Datos revelados por la Secretaría de Educación Pública del Estado (Sepe), refieren que en Tlaxcala por lo menos uno de cada cuatro menores de edad ha sido víctima de acoso escolar, situación que los ha obligado a implementar una serie de protocolos para evitar que estos actos escalen y pongan en riesgo a los estudiantes.
Para ello la secretaría del ramo educativo ha implementado una serie de protocolos de actuación orientados a garantizar la integridad de los infantes, en los que se contempla la actuación de directivos, docentes y los tutores.
Las acciones están orientadas a dar una atención integral, pues desde temprana edad la niñez aprende que la violencia es una forma eficaz para “resolver” conflictos interpersonales, especialmente si la han padecido dentro del hogar, ya sea como víctimas o como testigos.
La violencia se transforma paulatinamente en el modo habitual de expresar los distintos estados emocionales, tales como enojo, frustración o miedo; situación que no se limita exclusivamente al seno familiar, sino que invariablemente se verá reflejada en la interacción de cada uno de los miembros en los diferentes ámbitos en los que se desarrollan.
¿Qué es el acoso escolar?
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El acoso escolar es considerado un abuso o maltrato a través de la intimidación que puede contemplar el tipo verbal, social y físico, entre sus características se contempla el abuso de poder, repetición y sistematicidad, conforme a lo que establece la Secretaría de Educación Pública.
¿Qué hacer ante un caso?
Cuando un menor de edad reporte un caso, debe entablarse el diálogo en un espacio que resguarde su privacidad; mantenerse a la altura física de la alumno; ser empático y mantener una actitud tranquila.
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También procurar su comodidad, que se sienta escuchado, acogido, creído y respetado; no interrumpirlo ni presionarlo respecto a los detalles; intentar trasmitirle que lo sucedido no ha sido su culpa; registrar en bitácora el relato (esto puede servir como evidencia al momento de denunciar).
LAS PERCEPCIONES
Conforme a una evaluación estatal, quedó establecido que en las instituciones de preescolar cuando se identifica una situación de enojo, es decir, cuando tienen un conflicto/pelea con alguien más, el 95 % reacciona favorablemente, al buscar a un adulto o tratan de solucionar su conflicto.
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En tanto, el 5 % su reacción es contestar con agresividad, gritando o pegando a otra persona, considerando este comportamiento como normal, por ello son implementados los protocolos de actuación para revertir este tipo de conductas.
Con relación a primaria baja (de primer a tercer grado), los porcentajes de percepción de situaciones de diálogo y de estrés son variados; sin embargo, la mayoría logró comprender una actuación pacificadora y cuando podría caer en una agresión.
En primaria alta (de cuarto a sexto grado). El 85 % de alumnos de cuarto año identifican correctamente las situaciones de respeto por otra persona, el 12.7 % sólo identificó algunas y el 2.2 % no logro identificar adecuadamente ninguna.
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El 79.6 % de los alumnos de quinto año, de una lista de diversas situaciones, identificó correctamente donde se desarrolla una conversación adecuada, el 18.2 % sólo identificó algunas y el restante 2.2 % no lo hizo correctamente. Mientras que en el sexto grado, el 75.7 % logró hacer esa identificación exitosamente, y 24.3 % no logró identificar al testigo silencioso.
- Cuando un menor de edad reporte un caso, debe entablarse el diálogo en un espacio que resguarde su privacidad; mantenerse a la altura física de la alumno; ser empático y mantener una actitud tranquila.
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