/ domingo 30 de julio de 2023

Secreto a voces | Guaidó fracasa en su primer intento de golpe (40)

En 2018 Maduro ganó las elecciones en Venezuela y nombrado presidente para un segundo mandato. Un sector de la oposición se negó a participar, argumentando que no había condiciones para unas elecciones libres y democráticas. Esta decisión de la oposición se debe contextualizar. En 2015 la oposición ganó la mayoría de la Asamblea Nacional que utilizó para someter a Maduro a un golpe de Estado “suave”, mediante el sometimiento de su gestión a un proceso de revocación de su mandato a través de un referéndum.

Maduro reaccionó, pero el país fue sometido por la oposición a cuatro meses, de abril a julio de 2017, a un ambiente de desestabilización, en el contexto de una de las crisis más difíciles por las que ha atravesado el país, por la baja de los precios del petróleo y las sanciones que empezó a imponer el gobierno de Barak Obama, el presidente de los Estados Unidos. Las sanciones fueron secundadas por otras naciones tanto de Latinoamérica como de Europa. El llamado a una Asamblea Constituyente terminó con el poder de la Asamblea Nacional golpista y las protestas.

La Asamblea Nacional a pesar de haber sido desconocida y en la ilegalidad, nombra a Juan Guaidó como “presidente encargado”. Para esto, debemos recordar que ya había tomado posesión en Estados Unidos, el republicano Donald Trump como presidente en sustitución de Obama. Para Trump, todas las opciones para destituir a Maduro estaban sobre la mesa y de ahí, de ese abanico de opciones políticas, surgió la “presidencia encargada” de Juan Guaidó. Trump, declaró recientemente que debió haber invadido Venezuela, apoderándose de las reservas petroleras que posee esa nación.

A Guaidó lo reconocieron una cincuentena de naciones, entre ellas EU la UE y las naciones que conformaron en 2017 el Grupo de Lima, que agrupó a la mayoría de las naciones latinoamericanas y dos del Caribe (14 en total, el gobierno de Maduro no estuvo invitado). Todos con gobierno neoliberales a la cabeza. Se constituyó a instancias del impulso que le dio EU y tuvo como objetivo apoyara las estrategias de EU en la región contra Venezuela. Surge cuando se debilita, por un corto tiempo, la corriente de gobiernos de izquierda de la “marea rosa” que inicia con la llegada de Chávez al poder.

Vale la pena aclarar lo siguiente. La marea rosa de Latinoamérica y el Caribe no es la misma que la “marea rosa” mexicana que apareció hace apenas un año, cuando la derecha mexicana quiso defender los intereses que tuvo en el INE. Aquí, había intereses políticos de la derecha. La marea rosa en Latinoamérica y el Caribe se identifica con la izquierda progresista y su ascenso a espacios de poder. Acá, responde a los colores del INE y el control que ejercía la derecha; en Latinoamérica y el Caribe, al ascenso de fuerzas progresistas asociado con el reposicionamiento de los derechos de las mujeres.

Ese ascenso de la izquierda le favorece a Venezuela, y debilita el apoyo que recibió Guaidó. El Grupo de Lima vive un entorno político desfavorable con el fortalecimiento de gobiernos de izquierda, progresistas o que impulsan revoluciones pacíficas en Latinoamérica. Argentina se retira con el triunfo de Fernández. El regreso de Bolivia al poder de Luis Arce; en México, AMLO; ahora en Brasil, el regreso de Lula. Todo termina para Guaidó con el desconocimiento que recibe de la misma exAsamblea Nacional, dividida, cuyas fuerzas pretenden participar en los comicios de 2024.

Otro factor que debilitó a Guaidó fue la corrupción. Recibió todo el apoyo de EU para que administrara los recursos de empresas como Citgo, que se encuentra en EU, así como recursos financieros de cuentas del gobierno venezolano que fueron incautada por EU como parte de las sanciones; asimismo, conformó una estructura de poder con representantes ante diversas naciones, una burocracia que utilizó recursos financieros que todo indica no fueron suficientemente aclarados dentro la Asamblea Nacional. Todo lo anterior, mientras el pueblo experimentaba carencias.

