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Aunque los últimos días del año parecen ser perfectos por la llegada del aguinaldo, las vacaciones y regalos, también podría significar un desequilibrio en tu salud financiera si no planeaste tus gastos con anticipación.
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Al conjunto de deudas que suelen dejar las fiestas decembrinas también se suma la inflación que aumenta año con año en el país. El resultado de todo lo anterior es la temible cuesta de enero. Financieramente, este periodo de tiempo suele ser el más difícil de superar del año, por ese motivo, de acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor, los expertos han desarrollado cuatro estrategias para enfrentarlo con éxito desde los primeros días.
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1. Pagar las deudas
Existen tres métodos por los cuales se remienda liquidar las deudas, que son aquellas que están generando gastos en lugar de beneficios.
- El método de la bola de nieve: consiste en ordenar las deudas de menor a mayor. La idea es pagar el mínimo en todas ellas cada mes, y poner todo el dinero extra que tengas en la deuda más pequeña. Cuando esa deuda quedó saldada, pasas a la segunda más pequeña, sin olvidar de hacer los pagos mínimos en las demás.
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- El método de la avalancha: en él ordenas tus deudas desde la que tiene el tipo de interés más alto al más bajo. Tras hacer los pagos mínimos de todas las deudas, dedicas el dinero remanente para pagar la deuda que tiene los intereses más altos y así sucesivamente hasta llegar a la que tiene menos intereses.
- El método de la tormenta de nieve: combina los dos anteriores. Te concentras en una o dos de las deudas más pequeñas primero y luego sigues con la deuda que tiene la tasa de interés más alta.
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2. Reduce y planifica
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Hacer pequeños ajustes a la rutina diaria podría significar un cambio a largo plazo. La sugerencia es hacer un plan de gastos semanal e identificar en él los gastos hormiga que se pueden anular para iniciar un ahorro.
Puedes iniciar con una lista de ingresos y gastos por mes o semana. La columna de ingresos va acompañada de una que diga gastos fijos (como la renta, luz, agua, gas, transporte, internet, teléfono, supermercado, medicamentos, entre otros).
Luego agregar una columna con deudas y una cuarta columna con todas las cosas que no son vitales y que eventualmente podrían recortarse. En el plan semanal o mensual también se puede contemplar el presupuesto límite que nos permita identificar el tope de gastos diarios permitidos con margen de ahorro.
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3. Busca un ingreso extra
La cuesta de enero también puede significar una oportunidad para explotar talentos y deshacerse de lo que no se usa.
Al buscar un ingreso extra, por ejemplo, se puede vender ropa, accesorios o dispositivos electrónicos que ya no se usan en la casa, así como alquilar alguna habitación libre a través de redes sociales mientras te estabilizas nuevamente.
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4. Inicia tu ahorro
Los problemas económicos, la carencia y las deudas hacen que el ahorro sea lo último que pensemos. No obstante, es un pilar de la estabilidad soñada.
Recuerda que tener dinero ahorrado te permite actuar ante una emergencia o imprevisto, alcanzar objetivos y asegurar bienestar en el futuro. Además, el ahorro no siempre significa quitar presupuesto de gustos, sino que pude estar ligado a la reducción de servicios a los que normalmente no se les presta atención como desconectar los aparatos electrónicos en desuso y recurrir a los mercados de segunda mano.
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- El hábito del ahorro es una de las claves para conseguir estabilidad financiera.
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