Desastre ecológico en las "faldas azules" ; imparable el gusano descortezador

Miles de árboles infestados han sido talados en el bosque de la Malinche

Tomás Baños y Fabiola Caballero | El Sol de Tlaxcala

  · jueves 20 de mayo de 2021

A media altura del volcán inactivo, el macizo forestal es saneado por varias empresas de aserraderos locales y foráneos / César Rodríguez | El Sol de Tlaxcala

Miles de aves guardan silencio. Su trinar ha sido acallado por el ruido de motores. A dos mil 700 metros de altura sobre el nivel del mar, camiones y motosierras derriban todos los días cientos de árboles que vestían de azul las faldas de la Matlacueyetl, principal zona boscosa de Tlaxcala.

Los árboles están heridos. El gusano descortezador (Dendroctonus mexicanus) está acabando con ellos y por ello son derribados con autorización de la Comisión Nacional Forestal (Conafor).

A media altura del volcán inactivo, el macizo forestal es saneado por varias empresas de aserraderos locales y foráneos. Los propietarios del bosque gozan de una licencia otorgada por el gobierno de la República y reciben un pago por cada metro cúbico de madera extraída.

Esos sitios, que alguna vez se convirtieron en centros prehispánicos de alabanza, están vigilados por sujetos armados

“Se están acabando el Matlalcueyetl”, expresa don Beto, uno de los productores de maíz nativo originario de Cuahuixmatlac, municipio de Chiautempan, quien ha detectado que desde hace 10 meses extraen la madera.

“Unos se secaron, pero los aserraderos tiran parejo y no dejan un solo árbol, bajan la madera en camiones”, denuncia.

Y es que la Conafor autorizó permisos para derribar alrededor de mil 600 hectáreas infestadas por la plaga en bosques de todo el territorio estatal.

Y la tala es pareja. Este Diario constató que cada hectárea de bosque tiene en promedio entre 350 y 400 árboles de ocote, aunque existen zonas que han sido explotadas en la agricultura.

Y comprobó que miles de pinos en Chiautempan, Tetlanohcan, Contla y Panotla son saneados para evitar la propagación del escarabajo una vez que cambia de hábitat.

Los árboles -muchos de ellos sanos- son cortados bajo medidas específicas de 2.50 metros de largo para la industria maderable.

En ejidos y pequeñas propiedades de Cuahuixmatlac, se muestra el deterioro del bosque, diariamente descienden cargamentos con miles de metros cúbicos de madera, que trasladan a aserraderos, madererías y carpinterías de Tlaxcala y otras entidades.

El riesgo de contaminación de la plaga se propaga a otras entidades, pues los troncos van contaminados. No solo eso, la Coordinación General de Ecología (CGE) otorga permisos para la elaboración de carbón en hornos artesanales.

Indígenas de San Isidro Buensuceso, municipio de San Pablo del Monte, compran encinos que transforman en carbón y luego malbaratan a intermediarios.

LÁGRIMAS DE CRISTAL BROTAN DE LOS ÁRBOLES

En las “faldas azules” de la Malinche, Malintzi o Matlalcueyetl, donde antes había una variedad de coníferas y fauna, todo está seco.

En la montaña se han manifestado infestaciones de macizos forestales por descortezador, nunca antes visto en el bosque.

Al adentrarse a la zona de coníferas, los árboles de 10, 20, 40 y 80 años de vida, literalmente lloran. Desde el interior de sus entrañas brotan lágrimas de cristal.

El corazón del leiophylla –variedad de pino con más presencia a esa altura- es perforado por millones de larvas del descortezador.

Frente al adiestrado lente de El Sol de Tlaxcala todo queda registrado; en solo unos meses los coleópteros arrebatan la vida a miles de árboles.

En la zona cero dejaron miles de tallos de pino enterrados, y éstos no son como los encinos y capulines, que retoñan.

DIAGNÓSTICO

El SCI que conforman dependencias estatales y federales, diagnosticaron la plaga del descortezador en unas mil 600 hectáreas de 20 municipios de Tlaxcala en el PNM y otros bosques.

Los aserraderos tiran parejo y no dejan un solo árbol, bajan la madera en camiones

Don Beto / Productor


  • 350 árboles de ocote tiene cada hectárea de bosque en la Malinche.

