La democracia ha sido definida etimológicamente como “el gobierno del pueblo”, y esto significa que de la base social debe surgir la soberanía popular. Abraham Lincoln, en uno de sus célebres discursos, decía: “Es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”, y esto nos daría una mayor comprensión sobre el origen y alcance de la democracia moderna.
La democracia representa un conjunto de procedimientos que se usan para la renovación de los representantes del poder público. En el caso mexicano se refiere al poder Ejecutivo y Legislativo, los cuales son electos a través del voto popular. La democracia contemporánea tiene una serie de reglas, las cuales han sido propuestas y modificadas por el poder Legislativo y tienen el reto de generar condiciones de equidad en la contienda.
Las instituciones electorales como el Instituto Nacional Electoral y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, entre otros, deben trabajar con: certeza, legalidad, imparcialidad, objetividad, profesionalismo, transparencia y máxima publicidad. Las autoridades electorales son las encargadas de hacer valer la ley, de generar equidad en la contienda y de garantizar la legalidad en el voto de los ciudadanos.
Los partidos políticos por su cuenta son instituciones de interés público, de acuerdo con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Junto con las candidaturas independientes, son el medio por el cual los ciudadanos podemos acceder a la representación popular y el poder político. Ellos tienen la obligación de generar procesos de selección de candidatos imparciales y competitivos. Pero lo más importante radica en respetar la ley en todos sus actos. Son los encargados de la formación política de los ciudadanos y de la generación de nuevos liderazgos.
Los medios de comunicación deben formar una opinión pública informada y esta labor debe realizarse con neutralidad. No es lícito generar noticias falsas o sesgos informativos. La información es determinante para la emisión de un voto debidamente razonado.
El principal reto de nuestra democracia radica en que todos los actores institucionales del sistema político respeten y hagan valer la voluntad del pueblo. Vale la pena cerrar estas líneas recordando al senador Belisario Domínguez Palencia: “Que cada mexicano haga lo que le corresponde y la patria estará salvada”.
*Diputado por Morena
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