Recuerda Katia Olaya Jiménez vivencias en el deporte en el Día Internacional de la Juventud

“Fue una sorpresa estar entre las15 mejores, había entrenado pocos meses; fue cuando llegó miprimera Olimpiada Nacional en Tamaulipas, en donde mi expectativaera baja, fue cuando entendí lo que era competirKatia Olaya Jiménez

Al conmemorarse el Día Internacional de la Juventud, Zacatelcofue sede del foro de emprendedores, organizado por el ayuntamientoa través del regidor Jorge Esteban Arcos Guzmán.

La atleta Katia Olaya Jiménez Zempoalteca abordó pasajes de suvida, que la llevaron a ser campeona de la Olimpiada Nacional yrepresentante mexicana en competencias internacionales.

La ganadora del Premio Estatal del Deporte 2012, originaria delmunicipio de Totolac, recordó que incursionar en el atletismo ledio disciplina y una visión distinta de la vida.

“Esto comenzó con mis padres, que son docentes de educaciónfísica, con ellos de niña iba a clases de natación, tenía elgusto de ir a los campamentos y después de algunos años de tenerel problema de hiperactividad, mis papás me llevaron a variosdeportes”.

La corredora comentó que se integró en su infancia alvoleibol, basquetbol, natación y ajedrez, “era realmente mala enlo que hacía, pero después mi mamá se acercó al entrenadorArturo Durán y me pidió que practicara atletismo”.

En sus recuerdos, señaló que fue “bello estar con niños demi edad, con quién platicar, fue cuando comencé a conocer algoque no tenía en mi vida, la disciplina, tenía 11 años”.

Katia Olaya dijo que debía ir a la escuela, comer yentrenar.

“Inicialmente me di por vencida, pero ni mamá me dijo quepodía demostrármelo, no dejarlo como otros deportes, que podíallegar a la Olimpiada Nacional y ahí poder retirarme”.

En ese entonces, Jiménez Zempoalteca veía lejano alcanzar unpase a la fase final juvenil, que reunía a las mejores 15 mejoresatletas del país.

“Mi mamá me pidió que creyera en mi, que sí lo podíalograr y un mes después llegó la Olimpiada Estatal”.

Mencionó que la niña chiquita con escasa experiencia llegó ensegundo lugar atrás de la campeona vigente, por lo que losentrenadores veían en ella cualidades, “pero no me gustaba aún,era muy riguroso para mí, era un castigo ir a entrenar”.

Sorpresivacalificación

En poco tiempo, la deportista calificó como lugar 15 a laOlimpiada Nacional, “fue una sorpresa estar entre las 15 mejores,había entrenado pocos meses; fue cuando llegó mi primeraOlimpiada Nacional en Tamaulipas, en donde mi expectativa era baja,fue cuando entendí lo que era competir, estaba nerviosa, perocomenzaba a conocer el mundo de atletismo, a mi regreso a casa mesentía contenta”.

Días después, refirió, su madre le fijó un nuevo reto, el deganar la Olimpiada Nacional y pensar en dejar de entrenar.

Llegaron los oros

Al siguiente año, Katia Olaya ganó oro en dos pruebas: en losdos mil y 800 metros planos.

“Llegué a Tlaxcala y me hicieron una bienvenida, mi mamá medijo que lo lograste, ahora puedes dejar de entrenar, pero me dicuenta que no podía dejar de hacerlo porque el deporte me diovalores que he desarrollado, por medio de él conocí amigos demuchos años, que tienen valor en mi vida, realicé viajes, vi lavida en otra perspectiva, por lo que me dije que esto es mi vida,no lo dejaré”. Una niña rival se mofóde ella preguntándole que sentía quedar en tercer lugar cuandoestaba acostumbrada a ganar. “Quedaba una prueba, al siguientedía a esa niña favorita para esa prueba de los 1500 metros legané, me quedé a cinco segundos del récord nacionalRecordó que siguió sus entrenamientos y al año siguienterepitió con oro en la Olimpiada Nacional.

Las anécdotas

Entre sus anécdotas mencionó uno no tan agradable, el viajaren autobús a Mérida, Yucatán, tiempos de escaso apoyo por partedel gobierno al deporte, “pasó algo extraño, fueron muchashoras viajando, llegamos a las ocho de la mañana, teníamos quedescansar y mi prueba era a las ocho de la noche ese mismodía”.

Añadió que era una atleta joven, que no veía con claridad loque me podía afectarle, “llevaba la marca para ganar, pero elviaje fue muy pesado, no llegué al cien físicamente, estabadesgastada, corrí bien, pero me ubiqué en tercer lugar”.

Refirió que su sentimiento fue de tristeza, pero “en mi casame han enseñado, que cuando caigas hay que levantar lacara”.

Dijo que una niña rival se mofó de ella preguntándole quesentía quedar en tercer lugar cuando estaba acostumbrada a ganar.“Quedaba una prueba, al siguiente día a esa niña favorita paraesa prueba de los 1500 metros le gané, me quedé a cinco segundosdel récord nacional, pero logré marca para los Centroamericanos ydel Caribe de Panamá”.

Ante ello, la deportista reflexionó que sacó el carácter y elempuje momentos después de que alguien la cuestionaba.

“Mi mamá me pisó el ego de niña, demostré que podía,siento que todo lo que pude lograr en el atletismo fue por elentorno en el que viví, mis papás de educación física conocíanel tema”, sostuvo.

Jiménez subrayó que está feliz de lo que ha hecho en su vida,al conocer por medio del deporte a gente exitosa.

Después de sus logros en justas nacionales, comentó que“pensé cómo ayudar a las demás personas, tenía 15 años deedad y ya hacía trabajos para ayudar a los demás, actualmentesigo entrenando y ayudando a la gente, estudio la licenciatura deterapia física y rehabilitación y me encanta estar rodeada depersonas exitosas”.

En el foro Juventud Emprendedora, al que asistió el alcaldeTomás Orea Albarrán, también participaron Eber Medina Flores,primer lugar nacional en ingreso a educación media superior yJosé Luis Guzmán Zecua, Premio Estatal de la Juventud Tlaxcala2010.

Ambos coincidieron en que los jóvenes deben fijarse metas ybuscarlas con decisión.