/ viernes 21 de septiembre de 2018

Tlaxcala, a un año de los sismos

Los sismos del 7 y el 19 de septiembre de 2017 dejaron una dolorosa huella en el país. La Ciudad de México, Morelos, Puebla, el Estado de México, Guerrero, Oaxaca y Chiapas sufrieron lamentables estragos.

En Tlaxcala, no tuvimos heridos ni pérdidas humanas, pero registramos daños en mil cuatro escuelas y 133 iglesias.

El gobernador Marco Mena y su gabinete desplegaron una serie de acciones que contribuyeron a mitigar estos efectos, pero fue la capacidad de gestión del Ejecutivo estatal ante el Gobierno federal lo que permitió iniciar la etapa de reparación de daños.

La coordinación con el Gobierno de la República, las autoridades municipales y las distintas dependencias estatales permitieron a Tlaxcala responder a la emergencia sin perder el ritmo de crecimiento positivo que traía desde inicios de año.

Con la emisión de una declaratoria de desastre natural, la entidad accedió a más de 58 millones del Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden), y con recursos de la Reforma Educativa, la Secretaría de Educación Pública (SEP) estableció un fondo que apoyó a cada escuela dañada con montos desde 25 mil y hasta 100 mil pesos.

A través del programa “Escuelas al 100”, más de 250 millones se destinaron a financiar la reparación de 960 escuelas con daños menores, y otras 61 que requerirán reconstrucciones parciales.

Además, el gobierno estatal activó el Fideicomiso de Desastres Naturales del Estado, con 10 millones de pesos, junto con un Fondo Extraordinario para Reparación de Escuelas, con otros 10 millones más, para acelerar estos trabajos.

También, a través de la Secretaría de Cultura, se autorizó la aplicación inmediata de 13 millones para intervenir el patrimonio cultural, y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público contempló a la entidad dentro de los estímulos fiscales y créditos hipotecarios que otorgará en apoyo a las familias afectadas en sus viviendas y negocios.

Fue justamente el acercamiento con las dependencias federales lo que permitió al estado superar esta circunstancia adversa.

En las reuniones de evaluación con la SEP federal, Tlaxcala destacó por mantenerse en los primeros lugares de atención a los planteles que sufrieron daños. Actualmente, la atención de escuelas supera el 80 por ciento, por lo que existe la expectativa de que, en breve, la reparación llegue al 100 por ciento.

Por su parte, la restauración y reapertura de iglesias lleva un avance de 47 por ciento, debido a que se trata de trabajos de más especialización y magnitud. Para ello, se dispuso de recursos por 163 millones de pesos, mismos que aún se están aplicando.

Según el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la Parroquia de San José, ubicada en el Centro Histórico, la Parroquia de Ocotlán de la capital, y el Exconvento Franciscano de Tepeyanco, fueron los inmuebles históricos que sufrieron daños graves y continúan en intervención.

A un año de los sismos de septiembre de 2017, resulta importante reconocer que, como estado no nos detuvimos, pero que necesitamos avanzar más en temas sensibles, como el del reforzamiento de los protocolos de actuación.

Al recordar la tragedia de ese entonces, los ciudadanos debemos tener presente que sumarnos a estas actividades es también nuestra responsabilidad.


Comentarios. marcosl.tecuapacho@gmail.com


Los sismos del 7 y el 19 de septiembre de 2017 dejaron una dolorosa huella en el país. La Ciudad de México, Morelos, Puebla, el Estado de México, Guerrero, Oaxaca y Chiapas sufrieron lamentables estragos.

En Tlaxcala, no tuvimos heridos ni pérdidas humanas, pero registramos daños en mil cuatro escuelas y 133 iglesias.

El gobernador Marco Mena y su gabinete desplegaron una serie de acciones que contribuyeron a mitigar estos efectos, pero fue la capacidad de gestión del Ejecutivo estatal ante el Gobierno federal lo que permitió iniciar la etapa de reparación de daños.

La coordinación con el Gobierno de la República, las autoridades municipales y las distintas dependencias estatales permitieron a Tlaxcala responder a la emergencia sin perder el ritmo de crecimiento positivo que traía desde inicios de año.

Con la emisión de una declaratoria de desastre natural, la entidad accedió a más de 58 millones del Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden), y con recursos de la Reforma Educativa, la Secretaría de Educación Pública (SEP) estableció un fondo que apoyó a cada escuela dañada con montos desde 25 mil y hasta 100 mil pesos.

A través del programa “Escuelas al 100”, más de 250 millones se destinaron a financiar la reparación de 960 escuelas con daños menores, y otras 61 que requerirán reconstrucciones parciales.

Además, el gobierno estatal activó el Fideicomiso de Desastres Naturales del Estado, con 10 millones de pesos, junto con un Fondo Extraordinario para Reparación de Escuelas, con otros 10 millones más, para acelerar estos trabajos.

También, a través de la Secretaría de Cultura, se autorizó la aplicación inmediata de 13 millones para intervenir el patrimonio cultural, y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público contempló a la entidad dentro de los estímulos fiscales y créditos hipotecarios que otorgará en apoyo a las familias afectadas en sus viviendas y negocios.

Fue justamente el acercamiento con las dependencias federales lo que permitió al estado superar esta circunstancia adversa.

En las reuniones de evaluación con la SEP federal, Tlaxcala destacó por mantenerse en los primeros lugares de atención a los planteles que sufrieron daños. Actualmente, la atención de escuelas supera el 80 por ciento, por lo que existe la expectativa de que, en breve, la reparación llegue al 100 por ciento.

Por su parte, la restauración y reapertura de iglesias lleva un avance de 47 por ciento, debido a que se trata de trabajos de más especialización y magnitud. Para ello, se dispuso de recursos por 163 millones de pesos, mismos que aún se están aplicando.

Según el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la Parroquia de San José, ubicada en el Centro Histórico, la Parroquia de Ocotlán de la capital, y el Exconvento Franciscano de Tepeyanco, fueron los inmuebles históricos que sufrieron daños graves y continúan en intervención.

A un año de los sismos de septiembre de 2017, resulta importante reconocer que, como estado no nos detuvimos, pero que necesitamos avanzar más en temas sensibles, como el del reforzamiento de los protocolos de actuación.

Al recordar la tragedia de ese entonces, los ciudadanos debemos tener presente que sumarnos a estas actividades es también nuestra responsabilidad.


Comentarios. marcosl.tecuapacho@gmail.com


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