Se agravará daño por descortezador por cambio climático

  • Consideran especialistas que plantar miles de árboles y dejar que la naturaleza haga el resto no es suficiente

El problema apenas empieza, la pérdida de áreas forestales que protegen la Malinche provocará que se pierda la captación de agua de forma natural; incrementará la erosión de los suelos y, con ello, la pérdida de vegetación. La temperatura y la sequía serán mayores en los próximos años.

La dedorestación masiva implica también la pérdida del habitat de cientos de especies, mayor contaminación, mayor desigualdad social y menos biodiversidad. Los recursos naturales que prové la Malinche serán escasos en los próximos 10 años.

Por tal motivo, es importante realizar acciones contundentes de reforestación, esencialmente con especies endémicas que ayuden a recuperan el equilibrio ecológico de nuestros bosques. Plantar miles de árboles y dejar que la naturaleza haga el resto no es suficiente, pues se tienen que hacer trabajos de seguimiento por al menos cinco años, tiempo suficiente para que el árbol crezca y se desarrolle plenamente.

Frente al grave problema del escarbajo descortezador, el derribo de árboles enfermos no es una acción determinante para acabar con la plaga; previamente se tienen que realizar tareas de monitoreo para saber identificar si amerita el derribo.

El agrónomo Gilberto Pacheco Montiel, perteneciente al comité de vigilancia forestal de comunidades indígenas, aseguró a El Sol de Tlaxcala que la Comisión Nacional de Reforestación (Conafor) y la Coordinación General de Ecología del Estado (CGE) están permitiendo el derribo de árboles sanos, que si bien presentan primeros indicios de plaga, con un tratamiento eficaz y la defensa natural de éstos pueden salvarse.

Al respecto, el experto explica que solo se deben derribar árboles con más de 10 grumos (causados por las perforaciones del descortezador), de lo contrario, solo se está provocando que el insecto busque infestar otro árbol.

Por otra parte, aquellos que fueron infestados masivamente, inmediatamente después del derribo, los responsables deberán desramar y seccionar, es decir, separar el material de ramas y follaje en dos grupos, para recibir el tratamiento de control; todo lo contrario a lo que se está haciendo actualmente con los bosques infestados en la Malinche.

La aplicación de insecticidas sobre la corteza desprendida es importante, ya que el tóxico puede matar los adultos que pudieran estar listos para volar hacia otros árboles. No obstante, “eso no ocurre en todos los trabajos de saneamiento que están realizando las dependencias estatales y los grupos independientes”, precisó Montiel Pacheco.

Finalmente, dijo que no hay que satanizar al insecto, pues el cambio climático, los incendios forestales y demás contaminación han incidido en su propagación convirtiéndola en una amenaza.

Fueron diagnosticadas mil 642 hectáreas, principalmente de tres especies de pinos /César Rodríguez | El Sol de Tlaxcala

TRÁMITES BUROCRÁTICOS MERMAN LOS SANEMIENTOS

Para dar frente a la plaga y rescatar sus bosques, pobladores de 12 comunidades indígenas asentadas en las faldas del volcán, se han sumado para emprender acciones de saneamiento y reforestación.

Sin embargo, trámites burocráticos han mermado los trabajos de los ambientalistas independientes, toda vez que la Comisión Nacional Forestal (Conafor) en Tlaxcala retarda la emisión de notificaciones.

Tal es el caso de las 34 hectáreas que, los diferentes comités vecinales, pretenden sanear para evitar la propagación del descortezador, no obstante, el faltante de las escrituras que comprueben la posesión del predio ha detenido el proceso de saneamiento forestal.

Dicha disposición es un absurdo, asegura la bióloga Dulce María Hernández, presidenta del comité de vigilancia forestal de la comunidad de Cuahuixmatlac, en Chiautempan, pues al ser un área protegida natural es imposible tener una escritura pública que avale la posesión del predio.

Además, "la Conafor demuestra que desconoce la forma de vida que rige a las comunidades indígenas del estado, lo que constituye una violación a sus derechos". Y es que ahora la constancia de posesión firmada por su presidente de comunidad ya no es suficiente para la dependencia.

