/ martes 3 de mayo de 2022

Toco, juego y aprendo

A Fany-Lu-Moshi-Moshi, bienvenida a la ciudadanía: Sigue tocando, jugando y aprendiendo. Brinca alto, ilumina siempre y recuerda que "si llevas tu infancia contigo, nunca envejecerás" Tom Stoppard.

¿Quién no ha sido niño alguna vez? Hay quienes lo siguen siendo y un tanto más que lo esconden celosamente para de vez en vez recurrir a él, y con ello, recuperar la risa de un pequeño que bromea y ríe con alguna travesura propia o ajena que hay que festejar; porque al final, uno acaba por entender que la vida es un juego donde los momentos más divertidos se dan con las cosas más sencillas. Y en este orden de ideas, decía el Principito que, "todas las personas mayores fueron al principio niños. (Aunque pocas de ellas lo recuerdan)".

Según los datos del último censo poblacional, la infancia en nuestro país, niños, niñas y adolescentes es de casi treinta y cuatro millones de habitantes. Comparativamente hablando, este segmento de la población mexicana es mayor a todos los habitantes que poseen por separado Perú, Venezuela, Chile o Guatemala. O visto de otra manera, tenemos más niños, niñas y adolescentes que la suma de todos los habitantes de Paraguay, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y Uruguay; países que juntos alcanzarían una cifra de poco más de treinta y tres millones de habitantes.

De ese tamaño es nuestra responsabilidad como país frente al futuro de nuestra infancia. Tal vez por ello hay que celebrar que hoy estamos frente a un México que ha cerrado un ciclo pandémico donde la infancia ha sido uno de los sectores más agraviados por ser víctimas de una grave invisibilidad y discriminación ejercida por instituciones y autoridades del Estado mexicano, quienes, por omisión o negligencia, profundizaron aún más las desigualdades y las violencias, la pobreza y la marginación en este sector que representa el veintisiete por ciento de la población total del país. Hace apenas unos días festejamos el 30 de abril, el día del niño, después de dos años de pandemia, así que esta columna se inclina por impulsar el mejor de los regalos posteriores a este día tan especial: y que mejor regalo podemos darle a nuestra niñez que, tiempo de calidad para jugar y aprender al mismo tiempo entre padres, amigos y familia.

Para ello, se sugiere cuatro pasos sencillos durante todo el año. El primero es que los adultos deben dejar de esconderse detrás de su celular, y concentrarse atentamente en ellos. El segundo paso es alejar a las niñas, niños y adolescentes de su celular – tarea harto difícil –, y especialmente, alejarlos de los centros comerciales.

Si estos tres primeros pasos salen correctamente, entonces sí, y por qué no, continuar con elegir una experiencia única como las que se encuentran en la Ciudad de México o en Tlaxcala, esto es: acompañarlos a convivir la experiencia de visitar el Papalote Museo del Niño, el Universum-Museo de las Ciencia, el Museo Interactivo de Economía (MIDE; también se pueden disfrutar de recorridos en el Museo de Arte de Tlaxcala, e Museo de la Plástica "Desiderio Hernández Xochitiotzin", el Museo Miguel N. Lira, el Museo Nacional del Títere, el Museo de Sitio Ex Fábrica de Hilados y Tejidos ó que mejor que recorrer los parques públicos al aire libre para que en este regreso a la normalidad, empecemos con aquello que nos arrebató la pandemia, y que no es otra cosa que la convivencia personalizada con ellos. Los daños colaterales en la niñez que dejó "El Gran Confinamiento", y los que trae consigo la era digital, aún son incalculables, pero la ansiedad y la incertidumbre por la falta de convivencia son una realidad reversible si "tocan, juegan y aprenden", pues "las personas mayores nunca pueden comprender algo por sí solas y es muy aburrido para los niños tener que darles una y otra vez explicaciones" (el Principito). Por esas razones, me inclino a invitarlos a seguir siendo niños toda la vida.

Nuestro compromiso con las niñas y niños y adolescentes

Desde su fundación en 2008, Integridad Ciudadana A.C. ha celebrado cada año a niñas, niños y adolescentes con la intención de promover los valores de la familia, la solidaridad y de apoyar a quienes más lo necesitan. Los donativos recibidos durante el periodo de pandemia (2020-2021); ropa, juguetes y en especie que se recolectaron, fueron enviados y entregados en Tlalhuapan, comunidad indígena perteneciente al municipio de Chiconcuautla, Puebla, integrada por poco más de 1,300 habitantes en su totalidad, quienes recibieron los donativos para más 600 niños y niñas entre los 2 y los 14 años. Aprovechamos este espacio para informar a nuestros lectores que hoy nuevamente nos preparamos como Asociación Civil para convocar a una nueva colecta con el objetivo de provocar sonrisa y la esperanza de un México mejor.

