/ martes 23 de noviembre de 2021

Una luz que se extingue o una que renace de cenizas VII

Ni un paso atrás, fue la consigna de Don Lázaro Cárdenas del Río, al Nacionalizar nuestro Petróleo. Hoy le tocó por fortuna a la Energía Eléctrica

Presidente Adolfo López Mateos

¿Qué tienen en común la 26ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), la reciente reunión celebrada de la CELAC en México (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), el Tratado entre México Estados Unidos y Canadá (T-MEC), la Cumbre México-EU-Canadá a celebrarse el día de hoy y el encarcelamiento de Emilio Lozoya Austin?

Acertó bien querido lector: lo que tienen en común estos eventos es la generación de energía y su relevancia para definir la matriz energética que como país debemos revisar y evaluar a partir de los resultados que se han obtenido de la reforma energética de 2013; ello en razón al planteamiento realizado por el Ejecutivo federal al proponer una reforma eléctrica a la Cámara de Diputados, pero particularmente ante dos paradigmas mundiales que se han presentado como dos variables que alteran el rumbo de la especie: el cambio climático y las pandemias (Covid-19).

Vamos por partes para entenderlo mejor, la matriz energética de nuestro país (o de cualquier otro) es la combinación de los insumos o recursos que se utilizan para ser transformados para generar, por ejemplo, energía eléctrica. En algunos casos, el carbón y el petróleo son los recursos que más se utilizan para producir la electricidad (fósiles).

En el caso de México, por ejemplo, en 2018 su matriz energética tenía una capacidad instalada para generar energía eléctrica con los siguientes porcentajes: recursos fósiles (68.36%), renovables (27.09% hidroeléctrica, eólica, geotérmica, biogas, fotovoltaica, bagazo) y otras limpias (4.56% nuclear, cogeneración eficiente, frenos regenerativos, licor negro) (SENER 2018).

En este sentido, hablar de cambiar la matriz energética implica transitar de los insumos fósiles a fuentes con menores costes, pero al mismo tiempo, que generen para el país una menor vulnerabilidad y mayor control de los precios en la generación de energía eléctrica, evitando con ello dependencia exterior o la posibilidad de apagones y otras eventualidades. Particularmente si entendemos que en México existen, poco más de 2.5 millones de personas que aún carecen del servicio básico de energía eléctrica.

De eso estamos hablando, de una planificación en uno de los sectores más importantes para el desarrollo, la industria y la igualdad social. Pues la reforma eléctrica plantea que la evolución del mercado no sea estática, nio dinámica y en este sentido la variación de los costes de las diferentes tecnologías de generación, consideraciones políticas o medioambientales son esenciales.

En otras palabras, la transformación de la matriz energética de nuestro país, acercándose más a las energías renovables y abandonando las energías fósiles es fundamental, pues permite la descarbonización de la economía (transición energética) pero el costo de esa transformación no puede ser más costoso de lo que es para un país con una desigualdad incompresible por la cantidad de poblaciones que se encuentra en la pobreza total.

De acuerdo con Iniciativa del Ejecutivo Federal, del viernes 1 de octubre de 2021, publicada en la Gaceta Parlamentaria de Palacio Legislativo de San Lázaro, Número 5877-I, expone los siguientes motivos para un replanteamiento:

La descripción pormenorizada de la citada reforma energética del 2013 es la más contundente motivación de la iniciativa de reforma que planteamos al Constituyente permanente:

… Las redes de transmisión y distribución permanecen como propiedad del Estado, bajo la responsabilidad del director de la CFE, pero, convertida de cada una en empresas autónomas, sometidas a disposiciones de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y Centro Nacional de Control de Energía (CENACE), el primero determina las tarifas y el segundo quién se interconecta y en dónde. La CFE no las administra, los intereses privados se imponen…

… El parque de generación de la CFE fue fragmentado en seis empresas autónomas [balcanización]… separación que genera importantes pérdidas económicas, la división del control y registro de usuarios, que entorpece la cobranza y se pierde el control y recuperación de las pérdidas de energía…

