Tenía dos opciones: encubrir a su hijo José N. o denunciarlo por abusar sexualmente de una de sus nietas. Y con todo el dolor de su corazón se inclinó por la segunda. El pasado 6 de junio, la menor de identidad reservada le comentó a su abuela que le dolía mucho el estómago, por lo que la llevó al Centro de Salud Comunitario, ubicado en Texcacoac, Chiautempan.
Ahí, el médico le ordenó un ultrasonido, cuyo estudio arrojó que la menor de 12 años de edad contaba con 14 semanas de embarazo.
Angustiada, la abuela le preguntó quién había sido, pero su nieta de momento no quiso decir nada y rompió en llanto. Ante la insistencia, reveló que su papá José N. abusaba sexualmente de ella desde que tenía 11 años de edad y detalló que la primera vez fue a mediados de octubre de 2019, después de que su madre Yesenia N., los abandonó.
La infante recordó que en esa primera ocasión sus hermanas menores se fueron a la escuela y que ella no asistió a clases, momento que aprovechó su progenitor para tocarle todo el cuerpo y, aunque opuso resistencia, consumó su primer abuso sexual.
Y no conforme con eso, su progenitor le advirtió que si decía algo la mataría a ella y a sus hermanas, abuso y amenazas que se volvieron continuos en las semanas siguientes.
En su relato, la menor refirió que la última vez que su padre abusó sexualmente de ella fue el 20 de mayo de este año 2020.
José N. aprovechaba que las niñas más pequeñas estaban dormidas y pasaba a su hija mayor a su cama y ahí la obligaba a tener relaciones sexuales, usando para ello la misma amenaza de que si decía algo mataría a las tres.
RECLUIDO AL CERESO
Tras ser detenido el miércoles, José N. fue llevado ante un Juez Penal y vinculado a proceso; se impuso prisión preventiva oficiosa
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