Enclavada al final de una cañada y rodeada por los cerros de San Bartolomé Tenango, Santa Apolonia Teacalco y San Damián Texoloc se encuentra una pequeña población llamada Santa Cruz Capulinares. Como ya lo intuyó, amable lector, el nombre tiene su origen en el hecho de que, años atrás, dominaban el paisaje los árboles de capulín, gracias al suelo rico en minerales.
Perteneciente a Tetlatlahuca y a una distancia de 2.7 kilómetros de la cabecera municipal, Capulinares es uno de los poblados recónditos con apenas 126 habitantes, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2020).
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Su principal actividad económica es el campo, siendo el maíz y el frijol los principales cultivos. También se dedican a la ganadería; actualmente son los principales proveedores de leche de Santa Isabel Tetlatlahuca, comunidad reconocida por la producción de excelentes quesos.
Capulinares es una de las comunidades de Tlaxcala donde pareciera que el tiempo no pasa, pues la mancha urbana aún no ha invadido sus paisajes campiranos y de bellas postales con los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl de fondo.
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LA TRAVESÍA
Cuando llegamos -este equipo de reporteros- al camino que conduce a Capulinares, pareciera que nos transportaba a otro lugar y época. Nos recibe un camino de terracería, en cuyos costados están plantados cientos de árboles.
Después de unos breves minutos de travesía, llegamos al fondo de la pequeña cañada; mientras vamos bajando, podemos mirar a la pequeña comunidad y su alrededor, diversas tonalidades de verde, que son de los plantíos que han sembrado sus habitantes.
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Ya en el poblado, nos sorprende la total quietud que impera y el silencio que ahí encontramos; las calles, aunque ya trazadas, son de terracería todavía; solo la calle principal y dos más están adoquinadas.
A la orilla de cada una de ellas están plantados árboles frutales, sobresaliendo el de tejocote y el de capulín, fruto al que debe su nombre la comunidad.
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Las casas habitación están construidas de ladrillo y block, nada ostentosas, lo que da un aire totalmente rural. Como la mayoría de los poblados en Tlaxcala. Junto a la capilla del lugar, en la que se venera a la Santa Cruz, se encuentra la presidencia de comunidad. Junto a ambas construcciones vemos el preescolar. Referente al rubro de la educación, aquí tanto el preescolar como la primaria –que cuenta con los seis niveles- son de Conafe.
BICICLETA, SU PRINCIPAL MEDIO DE TRANSPORTE
Difícil de creer es que, estando relativamente cerca de la cabecera municipal de Tetlatlahuca, todavía no exista transporte público para poder llegar a Santa Cruz Capulinares. ¿La razón? El camino todavía es de terracería.
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Por lo anterior, los lugareños están acostumbrados a caminar mucho. Aquí el medio de transporte más utilizado es la bicicleta; en las calles es común ver tanto a hombres como mujeres y niños usar una bicicleta.
El poblado más próximo, a un kilómetro y medio aproximadamente, es San Bartolomé Tenango, lo que equivale a unos 20 minutos caminando.
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Actualmente los fines de semana personas que se encuentran en Val’Quirico realizando alguna rodada, pasan por el rústico poblado para llegar a San Bartolomé Tenango.
EL ORIGEN
Según lo narrado por Yanet González, quien es maestra de la escuela primaria del poblado, fue su abuelo, Alejo González Pérez, el fundador de Capulinares, quien, debido a la escasez de agua en San Bartolomé Tenango, decidió vivir en el fondo de la cañada.
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Anteriormente, para poder tener agua se iban al río Zahuapan, el recorrido era de cerca de tres kilómetros desde Tenango hasta el río, dos o tres veces al día, a diario. Así que a él se le ocurrió la idea de vivir en medio y que el ganado estuviera en la colonia.
Así que sin pensarlo dos veces, y teniendo como objetivo reducir la distancia para poder abastecerse del vital líquido, Alejo González construyó una casa y perforó el primer pozo de la comunidad.
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Debido a que en este lugar había muchos árboles de capulín, decidió nombrarlo Capulinares, nombre que hasta la fecha conserva. Todo esto pasó entre 1925 y 1930, al poco tiempo, unos primos de mi abuelito también deciden vivir aquí. Con el correr de los años, se casan y deciden permanecer junto con su familia en Capulinares, cuenta Yanet.
El pozo que perforó el abuelito de Yanet ya no existe, fue tapado debido a que el camino principal, que antes era una vereda, fue ampliado. La construcción de la capilla de la comunidad y en la que se venera a la Santa Cruz, se debe principalmente a Tomás González, bisabuelo de la maestra de primaria. “Mi bisabuelo era muy religioso y cuando decidió también venirse a vivir a Capulinares, mandó a hacer una cruz de piedra y empezó a hacer rosarios”, tiempo después, con la ayuda de Alejo, Manuel y Mariano González, construyó la capilla.
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“A pura mula y carreta viajaban a San Diego Metepec y a poblados cercanos a traer todo el material para su construcción”. Anteriormente, la capilla estaba construida con morillos y el techo con ramas de árboles, comenta entusiasmado José González, descendiente de uno de los fundadores y quien nos dijo que anteriormente se acarreaba el agua con ‘xoxocoles’ de barro. En el sexenio de Héctor Ortíz fue construido el primer pozo en forma de la comunidad que hasta la fecha sigue abasteciendo a toda la población.
Capulinares, como muchas otras poblaciones de la entidad, del país y del mundo, es el resultado del desplazamiento de la población en busca del vital líquido indispensable para poder vivir, hecho que desde tiempos remotos la humanidad ha llevado a cabo y que seguirá realizando mientras existan lugares a donde ir.
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¿CÓMO LLEGAR?
Si te llama la atención conocer este tranquilo poblado y escuchar continuamente el trinar de los pajarillos, además de respirar aire puro , aquí te damos la ruta que debes seguir.
Según lo indicado por Google Maps, el recorrido es de 11 kilómetros y el tiempo de llegada desde la central camionera hasta Capulinares, es de 23 minutos en automóvil.
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Toma la carretera rumbo a Texoloc, cuando llegues al centro del poblado -lo sabrás porque “topaste con pared”-, “dobla” a mano izquierda, siguiendo la carretera, pasarás enfrente de la iglesia del lugar; la calle es Lázaro Cárdenas.
Después de aproximadamente unos cinco minutos de camino, llegarás a San Bartolomé Tenango, que es una de las comunidades de Santa Isabel Tetlatlahuca. Sabrás que estás ahí, porque del lado derecho de la autopista se encuentran las esculturas de unos coyotes, que dan la bienvenida a los visitantes.
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Inmediatamente, encontrarás la calle 5 de Mayo, y a unas tres cuadras, de lado derecho, la avenida Del Panteón, hasta aquí todo el camino es excelente, está adoquinado. En este recorrido podemos admirar la hermosa postal que nos brindan el Popocatepetl y el Iztacihuatl. Sigue hasta topar con la calle José María Morelos. Sabrás que llegaste a ella porque el camino es de terracería. “Dobla” a mano derecha y sigue toda la calle; en menos de cinco minutos, habrás llegado al destino deseado, Capulinares.
- El poblado más próximo, a un kilómetro y medio aproximadamente, es San Bartolomé Tenango, lo que equivale a unos 20 minutos caminando.
- 11 kilómetros es el trayecto desde la central camionera hasta Capulinares.
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