Derivado de las reformas educativas, en la entidad no serán removidos de su espacio laboral los docentes que acumulen tres faltas consecutivas o parciales durante el mismo mes, reveló Homero Meneses Hernández, secretario de Educación Pública en el estado.
Detalló que la labor de los profesores ha sufrido persecución en términos académicos y laborales, pero al generar una autonomía curricular contemplada en la Nueva Escuela Mexicana, ningún trabajador de la educación será despedido por faltar tres veces de manera consecutiva o de manera parcial en un mismo mes.
Recordó que anteriormente ese aspecto era motivo para terminar la relación laboral sin fincar responsabilidades al Estado pues, de acuerdo con los parámetros e indicadores del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), no cumplir con sus normas era motivo de despido para los docentes, aspecto que también estaba concentrado en la Ley General de Educación y la Ley de Servicio Profesional Docente.
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Mencionó que en 2017, con los planes y programas de estudio que mostraban la planeación y secuencias didácticas, así como las pruebas estandarizadas a nivel nacional e internacional, detectaron que algunos docentes trabajaban bajo un sistema de presunción que demeritó el alcance de los objetivos de aprendizajes, pero también tuvo mayor peso la presencia de maestros y maestras en las escuelas, de ahí que no tenían permitido faltar tres días de manera consecutiva sin justificante o de manera escalonada, esto provocó que en Tlaxcala suspendieran a 53 trabajadores de la educación y 127 fueran procesados para su inhabilitación.
No obstante, en el INEE reconocieron la implementación de planes y programas de estudios con reglas precisas, como el espacio de autonomía curricular que brinda la posibilidad para conformar estrategias para atender diversos aspectos educativos.
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Indicó que actualmente existe una gran diferencia entre la manera de aplicar un modelo educativo y un esquema neoliberal, pues con la Nueva Escuela Mexicana un programa analítico es un verdadero diseño participativo curricular que brinda autonomía real a los trabajadores de la educación, pero también los reta a poner sobre la mesa todo su conocimiento para la elaboración colectiva de un programa que permita la formación integral de los escolares.
