Hablar del carnaval de Tlaxcala es hablar de una de las expresiones culturales más genuinas para los habitantes de la entidad.
En las danzas, música y vestuarios está reflejada no sólo la historia del estado, también la unidad entre los integrantes de todo un pueblo, quienes comparten una ideología y objetivos en común para hacer posible esta gran fiesta, coincidieron investigadores, historiadores y los propios protagonistas de este magno evento consultados por este Diario, que a partir de hoy le presenta una serie de reportajes especiales que muestran las peculiaridades de estas celebraciones en cada municipio.
De acuerdo con el Archivo General e Histórico del Estado de Tlaxcala (AGHET), el documento más antiguo que da cuenta sobre el carnaval en la entidad data del año 1699. De tal forma que han transcurrido al menos 325 años desde el origen de esta tradición que, a pesar del paso de los siglos y de la reciente pandemia, sigue vivo y vigente entre las nuevas generaciones.
SU ORIGEN TIENE AL MENOS 300 AÑOS
La historiadora Graciela Acoltzi Cocoletzi, en una entrevista previa con El Sol de Tlaxcala, detalló que este documento, que se encuentra en resguardo en el AGHET, es un mandato oficial fechado el 28 de febrero de 1699.
Te puede interesar: ➡️ Carnaval de Tlaxcala, tres siglos de tradición; comienza la fiesta del disfraz
En este documento se describe que las carnestolendas se celebraban durante tres días y que, ya en aquellos años, hombres y mujeres se disfrazaban con máscaras o incluso se pintaban la cara con tizne y se burlaban de las figuras de autoridad, e incluso de su mismo círculo familiar y de amistades.
REFLEJA FUSIÓN DE LO INDÍGENA Y ESPAÑOL
De acuerdo con el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) el carnaval de Tlaxcala resalta de otras fiestas carnestolendas debido a su origen mestizo, pues es resultado de la fusión de las culturas indígena y española.
➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo
De tal manera que sus expresiones son muy diferentes al de carnavales que se originaron ya en el siglo XX, como es el caso de los carnavales de Veracruz, Mazatlán, Acapulco o Campeche, que imitan los elementos de carnavales contemporáneos que gozan de prestigio a nivel mundial, como el de Brasil.
Para Alberto Hernández Flores, investigador adscrito al Consejo de Cronistas del Estado de Tlaxcala, el carnaval de la entidad es un claro reflejo de la forma en la que las prácticas prehispánicas se fundieron con el pensamiento cristiano que llegó como parte de la colonización española.
Mucho se ha hablado de que es una burla a los españoles, pero esta celebración tiene también un arraigo religioso muy profundo. Lo vemos en festividades como la de la Virgen de Ocotlán, cuya aparición a Juan Diego Bernardino se dice que fue un sábado de carnaval, por lo que se celebra en esta temporada, sostiene.
Entérate: ➡️Carnaval de Tlaxcala tiene más de 300 años
Mientras que la raíz indígena se observa en las danzas que los prehispánicos realizaban para pedir a sus dioses por la lluvia para el inicio del ciclo agrícola. “Lo vemos de una manera precisa en las danzas de los charros de la zona sur del estado, que con su cuarta emulan el sonido del rayo”, señaló Alberto Hernández.
MULTICULTURALIDAD EN UNA SOLA FIESTA
En cada rincón de Tlaxcala el carnaval se lleva a cabo de forma peculiar. Es así que podemos encontrar a los diablos de Ixtacuixtla, que celebran la “fiesta de carne” con su baile infernal “La Roña”; los chivarrudos de Zacatelco que con su atuendo similar al pelaje del chivo y un caballito entre las piernas hacen una sátira de los hacendados españoles.
Más información: ➡️ Capitanes de camadas gastan hasta 400 mil pesos cada año por su pasión al carnaval
Los vistosos huehues de Yauhquemehcan que lucen majestuosos penachos que contienen entre 200 y 300 plumas de aves exóticas, con un peso superior a los ocho kilogramos. Y así encontramos variantes en cada uno de los municipios.
“Es una fiesta que nos identifica pero que cada uno la va apropiando, la va modificando e incorporando diferentes elementos. Es una sola Tlaxcala, pero cuando haces un análisis es como si fueran muchas Tlaxcalas, en el sentido de adentrarte a cada cultura y cada tradición de las localidades”, mencionó en una charla con este medio María del Carmen Saavedra de la Rosa, historiadora del AGHET.
CARNAVAL NO SERÍA POSIBLE SIN LA UNIÓN DE LA GENTE
Para hacer posible la hazaña de mover a casi la totalidad de un pueblo para realizar año con año una celebración que requiere meses de preparación y una fuerte inversión económica sólo es a través de la cohesión de sus participantes, aseguró el investigador Alberto Hernández.
Te puede interesar: ➡️ Viven con pasión el Carnaval en Tlaxcala
“Hablar de camadas es hablar de estos vínculos de cohesión al interior de las comunidades; el hecho de poder subsanar los gastos ya sea de música, de vestimenta e incluso dar de comer conlleva esa singularidad de carácter simbólico ceremonial que no vemos en otros sitios como en Veracruz o en Mazatlán, o incluso en otras comunidades con raíz indígena como Oaxaca o Puebla que responden a otra lógica, mientras que la lógica del tlaxcalteca son relaciones de colaboración e implicaciones rituales”.
- El carnaval de Tlaxcala representa tal arraigo e identidad que el 14 de febrero de 2013 el Congreso del Estado lo nombró Patrimonio Cultural Inmaterial de la entidad.