Hay que recordar que las comunidades indígenas se rigen por usos y costumbres, por lo que no han tenido la necesidad de tramitar una escritura pública, ya que para ellos es suficiente reconocerse entre colindantes o poseer una propiedad de “palabra”.

“Los trámites duran hasta tres meses, tiempo suficiente para que el gusano descortezador acabe con el arbolado de los predios afectados y muchas veces ya no se puede hacer nada”, comenta Dulce María.

Añadió que al no respetar su autogobierno, la Conafor está violando el artículo 2 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en el que reconoce y garantiza el derecho de los pueblos y las comunidades indígenas a la libre determinación, y en consecuencia, a la autonomía.

Parque nacional desde 1938

Mediante decreto presidencial publicado en el Diario Oficial de la Federación se estableció como Parque Nacional la Malinche o Matlalcueyetl el seis de octubre de 1938.

El volcán tiene una superficie de 46 mil 112 hectáreas y se localiza en los estados de Tlaxcala y Puebla, formando parte de la cadena montañosa conocida como Eje Neovolcánico Transversal.

Sobresale ampliamente por su alta diversidad de especies y endemismos, especialmente para la fauna de mamíferos ya que muchas especies históricamente quedaron restringidas a las montañas centrales sujetas a procesos de aislamiento y diferenciación.

Tlaxcala cuenta con 33 mil 161 hectáreas, de las cuales 16 mil son de bosque, lo demás corresponde a barrancas erosionadas, arenales y el subnevado a cuatro mil 461 metros de altitud; Puebla dispone de 12 mil 932 hectáreas.

Dicho bosque comprende un polígono ubicado en el centro del Área Natural Protegida, esta subzona contiene ecosistemas relevantes y frágiles especies que se distribuyen en especies maderables.

Entre los estudiados están: Festuca tolucensis, Calamagrostis tolucensis, Enneapogon sp,) Hilaria cenchroides, Plantago tolucensis, Arenaria repens, Draba nivicola, Cirsium nivale y Castilleja tolucensis, así como bosque de Pinus hartwegii, un bosque de Abies religiosa y algunos macizos forestales de Pinus montezumae.

En la parte alta de la montaña, inicia la distribución de la comunidad de Juniperus sabinoides monticola, especie sujeta a protección especial de conformidad con la NOM-059-SEMARNAT-2010.

En la subzona se encuentra el hábitat de 12 especies de aves y una distribución de especies de mamíferos.

EL APUNTE

  • Desde 2015, la Comisión Nacional Forestal emitió una Alerta Temprana para Insectos Descortezadores en Tlaxcala, en cuyo aviso advirtió que el riesgo por esta plaga era alto. Cerca de 827 hectáreas, en ese momento, estaban siendo infestadas por estos insectos, por lo que posicionaba al estado en primer lugar a nivel nacional con este problema, seguida de Chiapas y Estado de México.

COMUNIDAS UNIDAS

  • San Pablo del Monte
  • Papalotla
  • Acuamanala
  • Teolocholco
  • San Pedro Muñoztla
  • Tlalcuapan
  • Cuahuixmatlac
  • Xochiteola
  • Cuaxomulco
  • Teacalco
  • Canoa
  • Tepatlaxco

Fueron diagnosticadas mil 642 hectáreas, principalmente de tres especies de pinos /César Rodríguez | El Sol de Tlaxcala

Las larvas del gusano construyen galerías

Durante marzo y abril, el diminuto gusano se reproduce a gran escala. Perteneciente a la familia Curculionidae, las larvas construyen galerías por debajo de la corteza de los árboles, para alimentarse del tejido vegetal que conduce la savia. Y desde las entrañas del tallo expulsa humus de resina para encapsular a la plaga que ha perforado la corteza, es una lucha por la supervivencia entre las larvas y los frondosos ocotes.

El final es la muerte, las ramas y el tallo comienzan a debilitarse hasta ganar un tono de café a rojizo, la savia ya no conduce el alimento, el árbol se doblega y se seca.

Similares a gotas de sangre, se observan las heridas entre la corteza dando un tono de color rojo. Luego, el letal descortezador se transforma en escarabajo de tamaño pequeño de color oscuro y, en cuestión de días, alza el vuelo hacia nuevos árboles que han sido afectados en la corteza por el cambio climático (sequía e incendios).

