Ante la violencia que se registra a nivel nacional y local, la iglesia de Tlaxcala hace un llamado a la construcción de la paz, donde sociedad y gobierno se sumen a este objetivo, afirmó el encargado de las Relaciones Interinstitucionales de la Diócesis del estado, Ranulfo Rojas Bretón.
Justificó que el clima de tranquilidad no es responsabilidad de un sector o gobierno, debe hacerse en conjunto, pues la violencia, la inseguridad y las muertes dañan a todos.
En entrevista, puntualizó que el gobierno local debe garantizar que no exista impunidad en los delitos, porque hay casos donde genera molestia la liberación de presuntos delincuentes, de ahí que –remarcó- que la opción es apostarle a la justicia.
“Hay que exigirles a las autoridades que lleguen con investigaciones claras y que se genere la menor impunidad, al tiempo que se erradique la corrupción, si la gente nota que las autoridades están haciendo su trabajo van a generar esa confianza”, enfatizó.
Ranulfo Rojas reconoció que el número de feminicidios en Tlaxcala aumentó, tan solo enero de este año, que fue uno de los periodos más violentos.
Señaló que la lectura que la iglesia católica da a las muertes que han ocurrido en la entidad, es que como sociedad se están dejando de lado valores, como el respeto a la vida humana y la dignidad, por eso “como iglesia estamos llamando a la paz, a la cordura y sobre todo a la construcción de una sociedad que viva en tranquilidad”.
Así, pidió a los católicos y a la sociedad en general ayudar con acciones de paz, de solidaridad, caridad, bondad y misericordia para que no crezca la maldad y no exista resignación.
Abundó que hoy en día la gente debe aportar “un granito de arena” para la construcción de una sociedad calmosa.
Opinó que la gente debe confiar más y mantener una luz de esperanza ante los problemas sociales.
Asimismo, manifestó que la Diócesis de Tlaxcala se suma a las iglesias de los estados en contra de la violencia.
Calificó como impactante la noticia de los homicidios contra sacerdotes de Guerrero la semana pasada, pues reconoció que México es uno de los países donde existen más ejecuciones contra presbíteros.