A mí me da mucho gusto ver cómo cada vez más en las distintas licenciaturas de biología, en todo el país, se enseña la teoría de la evolución muy bien, lo que yo creo que nos falta es que tengamos un diálogo con los médicos, los dentistas, los veterinarios y los psicólogos, para que nos demos cuenta que en realidad uno no puede entender un fenómeno biológico si no lo examina bajo una óptica evolutiva, consideró el científico Antonio Lazcano Araujo.
Antes de dictar la conferencia “El RNA y el Origen de la Vida”, como parte del VI taller “Aparato Urogenital: fisiopatología y enfoques experimentales especializados”, celebrado en la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT), el investigador mexicano comentó que el tema sobre la evolución ha avanzado de una manera extraordinaria, debido a que “México es uno de los países donde hay mayor avidez entre los estudiantes, profesores y comunidad en general por la teoría de la evolución”.
En diversas entrevistas, el científico adscrito al Colegio Nacional ha revelado que a los 11 años recibió un libro de Aleksandr Oparin, el cual definiría el curso de su vida, a más de cinco décadas de haber leído a este biólogo y bioquímico soviético, ayer afirmó que lo seguiría recomendando “porque es un clásico”.
Agregó que hay detalles que han sido evidentemente superados y hay aspectos que él no previó, “pero lo mismo pasa con cualquier clásico en la ciencia, uno puede leer a Charles Darwin y seguir aprendiendo, y lo mismo pasa con Oparin, el esquema general de la teoría es el que yo creo que sigue extraordinariamente válido”.
- RESPONSABILIDAD DE TODOS
De acuerdo con el entrevistado, “la gente -tanto el aparato político mexicano como en el aparato social-, no se percata de la ciencia como un elemento indispensable para tener una sociedad mejor y más democrática, es muy fácil decir ‘con razón que el estado mexicano no promueve el desarrollo de la ciencia o que las medidas no son adecuadas’, sí, pero la sociedad tampoco lo hace”.
Agregó que la definición de cultura que se tiene en México incluye la poesía, la danza, la pintura y demás, pero excluye la reflexión sobre la ciencia contemporánea, “y yo creo que no hay que verlo como cosas en las que tenemos que tener un maridaje forzoso, pero sí un amasiato intelectual cada vez más intenso”, y, afirmó, “es una responsabilidad del estado, de la clase política y de la sociedad”.
Para rematar mencionó que sus alumnos de la Universidad Nacional Autónoma de México le compartieron un análisis sobre los discursos que pronunciaron los distintos candidatos a los puestos políticos el día que les dijeron formalmente que podían contender, “ni uno solo de ellos mencionó en ningún momento la palabra ciencia, yo creo que eso es muy revelador”.
- MODESTIA CIENTÍFICA
Con más de tres décadas en el estudio de la biología evolutiva, específicamente sobre el origen de la vida, Lazcano Araujo expresó que le falta estudiar todo, ya que “uno va resolviendo pequeños problemas, uno va encontrando manera de generar un pequeño ladrillo en una pared a la que falta mucho por construir, en la que no sabemos bien a bien ni cuál es el pegamento ni hacia dónde va la pared y la construcción”.
Yo creo que cuando uno elige el mundo académico está lejos de la frivolidad de la política, de la economía, cosas así como destinos personales, y uno tiene la posibilidad de renovarse todo el tiempo
Antonio Lazcano / Científico