Padres de Jazmín N. y de presuntoshomicidas se reunieron en sala de audiencia Ochominutos antes de perder la vida, Jazmín N. se comunicó –víainbox- con su esposo Francisco.
Le mandó un video para recordarle que, aun trabajando, pensabaen él.
Era su horario de comida y disfrutaba los alimentos que,momentos antes y como de costumbre, le llevó su madre, FelipaN.
De pronto, Jazmín N. escuchó desde la segunda planta de laempresa “Hers Textil” que su compañero Miguel N. le hablópara que tomara un pedido de telas. En ese momento eran ya las14:28 horas del lunes 16 de octubre.
Ella bajó de inmediato y justo al cruzar la zona de bodega fueatrapada por la espalda. Forcejeó, pero le fue imposibleliberarse.
Miguel N., cansado de los regaños de su jefa por tenerdesordenada su zona de trabajo, le colocó al instante un retazo detela negra en la boca, mojada con cloroformo, para desmayarla.
“¡Eres un pendejo!” expresó molesto al ver el forcejeoOscar N., primo y también subordinado de Jazmín N., a quien ledebía dinero producto de una tanda que no le dio completa, paraluego ayudar a Miguel N. a someterla.
Entérate:
La jalaron a la zona de escaleras, junto al sanitario, leintrodujeron la tela a la boca y le cubrieron los ojos concinta.
Ella se desvaneció, momento que Oscar N. aprovechó paracolocarle dos inyecciones con veneno: una en el cuello y otra en elbrazo derecho para provocar su muerte.
Al sentir su pulso corroboró que Jazmín N. ya estaba muerta,por lo que introdujeron su cuerpo a una bolsa de plástico colorgris y, como si fuera uno más de los rollos de tela quedistribuían, Miguel N. la sacó y subió en la batea de unacamioneta estaquitas para luego dirigirse rumbo a la Malinche,donde en una zona boscosa, 200 metros hacia adentro del camino queconduce a la montaña, abandonó el cuerpo.
“Ya estuvo”, expresó Miguel N. a Oscar N. al regresarminutos después a su centro de trabajo, marcado con el número 13de la Sección Primera de Mazatecochco, para fingir que nada habíapasado.
Lo descrito es parte de la carpeta de investigación integradapor el homicidio de la joven de 19 años de edad, oriunda de esademarcación ubicada al sur de la entidad tlaxcalteca, cuyo único“pecado” fue ser eficiente en su trabajo y tener actitudesnobles con quienes la rodeaban.
Pero sus presuntos homicidas cometieron un error, ya que dejaronencendidas por instantes las cámaras de seguridad, evidencia queal ser consultada sirvió de base para que ambos sujetos fuerancitados a declarar por la misteriosa desaparición de Jazmín N. ellunes 16 de octubre, y el hallazgo de su cadáver la madrugada delviernes siguiente, 83 horas después.
Padres de víctima y victimarios se ven las caras enaudiencia
Ayer, en una inusual audiencia, que duró más de cinco horas,los padres de la hoy occisa y de los imputados se vieron la cara ycruzaron miradas, pero ninguna palabra.
Reyes N. y Felipa N., padres de Jazmín, también tuvieroncerca, a unos cuantos pasos, a los presuntos asesinos de su hija, yaunque se llenaron de impotencia y coraje, nada pudieron hacer odecir. Se tragaron su coraje.
Las declaraciones de ambos imputados, leídas por la juez,dejaron atónitos a los presentes en la audiencia.
Y es que Oscar N. y Miguel N. confesaron que ambos planearondesde el nueve de octubre privar de la vida a Jazmín.
Fue así que por mil pesos Oscar N. adquirió el sábado 14 deoctubre el cloroformo en una tienda del bulevar Hermanos Serdán,en Puebla.
Continúa leyendo:
Al lunes siguiente, al salir de su domicilio, en la comunidad deXolalpan, Papalotla, Oscar N. todavía pasó a comprar a unafarmacia un par de guantes de látex y dos jeringas para seguir conel plan, el mismo que consumó horas después.
Los padres de ambos jóvenes acusados de homicidio calificadosolo agacharon la cabeza.
Oscar N. y Miguel N. hicieron lo mismo y, nerviosos, llevaban acada rato los dedos a su boca.
Felipa N. y Reyes N. no pudieron ocultar su dolor y soltaron ensilencio unas lágrimas por Jazmín, la tercera de sus cincohijos.
Cada una de las aterradoras declaraciones representaba un durogolpe a su corazón.
El alivio vino cuando la juez decretó vincular a ambosimputados a proceso, bajo la medida cautelar de prisión preventivay seis meses para el cierre de la investigación.
El proceso legal no ha terminado, pero el hecho de que lospresuntos homicidas de Jazmín duerman tras las rejas, representaun ligero alivio a su dolorosa pena.