Debido a que en varios municipios de Tlaxcala se suspendió el tradicional “Halloween”, el mercado de disfraces se vio afectado en sus ventas, coincidieron comerciantes de temporada de Tlaxcala y Chiautempan.
En este sentido, Hernán Marcelo Briones, mercante ubicado afuera del mercado Emilio Sánchez Piedras, de la capital del estado, sostuvo que este año registró pérdidas del 50 % en comparación con el año anterior.
Aseguró que la pandemia de Covid-19 mermó sus ventas, ya que la ausencia de estudiantes en los planteles educativos derivó en que este año la comercialización de disfraces alusivos a la celebración cayó considerablemente.
Incluso, dijo que se han visto obligados a rematar la producción “por ejemplo los disfraces de esqueleto o de diablito su precio estaba en 200 pesos, lo estamos bajando hasta en 160 pesos”.
Además de incorporar a la venta otro tipo de mercancía como es ropa interior, playeras y mallas en diferentes modelos y tallas, para paliar un poco la recesión económica por las escasas ventas. Explicó que algo que han ido vendiendo a cuentagotas, son las calabazas de plástico, exclusivas para los niños que salen a pedir la tradicional calaverita, aunque este año quedó suspendida.
“Nosotros hemos ido sacando poco a poco las calabacitas, pues hemos visto que los niños todavía tienen la ilusión de pedirla y lo hacen aunque sea de manera familiar, en sus casas, pero pues la venta no es la misma comparación con otros años”, insistió.
El comerciante originario de La Magdalena Tlaltelulco, sostuvo que a pesar de que las ventas disminuyeron considerablemente, salen a ofrecer su mercancía, ya que el comercio es su sustento diario.
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