El hato ganadero de San Antonio Cuaxomulco dejó de negociar la producción de leche a la transnacional Nestlé desde el inicio de la pandemia de Covid-19, debido al bajo precio que pagaba el litro comparado con el precio que ofrecen los queseros de la región.
En entrevista, Juan Ruperto Ramírez Mendoza, dueño de un rancho ubicado en El Potrero del Llano, Primera Sección, de aquel municipio, declaró que trabajó con la empresa a lo largo de cinco años, pero una vez que llegó la emergencia sanitaria redujo los costos a su máxima expresión.
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“La marca registrada nos daba muchas canonjías, como los créditos para ampliar los ranchos con intereses muy blandos o incluso pagarlo con leche, además toda la producción que se generaba se la llevaba, contábamos con un fideicomiso ecológico para sembrar árboles y nos financiaban calentadores solares para el aseo del establo”, declaró.
Sin embargo, dijo que les ofrecía un mínimo en liquidez económica para la materia prima y eso no convino a los productores, pues el litro de leche lo valoraron hasta en cinco pesos, por lo que las relaciones comerciales se rompieron.
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A pesar de ello, aseguró que la llegada de Nestlé a la zona, sirvió para regular el precio del litro, pues no existía un parámetro fijo y los queseros pagaban lo que a su libre albedrio consideraban.
A la fecha, comentó que el precio se encuentra estable en ocho pesos la unidad y es ofertada entre los queseros de Tlaxcala, de los municipios vecinos o incluso en el estado de Puebla.
- 5 pesos ofrecía la marca registrada; mientras los queseros locales pagan ocho pesos por litro
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