Los cuartos de final de la UEFA Champions League dieron inicio esta tarde con la serie que en teoría, parecía la más cerrada entre Manchester City y Bayern Munich, sin embargo, después de lo mostrado hoy desde Inglaterra, podemos poner desde ya a los Cityzenz como el equipo a vencer en el mejor torneo de clubes a nivel mundial.
Los dirigidos por Pep Guardiola fueron una aplanadora en el encuentro de principio a fin, aprovechando las carencias que el equipo de Thomas Tuchel mostró en todas las zonas del campo, sobretodo en defensa. Mathijs de Ligt y Dayot Upamecano dieron una lección a todos sobre cómo no jugar en defensa y más a un nivel tan alto como lo es la Champions League.
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El City llegó al encuentro con el nerviosismo de enfrentar a un equipo que a todas luces, venía siendo el mejor de la competencia, sin embargo, una vez que arrancó el encuentro, los ingleses dominaron en todos los aspectos del encuentro, primero en dominio de balón, luego en presencia ofensiva y por último, en efectividad de cara al arco.
El primer tiempo fue un poco disputado en el mediocampo, sin embargo fue sólo un preámbulo de lo que se venía, primero con un Bayern Munich que nunca supo cómo sacar el balón a ras de pasto ante toda la presión que el City ejerció y fue así como al minuto 27, Rodri rompió la defensa bávara con un auténtico golazo.
Parecía que la respuesta del Bayern no tardaría en llegar, sin embargo, la falta de un centro delantero que sirviera como referencia para los demás delanteros. Al final, la baja por lesión de Eric Choupo Moting sí perjudicó a los bávaros.
Para la segunda mitad, el recital siguió siendo inglés pues ante la ineptitud de Thomas Tuchel para resolver los problemas defensivos, Manchester City apretó en ataque al darse cuenta que con un poco de presión, podían hacer daño.
Fue así como llegaron el segundo y tercer gol respectivamente. Primero con un grave error de Dayot Upamecano, que después de un resbaló, regaló la bola a Erling Haaland que sin dudarlo metió centro a segundo poste para que Bernardo Silva agrandara la diferencia.
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Cuando parecía que las cosas no podían empeorar para los alemanes, llegó la venganza de un jugador que siempre vivió a la sombra del éxito bávaro. Erling Haaland marcó el definitivo en el marcador y que por supuesto, les cantó con todo al recordar su paso por el Borussia Dortmund, eterno rival del Bayern Munich.
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