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El Himno a Tlaxcala está lleno de Historia. En una de las estrofas previas al coro, la letra escrita por el maestro Carlos Cea y Díaz versa: “el arrojo del joven Xicohténcatl y la fuerza indomable en Tlahuicole son la herencia que alienta en nuestra raza nuestro heroico afán de libertad”. No obstante, la entereza de los héroes está sesgada por una profunda lejanía de su condición humana.
El historiador William Prescott rescata que hay mucho que admirar en la personalidad invencible y elevada de Xicohténcatl, su grandeza y majestad sobre el escenario ruidoso que le rodeaba; pero, sobre todo, del esplendor que desprende su humanidad.
Hasta la fecha, esta figura ha sido motivo de investigaciones desde diferentes escenarios y especialidades, iniciando por la labor de los historiadores del país.
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El arrojo del joven
El héroe nació y creció en Tizatlán durante la etapa expansionista de los aztecas. Para diferenciarlo de su padre lo llamaban el Joven o el Mozo. Se consagró como militar en jefe y tuvo que cumplir un sometimiento destinado a nobles para aprender a conducir los asuntos del gobierno y de la guerra.
Ante la llegada de los españoles , el joven de treinta y cinco años (según aproxima Bernal Díaz del Castillo) intuía que su religión, costumbres y civilización estaban gravemente amenazados. Luego de una serie de discursos frente a los guerreros, lo designaron para ir al frente del ejército tlaxcalteca y detener a los invasores en agosto de 1519. En ese sentido, el maestro Cesáreo Teroba, en Xicohténcatl Axayacatzin (UDA, 2006), expresa que el nombramiento como Jefe Supremo de las fuerzas armadas de Tlaxcala representó la culminación de su brillante carrera militar.
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A pesar de ser derrotado, Xicotencatl tomó un descanso para reorganizarse y permitir al ejército enemigo un descanso, enviandoles incluso alimento para que la victoria tlaxcalteca fuera atribuída más al valor de su ejército que a la debilidad del adversario, de acuerdo con el antropólogo José Eduardo Contreras Martínez.
Durante la llamada “noche triste”, el ejército español recibió una dura derrota por parte de los mexicas, quienes les sorprendieron huyendo de su ciudad y acabaron casi con ellos, lo que obligó a Cortés a ofrecer parte de los territorios conquistados con tal de ser recibido en Tlaxcala por Xicotencatl padre.
La caída del guerrero
Los incansables esfuerzos del joven guerrero no impidieron la alianza con los europeos.Sin embargo, una vez derrotados los mexicas, Cortés ordenó la aprehensión de Xicohténcatl Axayacatzin y su muerte en Texcoco como desertor, concluyendo así la vida de un guerrero que supo ver lo que deparaba el futuro para su pueblo. Murió ahorcado el 12 de mayo de 1521. Los guerreros que lo acompañaron en sus últimos días se repartieron fragmentos de sus vestiduras, guardándose como reliquias de quien murió sin haber claudicado en la defensa de su patria. Como los demás pueblos, el de Tlaxcala fue sometido al vasallaje y a la explotación.
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Gabriel A. Gómez asegura que: “El sacrificio de Xicohténcatl quedará grabado en la memoria de todos los pueblos del mundo como un símbolo de la libertad, y su valor y patriotismo personales constituirán siempre uno de los mayores orgullos de la raza americana”.
Tlaxcala de Xicohténcatl
Como lo enunció Prescott, la perspicacia del héroe permitió romper el velo de insidiosa amistad ofrecida por los conquistadores.
Por su parte, el maestro Teroba expone que: “Cuando se haga referencia a los precursores de la autodeterminación y la defensa de la soberanía nacional en México, deben considerarse estos hombres (Xicohténcatl y Cuauhtémoc) en primer plano, pues ambos vieron sucumbir a sus respectivos pueblos frente a las fuerzas provenientes del extranjero y ambos, igualmente, hicieron hasta lo imposible por evitarlo”. Ahora el modelo de valor y entereza de Xicohténcatl resiste en el patriotismo que distingue al estado.
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La ciudad de Tlaxcala, que durante los inicios de su fundación se llamó Tlaxcala de Nuestra Señora de la Asunción o Santa María de la Nueva Tlaxcala, actualmente lleva en su nombre a Xicohténcatl y fue fundada en el año de 1525 en el marco de la conquista y colonización del Nuevo Mundo.
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