Quiero decirles que no están solos, fue el mensaje que María Elena Álvarez-Buylla Roces, directora general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), envió a los pobladores de la cuenca Atoyac-Zahuapan y a los representantes de las organizaciones de enlace comunitario y de los pueblos afectados por la contaminación.
Al emitir el mensaje de bienvenida del foro “Diálogo entre comunidades, academia y gobierno sobre la problemática multidimensional de contaminación de la Cuenca del Alto Atoyac”, la bióloga de profesión sostuvo que a través de distintos proyectos nacionales de investigación e incidencia, el Conacyt atiende la grave crisis ambiental que viven habitantes de la región Puebla-Tlaxcala.
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Detalló que se trata de los Programas Nacionales Estratégicos del Conacyt y los Proyectos Nacionales de Investigación e Incidencia, que abordan temas específicos como agentes tóxicos y procesos contaminantes, el agua, la salud y soberanía alimentaria, entre otros, que están todos articulados, presentes y coincidiendo en Puebla y Tlaxcala con una inversión considerable de varios millones de pesos.
Y aunque eso es necesario, lo más importante es el compromiso de cientos de investigadores y de estudiantes que tienen el pleno compromiso, no solamente de investigar y generar datos e información, sino de incidir con eficacia para establecer líneas claras de acción a favor de la vida en esta importante región del país, aseveró.
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La directora del Conacyt lamentó las innumerables afectaciones y estragos que la contaminación ha ocasionado en pobladores que viven en los márgenes del Zahuapan, como las muertes o las enfermedades crónicas que, dijo, son una larga lista de denuncias, protestas y exigencia de acciones para contener la polución de la cuenca.
Y como ejemplo de las catástrofes mencionó que las personas que viven en la cuenca tienen 400 veces más probabilidades de enfermar de cáncer que el resto de la población, y registran un mayor daño genotóxico que quienes viven en la Ciudad de México.
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El río Atoyac-Zahuapan es uno de los cinco del país que cuentan con declaratoria de clasificación de Conagua (Comisión Nacional del Agua) por los altos niveles de contaminación que sufre, y demanda un saneamiento urgente, pero con el acompañamiento y acción desde un enfoque renovado de las comunidades, la ciencia, la tecnología y la innovación, detalló a través de una videoconferencia.
Destacó que es necesario que la cuenca Atoyac-Zahuapan sea estudiada y atendida como un ser que genera vida y no como un objeto estadístico o simplemente como un área de explotación salvaje o un receptor de desechos químicos, tóxicos o industriales.
Por eso, aplaudió la organización del foro, que calificó como una oportunidad histórica para realmente generar acciones que combatan la contaminación, pues indicó que de esa forma hay un avance coordinado de los gobiernos, instituciones y comunidades, en un contexto político firme para la creación de soluciones en beneficio del pueblo.
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Además, dijo que es también una oportunidad para profundizar en los problemas nacionales, y para que las propuestas de saneamiento sean apegadas a la realidad y no sean solo medidas que mitiguen temporalmente el grave problema que por años ha dañado la salud y la tranquilidad de las personas.
Hoy la ciencia es un derecho constitucional en México y estamos decididos a orientarla al sentir común, finalizó.
María Elena Álvarez-Buylla detalló que es necesario que la cuenca Atoyac-Zahuapan sea estudiada y atendida como un ser que genera vida y no como un objeto estadístico.
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