A Fany-Lu-Moshi-Moshi, bienvenida a la ciudadanía: Sigue tocando, jugando y aprendiendo. Brinca alto, ilumina siempre y recuerda que "si llevas tu infancia contigo, nunca envejecerás" Tom Stoppard.

¿Quién no ha sido niño alguna vez? Hay quienes lo siguen siendo y un tanto más que lo esconden celosamente para de vez en vez recurrir a él, y con ello, recuperar la risa de un pequeño que bromea y ríe con alguna travesura propia o ajena que hay que festejar; porque al final, uno acaba por entender que la vida es un juego donde los momentos más divertidos se dan con las cosas más sencillas. Y en este orden de ideas, decía el Principito que, "todas las personas mayores fueron al principio niños. (Aunque pocas de ellas lo recuerdan)".

Según los datos del último censo poblacional, la infancia en nuestro país, niños, niñas y adolescentes es de casi treinta y cuatro millones de habitantes. Comparativamente hablando, este segmento de la población mexicana es mayor a todos los habitantes que poseen por separado Perú, Venezuela, Chile o Guatemala. O visto de otra manera, tenemos más niños, niñas y adolescentes que la suma de todos los habitantes de Paraguay, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y Uruguay; países que juntos alcanzarían una cifra de poco más de treinta y tres millones de habitantes.

De ese tamaño es nuestra responsabilidad como país frente al futuro de nuestra infancia. Tal vez por ello hay que celebrar que hoy estamos frente a un México que ha cerrado un ciclo pandémico donde la infancia ha sido uno de los sectores más agraviados por ser víctimas de una grave invisibilidad y discriminación ejercida por instituciones y autoridades del Estado mexicano, quienes, por omisión o negligencia, profundizaron aún más las desigualdades y las violencias, la pobreza y la marginación en este sector que representa el veintisiete por ciento de la población total del país. Hace apenas unos días festejamos el 30 de abril, el día del niño, después de dos años de pandemia, así que esta columna se inclina por impulsar el mejor de los regalos posteriores a este día tan especial: y que mejor regalo podemos darle a nuestra niñez que, tiempo de calidad para jugar y aprender al mismo tiempo entre padres, amigos y familia.

Para ello, se sugiere cuatro pasos sencillos durante todo el año. El primero es que los adultos deben dejar de esconderse detrás de su celular, y concentrarse atentamente en ellos. El segundo paso es alejar a las niñas, niños y adolescentes de su celular – tarea harto difícil –, y especialmente, alejarlos de los centros comerciales.

Si estos tres primeros pasos salen correctamente, entonces sí, y por qué no, continuar con elegir una experiencia única como las que se encuentran en la Ciudad de México o en Tlaxcala, esto es: acompañarlos a convivir la experiencia de visitar el Papalote Museo del Niño, el Universum-Museo de las Ciencia, el Museo Interactivo de Economía (MIDE; también se pueden disfrutar de recorridos en el Museo de Arte de Tlaxcala, e Museo de la Plástica "Desiderio Hernández Xochitiotzin", el Museo Miguel N. Lira, el Museo Nacional del Títere, el Museo de Sitio Ex Fábrica de Hilados y Tejidos ó que mejor que recorrer los parques públicos al aire libre para que en este regreso a la normalidad, empecemos con aquello que nos arrebató la pandemia, y que no es otra cosa que la convivencia personalizada con ellos. Los daños colaterales en la niñez que dejó "El Gran Confinamiento", y los que trae consigo la era digital, aún son incalculables, pero la ansiedad y la incertidumbre por la falta de convivencia son una realidad reversible si "tocan, juegan y aprenden", pues "las personas mayores nunca pueden comprender algo por sí solas y es muy aburrido para los niños tener que darles una y otra vez explicaciones" (el Principito). Por esas razones, me inclino a invitarlos a seguir siendo niños toda la vida.

Nuestro compromiso con las niñas y niños y adolescentes

Desde su fundación en 2008, Integridad Ciudadana A.C. ha celebrado cada año a niñas, niños y adolescentes con la intención de promover los valores de la familia, la solidaridad y de apoyar a quienes más lo necesitan. Los donativos recibidos durante el periodo de pandemia (2020-2021); ropa, juguetes y en especie que se recolectaron, fueron enviados y entregados en Tlalhuapan, comunidad indígena perteneciente al municipio de Chiconcuautla, Puebla, integrada por poco más de 1,300 habitantes en su totalidad, quienes recibieron los donativos para más 600 niños y niñas entre los 2 y los 14 años. Aprovechamos este espacio para informar a nuestros lectores que hoy nuevamente nos preparamos como Asociación Civil para convocar a una nueva colecta con el objetivo de provocar sonrisa y la esperanza de un México mejor.