Así como Jesús sirvió durante el lavatorio de los pies a sus discípulos, la feligresía debe estar al servicio de los demás, sostuvo Julio César Salcedo Aquino, Obispo de la Diócesis de Tlaxcala.
La tarde-noche de este Jueves Santo, durante la misa de la Cena del Señor, el máximo jerarca de la Iglesia católica en la entidad expresó que Dios dio el mandamiento del amor y que todo está encausado siempre al servicio de los demás, que nada está encerrado en las personas, en la Iglesia o en la comunidad.
Desde la catedral de Nuestra Señora de la Asunción, en la capital del estado, explicó que la presencia de Judas es constante durante toda la Semana Santa y que así como él estuvo tentado a entregar a Jesús, los fieles vive en la misma situación.
"Nosotros muchas veces estamos ante esta tentación de entregar a Jesús con nuestro pecado, al no asumir el proyecto de Jesús, el proyecto de vida, de servicio y de amor, pero también con todo lo que dejamos de hacer por los demás o aquello que nos va alejando de los demás en nuestra indiferencia, en nuestra injusticia o con aquellas actitudes que van en contra de la vida de los demás", expresó.
Al explicar que este día la Iglesia abre el Triduo Pascual y da por concluida la Cuaresma, dijo que en tiempos de pandemia y tiempo adverso los católicos están llamados a servir a los demás siguiendo el ejemplo de Jesús.
"Sobre todo en este tiempo adverso y difícil los invito a que vivamos el Triduo Pascual, pero de una manera contemplativa, lo central en nuestra celebración siempre va a ser lo litúrgico, es decir, la proclamación y meditación de la Palabra, porque la Palabra es lo que nos da fuerza para servir en el proyecto de Jesús", aseveró.
Solicitó centrarse en la proclamación de la Palabra, en que todo lo que han recibido de Dios sea usado para el servicio de los demás y a seguir también el ejemplo de tantas personas que entregan su vida todos los días por el Señor o por su prójimo.
"En las personas que tienen que sacar adelante a sus hijos o ir a otros lugares para tener el sustento de cada día, son santos, ahí hay tanta santidad y el rostro más hermoso de la Iglesia es la santidad de estas personas, por eso en estos días que vamos a estar en contemplación acojamos la misericordia de Dios y nosotros mismos, a su vez, seamos rostros de la misericordia de Dios, instrumentos de aquello que el señor quiere realizar por los demás.
Finalmente, mencionó que es necesario hacer acciones en favor de la feligresía, sobre todo un favor de que le necesitan de una ayuda o de una presencia, principalmente durante la emergencia sanitaria que se vive a causa de Covid-19.
Este Jueves Santo, por segundo año consecutivo, la Diócesis de Tlaxcala no representó la escena bíblica en la que Jesús decide lavarle los pies a sus discípulos.
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