/ miércoles 16 de octubre de 2019

Falta de respeto

En estos nuevos vientos en los que según los expertos en la materia estamos próximos a vivir una terrible crisis económica, vivimos, además, una crisis de valores y de falta de respeto hacia nuestros semejantes; me refiero concretamente a lo de casi todos conocido: del irresponsable comentario del diputado federal Gerardo Fernández Noroña hacia la legisladora Adriana Dávila Fernández, que sin conocimiento alguno de su trayectoria con respecto al combate y la erradicación de la trata de personas, se presentó “completamente mal informado” en el Congreso del Estado de Tlaxcala para, de una manera deleznable, expresarse arbitrariamente y sin fundamentos de su trabajo y de su persona.

Sinceramente, como tlaxcalteca, me ofende la presencia en el Congreso del Estado de este personaje, reconozco que muchos ciudadanos lo consideran un referente de una lucha legítima para alcanzar el cambio en nuestro país y que, en lo personal, pienso que con ese tipo de expresiones viene a devaluar, entre otras cosas, el triunfo de un proyecto político que les costó tantos años alcanzar, su visita dio muestras de amnesia e ignorancia del porqué convencieron a tanta población hace meses de elegirlos como opción de gobierno. A veces, con tantos años de lucha, cuando llegan a obtener el triunfo, se les olvida para qué lo estaban buscando y lamentablemente olvidan también sus compromisos.

La visita a nuestro Estado del diputado en cuestión y la manera de expresarse, exhibe lastimosamente una coincidencia en esta nueva manera de gobernar. Claramente, en otros tiempos las diputadas de la coalición Morena, PT y PES hubieran hecho un movimiento nacional sin precedentes en defensa de la persona agredida (Adriana Dávila Fernández), hoy simplemente guardaron un cómodo silencio, quizás renunciaron por conveniencia a su ADN político.

Podemos sumar a esta violencia hacia las mujeres, junto con las lamentables expresiones de José Manuel Mireles, las expresadas por Gerardo Fernández Noroña en nuestro Estado quien, por cierto, manifestó que ofreció disculpas sin ofrecerlas a su compañera de legislatura por sus dichos, los cuales no menciono por respeto a los lectores.

Estoy completamente convencido de que la violencia hacia las mujeres no puede ser visto como un asunto normal ni como una estrategia para sobresalir en política o en la opinión pública.

Deseo sinceramente en honor a todas las mujeres de este país y en particular a las del Estado que pertenezco, que las expresiones de Paco Ignacio Taibo, José Manuel Mireles, Gerardo Fernández Noroña y amigos que les acompañen, autonombrados integrantes de la 4T, sea de golpe la última manifestación misógina en este país.

Agradezco al Director General de este medio, para quien tengo un gran aprecio, permitirme participar en este espacio para poder compartir mi opinión sobre distintos temas que estoy seguro nos preocupan, pero sobre todo nos ocupan.

En estos nuevos vientos en los que según los expertos en la materia estamos próximos a vivir una terrible crisis económica, vivimos, además, una crisis de valores y de falta de respeto hacia nuestros semejantes; me refiero concretamente a lo de casi todos conocido: del irresponsable comentario del diputado federal Gerardo Fernández Noroña hacia la legisladora Adriana Dávila Fernández, que sin conocimiento alguno de su trayectoria con respecto al combate y la erradicación de la trata de personas, se presentó “completamente mal informado” en el Congreso del Estado de Tlaxcala para, de una manera deleznable, expresarse arbitrariamente y sin fundamentos de su trabajo y de su persona.

Sinceramente, como tlaxcalteca, me ofende la presencia en el Congreso del Estado de este personaje, reconozco que muchos ciudadanos lo consideran un referente de una lucha legítima para alcanzar el cambio en nuestro país y que, en lo personal, pienso que con ese tipo de expresiones viene a devaluar, entre otras cosas, el triunfo de un proyecto político que les costó tantos años alcanzar, su visita dio muestras de amnesia e ignorancia del porqué convencieron a tanta población hace meses de elegirlos como opción de gobierno. A veces, con tantos años de lucha, cuando llegan a obtener el triunfo, se les olvida para qué lo estaban buscando y lamentablemente olvidan también sus compromisos.

La visita a nuestro Estado del diputado en cuestión y la manera de expresarse, exhibe lastimosamente una coincidencia en esta nueva manera de gobernar. Claramente, en otros tiempos las diputadas de la coalición Morena, PT y PES hubieran hecho un movimiento nacional sin precedentes en defensa de la persona agredida (Adriana Dávila Fernández), hoy simplemente guardaron un cómodo silencio, quizás renunciaron por conveniencia a su ADN político.

Podemos sumar a esta violencia hacia las mujeres, junto con las lamentables expresiones de José Manuel Mireles, las expresadas por Gerardo Fernández Noroña en nuestro Estado quien, por cierto, manifestó que ofreció disculpas sin ofrecerlas a su compañera de legislatura por sus dichos, los cuales no menciono por respeto a los lectores.

Estoy completamente convencido de que la violencia hacia las mujeres no puede ser visto como un asunto normal ni como una estrategia para sobresalir en política o en la opinión pública.

Deseo sinceramente en honor a todas las mujeres de este país y en particular a las del Estado que pertenezco, que las expresiones de Paco Ignacio Taibo, José Manuel Mireles, Gerardo Fernández Noroña y amigos que les acompañen, autonombrados integrantes de la 4T, sea de golpe la última manifestación misógina en este país.

Agradezco al Director General de este medio, para quien tengo un gran aprecio, permitirme participar en este espacio para poder compartir mi opinión sobre distintos temas que estoy seguro nos preocupan, pero sobre todo nos ocupan.

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