El 28 de febrero de 2001 quedó plasmado en la historia, fue el día en el que el subcomandante Marcos, líder del denominado Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), pisó tierras tlaxcaltecas como parte de la marcha de la dignidad por los pueblos indígenas.
La “Marcha del Color de la Tierra”, como fue conocida a nivel nacional e internacional, movilizó a cientos de personas, así quedó plasmado en ocho columnas en El Sol de Tlaxcala, que dio seguimiento puntual al paso de la delegación de 23 comandantes y un subcomandante.
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En la memoria de papel quedaron aquellos hechos de gran relevancia, que provocaron una revolución de conciencias en búsqueda de mejores condiciones para las comunidades y pueblos indígenas.
Debido a que en 2005 el hombre detrás del pasamontaña, que lideraba el EZLN y era conocido como subcomandante Marcos, anunció su retiro de las armas por la política y más tarde mostró inclinación por otras causas.
DISOLUCIÓN DEL GRUPO ZAPATISTA
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A 21 años de la movilización, en Tlaxcala solo queda el recuerdo del movimiento zapatista, ya que después de 2016 y tras la firma del acuerdo de San Andrés, los líderes que encabezaban lo que califican como una “revuelta social” dejaron atrás el esfuerzo colectivo.
José Isabel Juárez Torres, coordinador de un grupo campesino, recuerda que Tlaxcala se sumó al movimiento desde 1994 y participó activamente en la marcha del EZLN en su paso por la entidad para garantizar los derechos de los pueblos indígenas, la tenencia de la tierra y la desmilitarización de Chiapas.
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El Movimiento de Bases Magisteriales, el Consejo Nacional Urbano y Campesino, así como actores políticos de izquierda, mostraron su total apoyo a la movilización, para garantizar que el pueblo tlaxcalteca escuchara las demandas del subcomandante Marcos.
Sin embargo, aunque actualmente los grupos campesinos mantienen los ideales zapatistas, los esfuerzos se han diluido en su mayoría, pues cada organización desde su trinchera defiende sus intereses y la movilización solo queda en el recuerdo.
LA REVUELTA EN LA TIERRA DE XICOHTÉNCATL
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Tlaxcala, “la tierra de Xicohténcatl”, fue la cuarta entidad que pisó el líder zapatista, el primer punto de visita fue el Zócalo capitalino, llegó en autobús que lo situó a escasos metros del kiosco para que pudiera brindar su mensaje. Ante un numeroso público, como lo muestran las gráficas tomadas por las cámaras de este Diario la mañana del 28 de febrero de 2001, el subcomandante Marcos reconoció el apoyo del pueblo de Tlaxcala, ese que, dijo, apoyó la movilización desde su surgimiento en 1994, y en 1999 durante la consulta por los derechos indígenas. Pese a que el movimiento contó con miles de asistentes que se concentraron en la capital tlaxcalteca para escuchar el mensaje del líder zapatista, la gente que se dio cita en el mitin tuvo que conformarse con verlo de cerca, pues mantener contacto con el guerrillero no fue posible debido a que su comitiva armó una valla humana que no permitió la cercanía con el subcomandante Marcos.
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El mensaje fue contundente, llamaron a los tlaxcaltecas a sumarse y exigir el cumplimiento de las tres condiciones para reiniciar un diálogo “formal, serio y respetuoso” con el Gobierno federal, que eran el retiro de militares en Chiapas, la libertad de presos zapatistas y el reconocimiento de los acuerdos de San Andrés.
En su paso por Tlaxcala, el subcomandante, proveniente del sureste de las montañas de Chiapas, manifestó radicalmente su oposición al programa federal denominado Plan Puebla-Panamá, que años más tarde derivaría en trabajos entre mandatarios de ocho países para constituirlo.
La visita del zapatista no solo generó la movilización de cientos de tlaxcaltecas y comunidades indígenas, sino también de la clase política, cámaras empresariales, el Gobierno del estado, encabezado por el entonces perredista Alfonso Sánchez Anaya, y una delegación de extranjeros.
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Si bien el tema principal de la marcha era abogar por la dignidad de los pueblos y comunidades indígenas, para que nunca más se mantuvieran al margen de los programas y acciones de gobierno, para evitar que siguieran siendo vulnerados sus derechos, las mujeres fueron protagonistas del discurso.
Fidelia, una de las comandantas que acompañaba a Marcos en su recorrido de Chiapas a la Ciudad de México, fue la encargada de dar voz a la mujer zapatista y en general a todas aquellas cansadas de sufrir el rechazo, la marginación, la pobreza, la humillación y la explotación.
El mensaje fue crudo, la palabra dura, demostraba el hartazgo a la situación que vivían en ese momento las mujeres, principalmente las indígenas en México.
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Así lo relatan las páginas del Diario de los Tlaxcaltecas, cuya cita expresa: Nosotras las mujeres somos un desperdicio para el Gobierno federal, los pobres somos una basura que no nos toman en cuenta, porque les da asco, porque no somos iguales con su misma sociedad.
La intención era clara, ser escuchadas en la Comisión de Concordia y Pacificación (COCOPA), delegación legislativa bicameral, conformada desde marzo de 1995, por las Cámaras de Diputados y Senadores de México, orientada a entablar diálogo con los protagonistas del levantamiento zapatista.
La comandanta Fidelia externó que la intención era dar a conocer el sentir y sufrimiento de la mujer, promover el reclamo por mejores condiciones de salud, educación, alimentación sin discriminación y marginación.
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- 23 comandantes y un subcomandante (Marcos) integraron la delegación que pasó por tierras tlaxcaltecas el 28 de febrero de 2001.
Momentos clave del movimiento zapatista:
- En el año 1994 surgió el movimiento zapatista, en Chiapas, con el subcomante Marcos como su portavoz.
- En un hecho inédito, se realizó la consulta por los derechos indígenas en México, en 1999.
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- La “Marcha del Color de la Tierra” pasó por Tlaxcala un 28 de febrero de 2001, para demandar al gobierno mexicano la dignidad de los pueblos indígenas.
- Después de 2016 y tras la firma del acuerdo de San Andrés, los líderes que encabezaban el movimiento lo abandonaron.
Un fuerte dispositivo de seguridad, aéreo y carretero, fue montado durante la visita del subcomandante Marcos a Tlaxcala, el 28 de febrero de 2001.
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