La comunidad de San Jorge Tezoquipan, Panotla, es reconocida por los artesanos que elaboran flor de tela y mediante esta actividad varias familias han dado estudios profesionales a sus hijos.
Sin embargo, con el paso del tiempo esta tradición ha ido desapareciendo y actualmente solo 50 familias se dedican a esta actividad y 10 son las que al ciento por ciento viven de esto. Anteriormente, este oficio lo ejercía la mayoría de las familias de la población.
El señor José Efraín Calva y Bernal, especialista en el oficio de elaboración de flores artificiales, inició con la elaboración de flores, con varios jóvenes de la comunidad; incluso, algunos estudiantes que sacaban para sus estudios y gastos personales”.
José Efraín tiene 50 años en este oficio y él viene de una familia que toda su vida se dedicó a la flor de tela.
En entrevista, comentó que cuando comenzó con este arte hacia hojas de terciopelo y “posteriormente la flor de nombre no me olvides y la mimosa, unas de las de mayor demanda y principales impulsoras de la economía de aquella época”.
Explicó que antes todo era manual, sacaba los modelos con tijeras y moldes de plástico, por lo que era difícil realizar este trabajo; sin embargo “me iba bien al entregar pedidos en gran parte de la república, ahora mi principal mercado es la zona sureste del país, comercializando en mercerías y mercados de flores artificiales”, abundó.
Dijo que ya cuenta con maquinaria como una “troqueladora” que le ayuda a cortar la tela y una grabadora manual (máquina casera donde se coloca la flor y se presiona con el pie, para marcar la figura en la tela a base de calor).
Don José refirió que le gusta innovar y enseñar a quienes se lo solicitan. “A mi esposa Mercedes Flores Pérez y a su servidor nos gusta enseñarles, nos apoyamos entre la comunidad artesana”, puntualizó.
OFICIO TRADICIONAL
Por más de un siglo, la comunidad ha sido cuna de grandes artesanos que derivado de esta actividad han dado estudios profesionales a varios de sus hijos.