/ jueves 28 de mayo de 2020

Espacio ITE | Democracia en el hogar frente al Covid-19

  • Norberto Sánchez Briones*

Frente a la responsabilidad de atender y dar prevención en la salud por el virus de la Covid-19, nace la oportunidad de recordar y reconciliar aspectos, conductas y valores de la democracia dentro de cada uno de los hogares en donde se incrementará la interacción entre sus integrantes. La Covid-19 es la enfermedad infecciosa que nos ha llevado a tomar medidas, como la de permanecer en casa, en donde se modificarían de manera sustancial aspectos de convivencia en los lugares de trabajo, pero directamente en los hogares de nuestro país.

Formar una idea de la democracia que impacte en los hogares, cuidando los roles sociales y los cargos o responsabilidades de carácter social, que además busque garantizar los derechos humanos desde lo cotidiano y desde la vida diaria, debe dar como resultado acercarnos a vivir verdaderamente en democracia, desde las relaciones personales más cercanas y ahora permaneciendo más tiempo en un espacio común con diferentes preferencias y necesidades, ya sea por edad o por gustos, deben recrear nuevas conductas y sobre todo fortalecer valores que ayuden a evitar conflictos y roces innecesarios.

En los hogares las decisiones deben ser tomadas con al menos cinco ideas que son fundamentales en las relaciones que podemos considerar como democráticas, una de ellas es la corresponsabilidad compartida, lo que nos lleva fomentar acuerdos y normas que tengan por objeto resolver temas sobre actividades y limites fáciles de recordar y de llevar a cabo por cada integrante, explicando la importancia de cada acción y lo positivo de las mismas.

Otra idea sustancial, es la de lograr empatía y tolerancia, la clave está en saber escuchar, cuidar nuestra forma de expresarnos y controlar nuestras emociones, aprender a decir lo siento o arreglemos juntos esta situación con el diálogo, y preguntar siempre cómo estamos y cómo nos sentimos.

Respetar las diferencias al interior de un hogar no es sencillo y el tema del cuidado de la salud es algo muy serio, esta mezcla requiere entender y aceptar que alguno de nosotros puede tener fallas, aquí lo importantes es saber anteponer siempre las cosas buenas que tienen los demás, criticar menos y apoyarnos más.

Poner en práctica el sentido de igualdad y de justicia en la toma de decisiones y acciones que haya que realizar al interior del hogar, reconocer que hay responsabilidades al interior, pero también buscar un trato igualitario en actividades en lo colectivo, la igualdad ayuda si la aplicamos evitando o erradicando preferencias y privilegios.

Por último, la idea del equilibrio emocional, para anteponer a cualquier situación el sentimiento de fraternidad y amor por los que están al interior de nuestros hogares, fomentar la calidez en el trato personal y preocuparnos y ocuparnos por cuidar uno del otro, siempre pensando en el bien mayor o sobre todo en el bien de nuestra sociedad mexicana. Practiquemos valores democráticos y fomentemos una salud pública que nos ayude en lo individual y en lo colectivo.

Si es cierto que la democracia formal se limita a aspectos legales y claramente estipulados, como es el caso de los derechos políticos electorales, es importante ampliar las expectativas y abrir los horizontes, para tener y diseñar mecanismos de relaciones y conductas que ayuden frente a la Covid -19. En este orden de ideas, tenemos que ver el espacio del hogar como uno de los lugares en donde da inicio el ejercitar la vida en democracia y legitimar las decisiones de un colectivo desde la propuesta el diálogo y el seguimiento a las decisiones tomadas en conjunto con ideas y valores que nos hagan afrontar retos con el mayor de los éxitos.

* Consejero Electoral del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones

  • Norberto Sánchez Briones*

Frente a la responsabilidad de atender y dar prevención en la salud por el virus de la Covid-19, nace la oportunidad de recordar y reconciliar aspectos, conductas y valores de la democracia dentro de cada uno de los hogares en donde se incrementará la interacción entre sus integrantes. La Covid-19 es la enfermedad infecciosa que nos ha llevado a tomar medidas, como la de permanecer en casa, en donde se modificarían de manera sustancial aspectos de convivencia en los lugares de trabajo, pero directamente en los hogares de nuestro país.

Formar una idea de la democracia que impacte en los hogares, cuidando los roles sociales y los cargos o responsabilidades de carácter social, que además busque garantizar los derechos humanos desde lo cotidiano y desde la vida diaria, debe dar como resultado acercarnos a vivir verdaderamente en democracia, desde las relaciones personales más cercanas y ahora permaneciendo más tiempo en un espacio común con diferentes preferencias y necesidades, ya sea por edad o por gustos, deben recrear nuevas conductas y sobre todo fortalecer valores que ayuden a evitar conflictos y roces innecesarios.

En los hogares las decisiones deben ser tomadas con al menos cinco ideas que son fundamentales en las relaciones que podemos considerar como democráticas, una de ellas es la corresponsabilidad compartida, lo que nos lleva fomentar acuerdos y normas que tengan por objeto resolver temas sobre actividades y limites fáciles de recordar y de llevar a cabo por cada integrante, explicando la importancia de cada acción y lo positivo de las mismas.

Otra idea sustancial, es la de lograr empatía y tolerancia, la clave está en saber escuchar, cuidar nuestra forma de expresarnos y controlar nuestras emociones, aprender a decir lo siento o arreglemos juntos esta situación con el diálogo, y preguntar siempre cómo estamos y cómo nos sentimos.

Respetar las diferencias al interior de un hogar no es sencillo y el tema del cuidado de la salud es algo muy serio, esta mezcla requiere entender y aceptar que alguno de nosotros puede tener fallas, aquí lo importantes es saber anteponer siempre las cosas buenas que tienen los demás, criticar menos y apoyarnos más.

Poner en práctica el sentido de igualdad y de justicia en la toma de decisiones y acciones que haya que realizar al interior del hogar, reconocer que hay responsabilidades al interior, pero también buscar un trato igualitario en actividades en lo colectivo, la igualdad ayuda si la aplicamos evitando o erradicando preferencias y privilegios.

Por último, la idea del equilibrio emocional, para anteponer a cualquier situación el sentimiento de fraternidad y amor por los que están al interior de nuestros hogares, fomentar la calidez en el trato personal y preocuparnos y ocuparnos por cuidar uno del otro, siempre pensando en el bien mayor o sobre todo en el bien de nuestra sociedad mexicana. Practiquemos valores democráticos y fomentemos una salud pública que nos ayude en lo individual y en lo colectivo.

Si es cierto que la democracia formal se limita a aspectos legales y claramente estipulados, como es el caso de los derechos políticos electorales, es importante ampliar las expectativas y abrir los horizontes, para tener y diseñar mecanismos de relaciones y conductas que ayuden frente a la Covid -19. En este orden de ideas, tenemos que ver el espacio del hogar como uno de los lugares en donde da inicio el ejercitar la vida en democracia y legitimar las decisiones de un colectivo desde la propuesta el diálogo y el seguimiento a las decisiones tomadas en conjunto con ideas y valores que nos hagan afrontar retos con el mayor de los éxitos.

* Consejero Electoral del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones