De los mil 500 productores y pequeños propietarios empadronados en el programa de Proagro Productivo de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), en el municipio de San Juan Ixtenco son mujeres que se dedican al campo, es decir, 900 féminas.

Josefina Carpintero Solís, presidenta de la Comisaría Ejidal de San Juan, expuso que ahora el campo está en manos de las mujeres y son quienes reciben los subsidios del campo del gobierno federal.

Apuntó que en el ejido siembran unas cinco mil hectáreas, principalmente de maíz criollo de seis razas, aunque también establecen cultivos de calabaza, haba y frijol, por lo que urgió a la Sagarpa a que libere los subsidios para adquirir el fertilizante.

Expuso que desde hace una década la presencia de la mujer en actividades agrícolas y pecuarias ha ganado terreno, ante el fallecimiento de los jefes de familia.

Destacó que la mujer no solo trabaja la tierra de la siembra hasta la cosecha, sino que prepara infinidad de platillos en la dieta de la población otomí.

En ese lugar, Elvira y Juana Tzoni Aguilar son de las contadas mujeres que no les tocó el reparto de la tierra, aunque son originarias de ese pueblo.

Así que como madres solteras son jornaleras y trabajan la tierra en los diferentes procesos de cultivo.

Elvira, la mayor de las hermanas, mencionó que los propietarios de las tierras les pagan 140 pesos en las últimas cosechas del temporal del ciclo pasado.

“El propietario dejó amogotada la mazorca, ya están las lluvias y se puede humedecer el grano, por eso estamos trabajando a marchas forzadas, nos toca de dos mogotes por día, unos 12 costales”, afirmó.

Adelantó que al iniciar el ciclo primavera-verano trabajarán con Cornelio Hernández, quien establecerá maíz azul y un cereal proveniente de Sudamérica de alto valor proteico.

Elvira Tzoni

Jornalera

Estamos acostumbradas a sembrar y cosechar maíz criollo, también lo sabemos preparar en la cocina otomí, por este trabajo nos pagan 140 pesos diarios”