/ jueves 26 de julio de 2018

La ciudadanía construye el éxito de las elecciones

Norberto Sánchez Briones*

Quienes nos involucramos en el Proceso Electoral Concurrente 2017-2018 abonamos, desde diversas trincheras, al fortalecimiento de la democracia en Tlaxcala, dependiente de la plena vigencia de las leyes electorales, y a merced de los desacuerdos entre los actores, la falta de madurez política y responsabilidad democrática ante la voluntad ciudadana.

El estado de derecho en materia electoral comienza por asentar las reglas del juego, que en el caso del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones fueron delineadas desde 2017, a través de los Acuerdos aprobados por el máximo órgano de dirección, el Consejo General, y que marcaron la pauta para atender las normas electorales en todos sus ámbitos, a continuación el sufragio efectivo en la pasada jornada electoral, con voto libre, que da legitimidad y legalidad a los gobernantes y a sus actos.

Por lo anterior, hay que recordar que el respeto escrupuloso a las reglas electorales es condición indispensable para la reconstrucción de la confianza y legitimidad de las instituciones públicas que tenemos la honrosa responsabilidad de conducir y atender a las nuevas condiciones y características de las acciones y suministros electorales, para que sean adecuadas a las exigencias de procesos electorales a nivel local de la misma calidad que existen a nivel nacional.

Tenemos elecciones transparentes y legítimas que propician mayor confianza en las instituciones, aunque algunos actores mantengan la inercia de atacar a las mismas, en la búsqueda de reflectores en sus respectivos intereses, éste es un hecho que no se puede negar.

Y no es menor recordar que el Estado constitucional es el pacto social de la racionalidad a favor de los derechos y salvaguarda colectiva contra el autoritarismo o imperio del más fuerte, aquí cabe reflexionar sobre como reconocer a las instituciones cuando son objetivas e imparciales, ejemplo de ello las resoluciones actuales de los tribunales electorales sobre impugnaciones realizadas por varios actores, aportar más en este tema de la confianza en la democracia que, insisto, no queda en esta etapa electoral, pues debemos caminar a la exigencia a las autoridades electas y buscar que en algún momento se haga real la consulta ciudadana, que es ley de letra muerta en Tlaxcala.

En el Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE) tenemos el compromiso de promover, fomentar y difundir la cultura cívica y la participación ciudadana, pero además ser un referente de esta actuación siendo congruentes con lo que dicen los principios rectores de la función electoral y nuestras acciones en todo momento; la participación de la ciudadanía es la mejor señal de su buen funcionamiento y eficiencia, por el contrario, la no participación es un claro signo de su fracaso o retroceso.

El proceso electoral implicó desplegar un conjunto de actividades claramente definidas en las leyes electorales, para así dar certeza a contendientes y ciudadanía, ahora el reto es mayor, pues hay que revisar la conformación de la representación política, continuar con la revisión de formación de fuerza políticas, dar atención y estar presentes en las elecciones por usos y costumbres, y lo más demandante: estar presentes en todos aquellos procesos democráticos en donde sea solicitada una asesoría, taller, curso o apoyo logístico para realizar elecciones de cualquier índole que sean apegadas a los principios y valores democráticos.

La participación ciudadana es un acto que legitima al sistema político electoral mexicano. Recuerdo una frase que dice “la legitimidad de un liderazgo democrático y la salud del proceso democrático dependen de la participación informada y activa del electorado”, en este sentido hago un llamado a la ciudadanía para revisar constantemente lo que hacen las instituciones electorales actuales y su compromiso con buscar ser los nuevos referentes de garantías y derechos electorales para todos.

*Consejero Electoral

Norberto Sánchez Briones*

Quienes nos involucramos en el Proceso Electoral Concurrente 2017-2018 abonamos, desde diversas trincheras, al fortalecimiento de la democracia en Tlaxcala, dependiente de la plena vigencia de las leyes electorales, y a merced de los desacuerdos entre los actores, la falta de madurez política y responsabilidad democrática ante la voluntad ciudadana.

El estado de derecho en materia electoral comienza por asentar las reglas del juego, que en el caso del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones fueron delineadas desde 2017, a través de los Acuerdos aprobados por el máximo órgano de dirección, el Consejo General, y que marcaron la pauta para atender las normas electorales en todos sus ámbitos, a continuación el sufragio efectivo en la pasada jornada electoral, con voto libre, que da legitimidad y legalidad a los gobernantes y a sus actos.

Por lo anterior, hay que recordar que el respeto escrupuloso a las reglas electorales es condición indispensable para la reconstrucción de la confianza y legitimidad de las instituciones públicas que tenemos la honrosa responsabilidad de conducir y atender a las nuevas condiciones y características de las acciones y suministros electorales, para que sean adecuadas a las exigencias de procesos electorales a nivel local de la misma calidad que existen a nivel nacional.

Tenemos elecciones transparentes y legítimas que propician mayor confianza en las instituciones, aunque algunos actores mantengan la inercia de atacar a las mismas, en la búsqueda de reflectores en sus respectivos intereses, éste es un hecho que no se puede negar.

Y no es menor recordar que el Estado constitucional es el pacto social de la racionalidad a favor de los derechos y salvaguarda colectiva contra el autoritarismo o imperio del más fuerte, aquí cabe reflexionar sobre como reconocer a las instituciones cuando son objetivas e imparciales, ejemplo de ello las resoluciones actuales de los tribunales electorales sobre impugnaciones realizadas por varios actores, aportar más en este tema de la confianza en la democracia que, insisto, no queda en esta etapa electoral, pues debemos caminar a la exigencia a las autoridades electas y buscar que en algún momento se haga real la consulta ciudadana, que es ley de letra muerta en Tlaxcala.

En el Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE) tenemos el compromiso de promover, fomentar y difundir la cultura cívica y la participación ciudadana, pero además ser un referente de esta actuación siendo congruentes con lo que dicen los principios rectores de la función electoral y nuestras acciones en todo momento; la participación de la ciudadanía es la mejor señal de su buen funcionamiento y eficiencia, por el contrario, la no participación es un claro signo de su fracaso o retroceso.

El proceso electoral implicó desplegar un conjunto de actividades claramente definidas en las leyes electorales, para así dar certeza a contendientes y ciudadanía, ahora el reto es mayor, pues hay que revisar la conformación de la representación política, continuar con la revisión de formación de fuerza políticas, dar atención y estar presentes en las elecciones por usos y costumbres, y lo más demandante: estar presentes en todos aquellos procesos democráticos en donde sea solicitada una asesoría, taller, curso o apoyo logístico para realizar elecciones de cualquier índole que sean apegadas a los principios y valores democráticos.

La participación ciudadana es un acto que legitima al sistema político electoral mexicano. Recuerdo una frase que dice “la legitimidad de un liderazgo democrático y la salud del proceso democrático dependen de la participación informada y activa del electorado”, en este sentido hago un llamado a la ciudadanía para revisar constantemente lo que hacen las instituciones electorales actuales y su compromiso con buscar ser los nuevos referentes de garantías y derechos electorales para todos.

*Consejero Electoral