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Desde 1973, Luis Vega Piscil, originario de San Miguel del Milagro, elabora dulces típicos como alegría y palanqueta, entre otros y, a la fecha, continúa desarrollando esta actividad de manera artesanal, a pesar de que la mayoría de sus conocidos y familiares la realiza de forma industrializada, lo que lo ubica como una de las últimas personas en conservar esta tradición.
Con más de 60 años de edad, ha formado una nueva generación de dulceros que ha tomado un nuevo camino en la elaboración de estos productos emblemáticos del municipio de Nativitas, pues mientras él lo hace “a la antigua”, los demás se han valido de la tecnología para incrementar su producción y ganancias.
En entrevista, recordó que desde niño aprendió este trabajo gracias a su hermano mayor, quien ya se dedicaba a esta actividad pues el sueldo que recibían de la fábrica no les alcanzaba, por lo que debieron emplearse en algo más para apoyar a la familia.
Asimismo, dijo que tiempo después de que ya había aprendido el oficio se casó, por lo que comenzó a trabajar de lleno y por su cuenta en la elaboración y venta del producto, el cual llegó a ofertar en ferias y tianguis de Veracruz, Guadalajara y Querétaro.
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Añadió que gracias a ello pudo sacar adelante a sus 10 hijos, aunque por momentos también laboraba en el campo para sufragar los gastos que cada vez se incrementaban.
Además, refirió que al principio, la compra de los insumos era más accesible, pero actualmente todo ha aumentado su precio, como en el caso del azúcar, el amaranto y ni qué decir de la gasolina, la cual es necesaria para el vehículo y poder llevar sus productos a otros estados.
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Por otro lado, señaló que debido a que actualmente trabaja solo, su producción la realiza diariamente y solo acude a vender los sábados al estado de Hidalgo y descansa el domingo.
EL NEGOCIO
Dentro de su inversión, detalló que durante esos cinco días de trabajo gasta alrededor de mil pesos en amaranto, azúcar, piloncillo, cacahuate, jamoncillo y pepita, insumos que compra en la ciudad de Puebla, pero su ganancia alcanza el mismo monto, por lo que sí es negocio.
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“Gracias a Dios tengo 45 años vendiéndolos y la gente lo sigue pidiendo, consumiendo y les gusta mi producto, pues hago de dos tipos, el de azúcar y piloncillo, que es el que más les gusta a las personas”, explicó.
EL PROCESO DE ELABORACIÓN DE LA ALEGRÍA
Comentó que se levanta en punto de las 07:00 horas para comenzar a calentar el piloncillo, pues, por su consistencia, tarda en convertirse en líquido y, posteriormente, sigue con el azúcar.
Una vez caliente el piloncillo, debe seleccionarse el amaranto y dejarlo remojar por algunos minutos para que “reviente” bien para, posteriormente, pasarlo a la tostadora.
Una vez tostado, lo coloca en una tina y se le vierte el piloncillo caliente para realizar la mezcla.
Más adelante y antes de que enfríe, comienza la elaboración apoyado de moldes de los círculos de la alegría y deja secar para empaquetarlos de a 10 piezas cada uno.
Para el caso de la de azúcar, el procedimiento es el mismo, solo que se sustituye el piloncillo por el endulzante.
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PROCESO DE ELABORACIÓN DE LA PALANQUETA
Para el caso de la palanqueta de cacahuate, se coloca el piloncillo en el recipiente para calentarlo y luego, dentro de ese balde, introduce el cacahuate, con lo que evita que se enfríe antes de darle la forma.
Posteriormente coloca la mezcla, todavía caliente, en un bastidor de un metro de largo por medio de ancho para, posteriormente, con un rodillo, aplanar la mezcla y darle la forma plana de este dulce.
Una vez aplanada en su totalidad, con una regla de madera realiza los trazos y cortes con un cuchillo para después empacarla.
EL APOYO
Indicó que hace algunos años recibió apoyo por parte del Sistema Estatal de Promoción del Empleo y Desarrollo Comunitario para comprar la tostadora, pero solo como préstamo pues el importe lo restituyó en su totalidad.
Además, explicó que hace tiempo contaba con la marca de su producto, que era con la que acudía a promover sus productos, pues también elaboraban atole, tamales, pastel y galletas de amaranto.
LA VENTA FAMILIAR DE DULCES
Aunque de manera industrial, contó que su yerno ha expandido su negocio a otros estados, pues ahora cuenta con puestos en la Ciudad de México y Puebla, además de que acude a vender sus productos a Guadalajara, Querétaro y Aguascalientes, pues de esta actividad es que ha salido adelante con su familia.
También señaló que una de sus hijas acude a Tepeaca, San Martín y Puebla pues ya no se dedica a otra cosa, pero todos aprendieron de él, aunque han innovado tecnológicamente.
SAN MIGUEL DEL MILAGRO
Según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, la comunidad de San Miguel del Milagro cuenta con mil 117 habitantes
40 % De la población de San Miguel del Milagro se dedica a la elaboración de dulces típicos
La elaboración de manera artesanal ya no se puede preservar, pues las nuevas herramientas que utilizan les facilitan el trabajo y la producción en masa”.
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