Comerciantes locales y otros ajenos al Pueblo Mágico de Huamantla han tenido una gran afluencia de consumidores durante "La Noche que Nadie Duerme"; sobre todo, de aquellos que buscan comida típica para cenar en familia.
Los puestos de antojitos mexicanos son los más populares. Gorditas, chalupas, quesadillas, cemitas, elotes preparados, tamales y tacos de bistec son degustados en cada una de las calles que recorren los tapetes multicolor.
La señora Mary, originaria de Santa Ana Chiautempan, comparte a este medio que antes de la media noche ya había vendido cerca de 500 tacos de bistec y 100 cemitas de carne enchilada, "Venimos preparados para unos 900 tacos, ya casi se nos acaba".
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Por su parte, Roberto, vendedor de elotes preparados y esquites originario de Huamantla, dijo que espera vender más de 120 elotes antes de que termine la procesión de la Virgen de la Caridad: "Lo que más se venden son los elotes, pero en esta ocasión piden mucho los tostilocos que llevan esquite y cueritos".
Además, vitroleros de agua fresca y tepache; ollas de ponche, café y atole; bolsas de churros, donas y papas fritas otorgan la postal sensorial a esta noche.
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En los siete kilómetros que recorren visitantes, se encuentran también siete kilometros de comida típica, de artesanías huamantlecas y de un festivo ambiente que se vuelve a sentir después de los dos años anteriores de confinamiento.
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