Al final de cuentas, resultó un fiasco tanto para EU como para los gobiernos que le brindaron su apoyo y que lo hicieron no porque realmente les interesara la democracia en Venezuela, sino por las riquezas petroleras y de gas con que cuenta Venezuela y que deseaban seguir controlando como lo muestra la reciente reunión de la Celac y la Unión Europea, en la que esta última, sus representantes, dieron muestras de una amabilidad inusual con la vicepresidenta Delcy Rodríguez. Al aumentar sus necesidades por la guerra ruso-ucraniana y percibir que se trataba de un “presidente” nominal y sin respaldo social, empezaron a retirarle el apoyo a Guadió.

Dicen especialistas en el estudio de los “Golpes de Estado” (que generalmente están unidos a golpes blandos y mediáticos), que para que pueda surtir efecto un acto de esa naturaleza es indispensable que el líder o grupo que lo encabeza cuente con el apoyo del ejército o de los cuerpos de seguridad del Estado o sean integrantes de estos grupos los que lo promueven. No necesitan el apoyo del pueblo porque su propósito no es modificar la estructura del Estado y las formas de propiedad, como ocurre con una revolución (para más detalles ver: Ramón Alonso Dugarte Rangel. (2020). Elementos constitutivos del golpe de estado: una propuesta de su mínimo común denominador. Encuentros). El 30 de abril, de 2019, en un video distribuido en las redes sociales, aparece Guaidó acompañado de militares liberando a Leopoldo López, líder opositor que había sido condenado a 14 años de prisión domiciliaria, desde los intentos golpistas de 2014 encabezados por este empresario que ya lo había intentado en 2002, contra Chávez. Asimismo, en un aparente apoyo del ejército, se le mira a Guaidó en la base aérea de La Carlota igualmente secundado por militares, dando la impresión de que contaba con el apoyo del ejército. En ese video hace llamados a la población para que lo apoyen saliendo a las calles a protestar contra Maduro, como parte de una “rebelión pacífica”.

La población en general se quedó en sus casas. En realidad, de parte del ejército participaron una cuarentena de integrantes de las fuerzas armadas, pero sin rango y mando dentro de la milicia. Vladimir Padrino, ministro de Defensa, fue de los primeros en pronunciarse en contra del intento golpista encabezado por Guaidó. De acuerdo a información periodística, por la tarde del 30 de abril, 25 militares que habían apoyado a Guadió estaban solicitando asilo en la embajada de Brasil. Es probable que los uniformados de los videos de Guaidó hayan sido civiles vestidos de militares pero que fueron presentados como parte del ejército para aparentar un abrumador apoyo como parte del Golpe mediático (ver: Sierra Caballero, Francisco, & Sola-Morales, Salomé. (2020). Golpes mediáticos y desinformación en la era digital. La guerra irregular en América Latina. Comunicación y sociedad, 17).

Como parte del Golpe declararon a la prensa que contaban con el apoyo del ministro de Defensa Vladimir Padrino; del presidente del Supremo Tribunal de Justicia, Maikel Moreno; José Ornelas Ferreira, jefe del Estado Mayor; Iván Hernández Dala, director de Contrainteligencia Militar, quien en ese momento estaba a cargo de la Guardia que acompaña a Maduro. Al director del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), Manuel Ricardo Christopher Figuera. A pesar de que Figuera a través de un Twitter declaró su lealtad a Maduro y negó su participación en el golpe que intentó Guaidó, fue destituido por Maduro. Integrantes de Sebin acompañaron a Guaidó para liberar a Leopoldo López.

Las acciones estuvieron coordinadas por autoridades de EU, entre ellos participaron John Bolton, asesor de seguridad de la Casa Blanca. De acuerdo a este funcionario, y como parte del “Golpe mediático” había un plan en el que funcionarios de alto nivel de los poderes, así como del ejército, estaban de acuerdo en la salida de Maduro del gobierno y, aseguró Bolton, el mismo Maduro ya había aceptado salir del país. Pero, ¿qué impidió a Maduro abandonar el poder? De acuerdo a Bolton, la intervención de Rusia que, miraban los acontecimientos atentamente, ya tenía una nave para trasladar al mandatario fuera de Venezuela. Estas versiones fueron desmentidas por Maduro, durante su aparición por la tarde noche de ese día. Con información de: la BBC News, New York Times, de esas fechas. (Continuará).

