Con más de 100 años, la jarciería Lupitas ubicada en la comunidad Ocotlán del municipio de Tlaxcala, se ha convertido en una tienda emblemática en la zona.
Dicho negocio, inició debido a que mucha gente acudía por “agua santa” al pozo donde, según las creencias, hizo su aparición la virgen de Ocotlán.
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Por ello la señora Antonia Reyes Hernández vio la oportunidad e inició en su domicilio ubicado en la calle Lira y Ortega, con la venta de garrafones y artículos propios de una jarciería. Con el paso del tiempo fueron integrando diversos productos que eran de utilidad para los visitantes y vecinos del lugar, pues la demanda así lo requería.
Actualmente el negocio ha pasado de generación en generación, puesto que ha sido parte importante en el sustento de la familia.
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Aunque en este tiempo las ventas disminuyen, la señora Lupita Lemus asegura que la Virgen las ha socorrido pues, aunque sea poco, siempre hay ganancias.
En dicho lugar aún se pueden encontrar garrafones que oscilan entre los 10 y 120 pesos, así como una diversidad de productos, como rociadores, que durante la pandemia fueron muy vendidos.
Por más de 100 años, el negocio ha pasado de generación en generación, con la venta de garrafones y artículos de jarciería.
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