Ahí se observa un panorama desolador, en esa región de la montaña el bosque está sin vida, el macizo forestal dejó de prestar servicios ambientales a la población.

Y donde antes se producía oxígeno, se captaba agua para los acuíferos y servía de refugio para la fauna, ahora es un lugar inerte y sin vida; los árboles se convirtieron en estatuas. En ese lugar, el incremento de la temperatura que se manifiesta desde hace años propicia las condiciones inmejorables para la reproducción de larvas del descortezador. Para el biólogo Nilo Espinosa Flores el cambio climático, que se arrastra desde hace una década en bosques templados, incrementó medio grado centígrado la temperatura, lo que propicia condiciones óptimas para la reproducción de la plaga.

  • Sobre caminos y veredas casi ocultas de terracería del PNM yacen amontonados infinidad de troncos de diferentes medidas y grosores para su comercialización.

Plagadas, mil 600 hectáreas en Tlaxcala

El Sistema de Comando de Incidencias (SCI) que conforman dependencias estatales y federales, diagnosticaron la plaga del descortezador en unas mil 600 hectáreas de 20 municipios de Tlaxcala en el PNM y otros bosques.

David Guerrero Tapia, titular de la CGE, admite que el problema del descortezador en los bosques es grave, por lo que debe actuarse de inmediato para evitar poner en riesgo a las 16 mil hectáreas de coníferas con las que cuenta el Parque.

Revela que la CGE trabaja bajo las directrices del gobierno de la República y los Comités de Vigilancia Comunal, quienes a través de aserraderos transforman la madera.

Ante las denuncias presentadas por ecologistas de hacer presuntamente negocio con el bosque, el funcionario estatal, aclaró que no tienen participación con quienes bajan los troncos ni con los beneficiarios.

Explica que derivado de las acciones del SCI, habían saneado unas 500 hectáreas y la entrega de 127 notificaciones a los dueños y poseedores de predios que presentaron afectación por la plaga en todo el territorio estatal.

Resalta que fueron diagnosticadas mil 642 hectáreas, principalmente de tres especies de pinos, de las cuales han notificado 72 mil 784 metros cúbicos de madera.

Toda vez que Conafor se ha negado a proporcionar información, la CGE cita entre las acciones fitosanitarias en el PNM existe una superficie afectada de 603 hectáreas.

De éstas, la Conafor emitió 87 notificaciones forestales de las 26 que están activas.

Destaca que las tareas fitosanitarias para el saneamiento son mecánico-químico y mecánico-físico, es decir, derribo, troceo, descortezado y aplicación de químicos.

Informó que entre los municipios atendidos por brigadas de sanidad pertenecen a Chiautempan, Teolocholco, Sanctórum de Lázaro Cárdenas, Panotla y Papalotla de Xicohténcatl.

Eso sí, aclara que como gobierno estatal trabajan con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente para que la carga de madera lleve una guía vigente y no presente irregularidades; que el permiso de remisión cumpla con los lineamientos legales de la notificación.

La CGE trabaja con la Profepa para que la carga de madera lleve una guía vigente / César Rodríguez | El Sol de Tlaxcala

PÁJARO CARPINTERO, DEPREDADOR NATURAL

En el PNM, el pájaro carpintero de la familia Picidade es el único depredador natural del gusano descortezador, solo que ha disminuido su presencia en el bosque en los últimos años.

La mano del hombre se ha encargado de disminuir las poblaciones de estas aves de pico duro y cabeza multicolor; está en peligro de extinción, ahora, solo habita hacia el oriente del bosque, es decir, entre Huamantla y Zitlaltepec de Trinidad Sánchez Santos.

  • 5 municipios del estado son atendidos por las brigadas de sanidad.
  • 87 notificaciones forestales emitió la Conafor, de las 26 que están activas.

De acuerdo con la CGE, el problema del descortezador en los bosques es grave, por lo que debe actuarse de inmediato para evitar poner en riesgo a las 16 mil hectáreas de coníferas con las que cuenta el Parque.

  • Con información de Fabiola Caballero | El Sol de Tlaxcala



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