En 2018 Maduro ganó las elecciones en Venezuela y nombrado presidente para un segundo mandato. Un sector de la oposición se negó a participar, argumentando que no había condiciones para unas elecciones libres y democráticas. Esta decisión de la oposición se debe contextualizar. En 2015 la oposición ganó la mayoría de la Asamblea Nacional que utilizó para someter a Maduro a un golpe de Estado “suave”, mediante el sometimiento de su gestión a un proceso de revocación de su mandato a través de un referéndum.

Maduro reaccionó, pero el país fue sometido por la oposición a cuatro meses, de abril a julio de 2017, a un ambiente de desestabilización, en el contexto de una de las crisis más difíciles por las que ha atravesado el país, por la baja de los precios del petróleo y las sanciones que empezó a imponer el gobierno de Barak Obama, el presidente de los Estados Unidos. Las sanciones fueron secundadas por otras naciones tanto de Latinoamérica como de Europa. El llamado a una Asamblea Constituyente terminó con el poder de la Asamblea Nacional golpista y las protestas.

La Asamblea Nacional a pesar de haber sido desconocida y en la ilegalidad, nombra a Juan Guaidó como “presidente encargado”. Para esto, debemos recordar que ya había tomado posesión en Estados Unidos, el republicano Donald Trump como presidente en sustitución de Obama. Para Trump, todas las opciones para destituir a Maduro estaban sobre la mesa y de ahí, de ese abanico de opciones políticas, surgió la “presidencia encargada” de Juan Guaidó. Trump, declaró recientemente que debió haber invadido Venezuela, apoderándose de las reservas petroleras que posee esa nación.

A Guaidó lo reconocieron una cincuentena de naciones, entre ellas EU la UE y las naciones que conformaron en 2017 el Grupo de Lima, que agrupó a la mayoría de las naciones latinoamericanas y dos del Caribe (14 en total, el gobierno de Maduro no estuvo invitado). Todos con gobierno neoliberales a la cabeza. Se constituyó a instancias del impulso que le dio EU y tuvo como objetivo apoyara las estrategias de EU en la región contra Venezuela. Surge cuando se debilita, por un corto tiempo, la corriente de gobiernos de izquierda de la “marea rosa” que inicia con la llegada de Chávez al poder.

Vale la pena aclarar lo siguiente. La marea rosa de Latinoamérica y el Caribe no es la misma que la “marea rosa” mexicana que apareció hace apenas un año, cuando la derecha mexicana quiso defender los intereses que tuvo en el INE. Aquí, había intereses políticos de la derecha. La marea rosa en Latinoamérica y el Caribe se identifica con la izquierda progresista y su ascenso a espacios de poder. Acá, responde a los colores del INE y el control que ejercía la derecha; en Latinoamérica y el Caribe, al ascenso de fuerzas progresistas asociado con el reposicionamiento de los derechos de las mujeres.

Ese ascenso de la izquierda le favorece a Venezuela, y debilita el apoyo que recibió Guaidó. El Grupo de Lima vive un entorno político desfavorable con el fortalecimiento de gobiernos de izquierda, progresistas o que impulsan revoluciones pacíficas en Latinoamérica. Argentina se retira con el triunfo de Fernández. El regreso de Bolivia al poder de Luis Arce; en México, AMLO; ahora en Brasil, el regreso de Lula. Todo termina para Guaidó con el desconocimiento que recibe de la misma exAsamblea Nacional, dividida, cuyas fuerzas pretenden participar en los comicios de 2024.

Otro factor que debilitó a Guaidó fue la corrupción. Recibió todo el apoyo de EU para que administrara los recursos de empresas como Citgo, que se encuentra en EU, así como recursos financieros de cuentas del gobierno venezolano que fueron incautada por EU como parte de las sanciones; asimismo, conformó una estructura de poder con representantes ante diversas naciones, una burocracia que utilizó recursos financieros que todo indica no fueron suficientemente aclarados dentro la Asamblea Nacional. Todo lo anterior, mientras el pueblo experimentaba carencias.