… A la CFE se le impuso un esquema… en el cual la compromete a largo plazo a precios de energía que no recuperan sus costos reales por cada central eléctrica… [por lo que] la CFE se ve forzada a comprar energía y capacidad a los generadores privados a precios elevados

… Esta situación es irracional, insostenible y representa graves riesgos para el sistema eléctrico nacional, ha saturado a la red y conmina a la CFE a contribuir líneas de transmisión y refuerzo de otras, con enormes costos a cargo de la CFE…

… [donde] cabe destacar que los proyectos privados, principalmente extranjero… han sido financiados en importantes porcentajes por la Banca de Desarrollo de México a tasas preferenciales y además con recursos de Afores.

Por esa razón esta columna insiste en esta nueva entrega sobre la necesidad de informar a usted lector, sobre la importancia de la energía eléctrica en un país que aún cuenta con la posibilidad de corregir el rumbo en el modelo transición energética que necesitamos para generar las mejores condiciones de igualdad y al mismo tiempo, de competencia en el mercado.

Reforma eléctrica reconoce la necesidad no de cerrarse al mercado abierto y las inversiones, pero si cambiar a un esquema de libre mercado a uno regulado para un país donde las condiciones sociales han sido devastadoras de manera previa y posterior a la pandemia, donde hay una mayoría de la población en condiciones que no pueden pagar la energía.

La propuesta reconoce, entre otras limitantes, la gran inercia del sector energético; los proyectos en construcción; los compromisos adquiridos por la administración federal con empresas e inversionistas nacionales y extranjeros; la dificultad para cambiar comportamientos y hábitos enraizados; la degradación general de los indicadores operativos por escasa inversión tanto pública como privada, así como el fraccionamiento del que ha sido objeto el sistema nacional de suministro de energía para acomodar a operadores distintos a Petróleos mexicanos (Pemex) y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

  • *Analista Político
  • Colaborador de Integridad Ciudadana A.C.

Ni un paso atrás, fue la consigna de Don Lázaro Cárdenas del Río, al Nacionalizar nuestro Petróleo. Hoy le tocó por fortuna a la Energía Eléctrica

Presidente Adolfo López Mateos

¿Qué tienen en común la 26ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), la reciente reunión celebrada de la CELAC en México (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), el Tratado entre México Estados Unidos y Canadá (T-MEC), la Cumbre México-EU-Canadá a celebrarse el día de hoy y el encarcelamiento de Emilio Lozoya Austin?

Acertó bien querido lector: lo que tienen en común estos eventos es la generación de energía y su relevancia para definir la matriz energética que como país debemos revisar y evaluar a partir de los resultados que se han obtenido de la reforma energética de 2013; ello en razón al planteamiento realizado por el Ejecutivo federal al proponer una reforma eléctrica a la Cámara de Diputados, pero particularmente ante dos paradigmas mundiales que se han presentado como dos variables que alteran el rumbo de la especie: el cambio climático y las pandemias (Covid-19).

Vamos por partes para entenderlo mejor, la matriz energética de nuestro país (o de cualquier otro) es la combinación de los insumos o recursos que se utilizan para ser transformados para generar, por ejemplo, energía eléctrica. En algunos casos, el carbón y el petróleo son los recursos que más se utilizan para producir la electricidad (fósiles).

En el caso de México, por ejemplo, en 2018 su matriz energética tenía una capacidad instalada para generar energía eléctrica con los siguientes porcentajes: recursos fósiles (68.36%), renovables (27.09% hidroeléctrica, eólica, geotérmica, biogas, fotovoltaica, bagazo) y otras limpias (4.56% nuclear, cogeneración eficiente, frenos regenerativos, licor negro) (SENER 2018).

