La Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia (AAAS, por sus siglas en inglés) es una organización internacional dedicada a la cooperación y divulgación cinetífica, misma que publicó un hallazgo que están cambiando la persepción del rol de la mujer a través de la historia de la humanidad.
Naturalmente, se ha entendido que en las tribus del periodo prehistórico, los hombres eran los cazadores y las mujeres recolectoras, pero el descubrimiento de una joven enterrada hace 9.000 años en la cordillera de los Andes con armas y herramientas de caza, ha puesto en tela de juicio la primera versión.
La mujer de entre 17 y 19 años, fue desenterrada con utensilios que suponen era cazadora de animales de gran tamaño. Entre esos elementos se encontraban un cuchillo, veinte puntas de proyectiles de piedra e instrumentos para raspar y curtir pieles.
De acuerdo con arquélogos, los objetos con los que enterraban a las personas en su muerte, eran las que los acompañaron durante su vida y, para comprobar si la hipótesis era verídica, los investigadores de la Universidad de California estudiaron 429 esqueletos en 107 sitios de América, correpondinetes a los periodos Pleistoceno tardío y Holoceno temprano, hace unos 8.000 a 14.000 años.
El resultado de la investigación fue que de los 27 esqueletos enterrados con herramientas de caza, 11 eran mujeres y 15 hombras, prueba suficiente para “garantizar la conclusión de que la participación femenina en la caza temprana de animales de gran tamaño probablemente no fue trivial”, argumenta la revista Scientific Reports y “No debería sorprender que las mujeres pudieran cazar”, agrega Bonnie L. Pitblado, antropóloga de la Universidad de Oklahoma, “Estas mujeres vivían en lo alto de los Andes, a 13.000 pies a tiempo completo; si puedes hacer eso, seguramente podrás derribar un ciervo".
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