Al final de cuentas, resultó un fiasco tanto para EU como para los gobiernos que le brindaron su apoyo y que lo hicieron no porque realmente les interesara la democracia en Venezuela, sino por las riquezas petroleras y de gas con que cuenta Venezuela y que deseaban seguir controlando como lo muestra la reciente reunión de la Celac y la Unión Europea, en la que esta última, sus representantes, dieron muestras de una amabilidad inusual con la vicepresidenta Delcy Rodríguez. Al aumentar sus necesidades por la guerra ruso-ucraniana y percibir que se trataba de un “presidente” nominal y sin respaldo social, empezaron a retirarle el apoyo a Guadió.

Dicen especialistas en el estudio de los “Golpes de Estado” (que generalmente están unidos a golpes blandos y mediáticos), que para que pueda surtir efecto un acto de esa naturaleza es indispensable que el líder o grupo que lo encabeza cuente con el apoyo del ejército o de los cuerpos de seguridad del Estado o sean integrantes de estos grupos los que lo promueven. No necesitan el apoyo del pueblo porque su propósito no es modificar la estructura del Estado y las formas de propiedad, como ocurre con una revolución (para más detalles ver: Ramón Alonso Dugarte Rangel. (2020). Elementos constitutivos del golpe de estado: una propuesta de su mínimo común denominador. Encuentros). El 30 de abril, de 2019, en un video distribuido en las redes sociales, aparece Guaidó acompañado de militares liberando a Leopoldo López, líder opositor que había sido condenado a 14 años de prisión domiciliaria, desde los intentos golpistas de 2014 encabezados por este empresario que ya lo había intentado en 2002, contra Chávez. Asimismo, en un aparente apoyo del ejército, se le mira a Guaidó en la base aérea de La Carlota igualmente secundado por militares, dando la impresión de que contaba con el apoyo del ejército. En ese video hace llamados a la población para que lo apoyen saliendo a las calles a protestar contra Maduro, como parte de una “rebelión pacífica”.

La población en general se quedó en sus casas. En realidad, de parte del ejército participaron una cuarentena de integrantes de las fuerzas armadas, pero sin rango y mando dentro de la milicia. Vladimir Padrino, ministro de Defensa, fue de los primeros en pronunciarse en contra del intento golpista encabezado por Guaidó. De acuerdo a información periodística, por la tarde del 30 de abril, 25 militares que habían apoyado a Guadió estaban solicitando asilo en la embajada de Brasil. Es probable que los uniformados de los videos de Guaidó hayan sido civiles vestidos de militares pero que fueron presentados como parte del ejército para aparentar un abrumador apoyo como parte del Golpe mediático (ver: Sierra Caballero, Francisco, & Sola-Morales, Salomé. (2020). Golpes mediáticos y desinformación en la era digital. La guerra irregular en América Latina. Comunicación y sociedad, 17).

Como parte del Golpe declararon a la prensa que contaban con el apoyo del ministro de Defensa Vladimir Padrino; del presidente del Supremo Tribunal de Justicia, Maikel Moreno; José Ornelas Ferreira, jefe del Estado Mayor; Iván Hernández Dala, director de Contrainteligencia Militar, quien en ese momento estaba a cargo de la Guardia que acompaña a Maduro. Al director del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), Manuel Ricardo Christopher Figuera. A pesar de que Figuera a través de un Twitter declaró su lealtad a Maduro y negó su participación en el golpe que intentó Guaidó, fue destituido por Maduro. Integrantes de Sebin acompañaron a Guaidó para liberar a Leopoldo López.

Las acciones estuvieron coordinadas por autoridades de EU, entre ellos participaron John Bolton, asesor de seguridad de la Casa Blanca. De acuerdo a este funcionario, y como parte del “Golpe mediático” había un plan en el que funcionarios de alto nivel de los poderes, así como del ejército, estaban de acuerdo en la salida de Maduro del gobierno y, aseguró Bolton, el mismo Maduro ya había aceptado salir del país. Pero, ¿qué impidió a Maduro abandonar el poder? De acuerdo a Bolton, la intervención de Rusia que, miraban los acontecimientos atentamente, ya tenía una nave para trasladar al mandatario fuera de Venezuela. Estas versiones fueron desmentidas por Maduro, durante su aparición por la tarde noche de ese día. Con información de: la BBC News, New York Times, de esas fechas. (Continuará).