En este sentido, hablar de cambiar la matriz energética implica transitar de los insumos fósiles a fuentes con menores costes, pero al mismo tiempo, que generen para el país una menor vulnerabilidad y mayor control de los precios en la generación de energía eléctrica, evitando con ello dependencia exterior o la posibilidad de apagones y otras eventualidades. Particularmente si entendemos que en México existen, poco más de 2.5 millones de personas que aún carecen del servicio básico de energía eléctrica.

De eso estamos hablando, de una planificación en uno de los sectores más importantes para el desarrollo, la industria y la igualdad social. Pues la reforma eléctrica plantea que la evolución del mercado no sea estática, nio dinámica y en este sentido la variación de los costes de las diferentes tecnologías de generación, consideraciones políticas o medioambientales son esenciales.

En otras palabras, la transformación de la matriz energética de nuestro país, acercándose más a las energías renovables y abandonando las energías fósiles es fundamental, pues permite la descarbonización de la economía (transición energética) pero el costo de esa transformación no puede ser más costoso de lo que es para un país con una desigualdad incompresible por la cantidad de poblaciones que se encuentra en la pobreza total.

De acuerdo con Iniciativa del Ejecutivo Federal, del viernes 1 de octubre de 2021, publicada en la Gaceta Parlamentaria de Palacio Legislativo de San Lázaro, Número 5877-I, expone los siguientes motivos para un replanteamiento:

La descripción pormenorizada de la citada reforma energética del 2013 es la más contundente motivación de la iniciativa de reforma que planteamos al Constituyente permanente:

… Las redes de transmisión y distribución permanecen como propiedad del Estado, bajo la responsabilidad del director de la CFE, pero, convertida de cada una en empresas autónomas, sometidas a disposiciones de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y Centro Nacional de Control de Energía (CENACE), el primero determina las tarifas y el segundo quién se interconecta y en dónde. La CFE no las administra, los intereses privados se imponen…

… El parque de generación de la CFE fue fragmentado en seis empresas autónomas [balcanización]… separación que genera importantes pérdidas económicas, la división del control y registro de usuarios, que entorpece la cobranza y se pierde el control y recuperación de las pérdidas de energía…

… A la CFE se le impuso un esquema… en el cual la compromete a largo plazo a precios de energía que no recuperan sus costos reales por cada central eléctrica… [por lo que] la CFE se ve forzada a comprar energía y capacidad a los generadores privados a precios elevados

… Esta situación es irracional, insostenible y representa graves riesgos para el sistema eléctrico nacional, ha saturado a la red y conmina a la CFE a contribuir líneas de transmisión y refuerzo de otras, con enormes costos a cargo de la CFE…

… [donde] cabe destacar que los proyectos privados, principalmente extranjero… han sido financiados en importantes porcentajes por la Banca de Desarrollo de México a tasas preferenciales y además con recursos de Afores.

Por esa razón esta columna insiste en esta nueva entrega sobre la necesidad de informar a usted lector, sobre la importancia de la energía eléctrica en un país que aún cuenta con la posibilidad de corregir el rumbo en el modelo transición energética que necesitamos para generar las mejores condiciones de igualdad y al mismo tiempo, de competencia en el mercado.

Reforma eléctrica reconoce la necesidad no de cerrarse al mercado abierto y las inversiones, pero si cambiar a un esquema de libre mercado a uno regulado para un país donde las condiciones sociales han sido devastadoras de manera previa y posterior a la pandemia, donde hay una mayoría de la población en condiciones que no pueden pagar la energía.

La propuesta reconoce, entre otras limitantes, la gran inercia del sector energético; los proyectos en construcción; los compromisos adquiridos por la administración federal con empresas e inversionistas nacionales y extranjeros; la dificultad para cambiar comportamientos y hábitos enraizados; la degradación general de los indicadores operativos por escasa inversión tanto pública como privada, así como el fraccionamiento del que ha sido objeto el sistema nacional de suministro de energía para acomodar a operadores distintos a Petróleos mexicanos (Pemex) y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

  • *Analista Político
  • Colaborador de Integridad Ciudadana A.C.