Aloe Vera, llamada coloquialmente sábila, es una especie suculenta de la familia Asphodelaceae. Con más de 500 variedades, el aloe se distribuye en casi todas partes del mundo, por lo que se considera una especie invasora; sin embargo, sus múltiples beneficios hacen que lejos de erradicarla, sea una de las plantas consentidas del hogar.
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En la actualidad, sus beneficios están comprobados tanto en nutrición como en cosmética, pues contiene principios activos como las aloínas, las aloerresinas, las saponinas y la lignina, además de fibra, minerales y vitaminas E, C, A. También es fuente de aminoácidos que convierten sus propiedades en grandes aliadas de nuestra salud y bienestar.
BENEFICIOS NUTRICIONALES
Por las propiedades antes mencionadas, el aloe resulta ideal para favorecer el buen funcionamiento del cuerpo. No obstante, lo primero que se debe considerar es que no se debe ingerir de forma directa.
Para evitar que sus compuestos resulten tóxicos, es mejor comprar el gel o jugo ya tratado por expertos.
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El líquido resultante del aloe ayuda a mejorar la digestión, así como regular los problemas relacionados con el estreñimiento. De hecho, a esta planta se le considera un laxante natural suave. Adicionalmente, protege la mucosa del estómago, ayuda a la prevención de gases y ardores estomacales, así como la hinchazón abdominal.
Por otro lado, consumir bebidas de aloe aporta una hidratación intensa en el cuerpo, debido a la gran cantidad de agua que retiene por el tipo de clima en el que crece.
BENEFICIOS COSMÉTICOS
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Si bien la industria cosmética ha encontrado en la sábila una gran aliada para productos procesados, cabe destacar que cualquiera puede beneficiarse con tan solo cortar una de sus carnosas hojas y colocarla directamente sobre la zona a tratar.
En primer lugar, es perfecta para el tratamiento del acné, puesto que el gel producido a partir de esta planta regenera la dermis desde el interior y ayuda a absorber el exceso de grasa que en ocasiones obstruye los poros y causa los molestos granitos.
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La carnosidad de la sábila debe colocarse sobre la zona afectada durante media hora mínimo una vez al día. Poco a poco los resultados se irán notando.
Por otra parte, la planta tiene un uso extendido para el cuidado del cuero cabelludo. El gel ayuda a absorber la grasa e hidrata en profundidad, haciendo de barrera que frena la aparición de caspa.
Para aplicarla es necesario mezclar la pulpa de la sábila con limón y aplicarlo directamente sobre el cuero cabelludo durante 10 minutos antes de terminar la rutina de baño. Finalmente, la mezcla se lava con agua. Este procedimiento se puede hacer una vez por semana.
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Por último, destaca el poder regenerativo y cicatrizante del aloe. Su composición aparece en muchas cremas del mercado indicadas para pequeños accidentes como quemaduras.
El primer paso es hacer una limpieza a profundidad de la piel, luego la hoja de la sábila se coloca sobre un comal caliente durante algunos segundos para activar sus propiedades. Más adelante, se extrae la pulpa y se coloca directamente sobre la zona a tratar, la cual permanecerá ahí durante varias horas. Lo mejor es usar una venda para que cumpla por completo su función y, una vez que se seque, retirarla.
CÓMO CUIDAR UNA SÁBILA
La planta Aloe Vera requiere abundante luz y poco aire, por lo que se recomienda sembrarla en un rincón del jardín o tenerla en maceta cerca de una ventana. El sustrato debe tener alto drenaje y se debe regar únicamente cuando esté seco para evitar encharcamientos.
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