una de las mejores de todos los tiempos, pese a los antecedentes que han llevado al género de horror a la ruina. Se trata de “La primera profecía”, precuela de la famosa saga de los setenta que introdujo, junto con “El exorcista”, la fascinación por el terror religioso a más de una generación.

El filme nos embute en un agitado ambiente sobrenatural de la Italia setentera donde Margaret, una novicia estadounidense recién llegada, comienza su servicio religioso dentro de un orfanato de niñas. Sin embargo, su llegada a Roma no es del todo purista, pues un sacerdote e investigador del sitio le advierte que el anticristo se está gestando en el vientre de una mujer muy cercana a ella.

A pesar de los intentos por evitar la llegada de este ser que acabará con el bien de la humanidad, el fatídico destino es más que conocido, de manera que la sorpresa radica más bien en la manera de asumir los roles de nuestros entrañables personajes dentro de la afamada creencia.

Una historia grotesca, pero de buen gusto, llena de engaños y misterio te espera esta semana con la sorpresa de su arte, germinado desde el guion y florecido hasta la edición. Y es que la lúgubre atmósfera que se trazó para el desarrollo de este filme es tan virtuoso que resulta imposible no adentrarse a cada cuadro y dejar el alma en ellos.

La sugerente construcción de escenarios, vestuario y maquillaje apuestan por el buen gusto en las escenas donde se asoman aquellos aspectos grotescos y maquiavélicos que caracterizan este tipo de producciones; mientras que el diseño sonoro compite por un sutil ingreso a inconsciente que termina por traducirse en la piel erizada a lo largo de sus dos horas de duración.

Al final, todo apunta a que pronto podremos ver más de esta sólida entrega, ojalá que al menos sea una trilogía, pues si continúa con la calidad que nos regaló hasta este momento, la sala oscura volverá a llenarse en un género que parecía olvidado.

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